La ‘verdad histórica’ se diseñó ‘en los más altos niveles del Gobierno federal’, acusa Encinas
La llamada “verdad histórica” del caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa -desaparecidos el 26 de septiembre del 2014, en Iguala, Guerrero-, se diseñó en las reuniones que funcionarios involucrados en la investigación sostuvieron en la Presidencia de la República, afirmó Alejandro de Jesús Encinas Rodríguez, titular de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación.
El también presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia para el Caso Ayotzinapa, dijo, además, que en la investigación que encabezó Jesús Murillo Karam -ex titular de la ahora extinta Procuraduría General de la República-, hubo una actuación concertada desde el más alto nivel del poder, que se debería de investigar.
Insistió en que la “verdad histórica” sirvió para encubrir a los responsables y entorpecer la investigación, dificultando el acceso a la justicia.
“Cuando señalamos que la verdad histórica se diseñó en los más altos niveles del Gobierno federal, involucra a todas aquellas personas que participaron en las reuniones de la Presidencia de la República, en la discusión de estos temas [...] Es ahí donde habrá que ubicar no solamente el diseño, sino particularmente la operación y la implementación de estas acciones, que en muchos casos hay presunción de alteración de la escena del crimen, y particularmente, lo que está plenamente acreditado, es haber creado una verdad fundada en actos de tortura”, detalló.
“La ‘verdad histórica’ dice que los estudiantes fueron detenidos, ejecutados en Cocula y esparcidos sus restos, lo cual no es cierto”, detalló Encinas Rodríguez
Explicó que la llamada ‘verdad histórica’ se sustenta en que los normalistas de Ayotzinapa acudieron a Iguala a boicotear el informe de María de los Ángeles Pineda Villa, presidente del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de las Familias, lo cual es falso, porque su objetivo era tomar autobuses.
Además, explicó que la “verdad histórica” sostiene que la Policía Municipal de Iguala entregó a los estudiantes de Ayotinapa al grupo delincuencial de los Guerreros Unidos, para que los normalistas fueran asesinados e incinerados en el basurero de Cocula, pero, en realidad, en ningún momento los estudiantes estuvieron juntos.
Durante la conferencia de prensa matutina presidencial, Encinas Rodríguez reprobó las afirmaciones que aseguran que el Informe de la Comisión que encabeza, no aportó nuevos elementos a la investigación que realizaron Murillo Karam y su equipo, recordando que dicha indagatoria se basó en la tortura y la violación de derechos humanos.
Aseguró que la investigación de la Comisión que él preside se basó en al menos 13 fuentes, entre las que destacó a la Segob, así como a las secretarías de la Defensa, de Marina y la Seguridad y Protección Ciudadana, además del Centro Nacional de Inteligencia, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guerrero, la Fiscalía General de la República, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y los testimonios de 115 personas, entre otros.
El subsecretario de la Segob agregó que para el informe del Caso Ayotzinapa se realizó un “mapeo” de 116 números telefónicos y se obtuvo información de 41 mil 168 documentos aportados por la administración pública federal, órganos autónomos e, incluso, intervenciones telefónicas de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
“Dicen algunos críticos que el informe no dice nada nuevo, que es lo mismo de la ‘verdad histórica’, lo cual es absolutamente falso [...] Hay quien sostiene que el informe se basa en una sola fuente de información, lo cual tampoco se apega a la realidad, hay 13 fuentes de información básicas que es toda la información y documentación que nos han entregado y proporcionado”, abundó Encinas Rodríguez.
“Hay una diferencia sustancial y de fondo, que la ‘verdad histórica’ se sustentó en las declaraciones obtenidas mediante tortura a las personas detenidas, en la fabricación de pruebas, y de manipulación de la escena del crimen, nosotros no torturamos absolutamente a nadie”, enfatizó, quien afirmó, además, su misión es el esclarecimiento de los hechos “y no van “a solapar a nadie, dijo al referirse a la participación de las Fuerzas Armadas en la desaparición de los normalistas.
“No solamente se trata de la desaparición de los estudiantes, en donde se conjugan cuatro delitos graves y violaciones a los derechos humanos en materia de desaparición forzada, lo que propició la impunidad de los perpetradores y los encubridores de estos hechos”, agregó.
Afirmó que la investigación del caso Ayotzinapa continúa abierta e hizo un llamado a los ciudadanos para que, quienes tengan mayor información, puedan aportarla a las autoridades.