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Agricultura

Gobierno de México retira prohibición para importar maíz transgénico de EU tras resolución del T-MEC

Un acuerdo publicado por la Secretaría de Economía revoca las restricciones impuestas en 2023 sobre el maíz genéticamente modificado

Un acuerdo para dar cumplimiento a una resolución en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, para retirar la prohibición a la importación de maíz transgénico, fue publicada este miércoles por la Secretaría de Economía federal en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación.

El Gobierno de Estados Unidos ganó, el pasado 20 de diciembre, la disputa que impulsó a través de un panel, en el marco del T-MEC, contra el Gobierno de México por la sustitución del glifosato en la agricultura mexicana, establecida en un decreto del entonces Presidente, Andrés Manuel López Obrador, publicado en el DOF el 13 de febrero de 2023.

El panel concluyó que las medidas del Gobierno mexicano no se basaban en la ciencia y socavaron el acceso al mercado, según lo informó la Oficina de la Representante Comercial estadounidense (USTR, por sus siglas en inglés).

La Secretaría de Economía, cuyo titular es Marcelo Ebrard, publicó un acuerdo por el que se revocaron una serie de disposiciones dictaminadas el 13 de febrero de 2023, entre las que destacan las restricciones a las autorizaciones de maíz genéticamente modificado para consumo humano, así como la sustitución gradual del grano para uso industrial y alimento pecuario.

“Se deja sin efectos la aplicación de los artículos Sexto, fracción II, Séptimo y Octavo, del Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 13 de febrero de 2023”, señaló el acuerdo de la SE.

“El presente Acuerdo entra en vigor el día de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. A la entrada en vigor del presente instrumento, las referencias y limitaciones contenidas en cualquier acto administrativo respecto de los artículos señalados por el presente Acuerdo, quedarán sin efecto”.

Ello a pesar de que la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió el 23 de enero, a la Cámara de Diputados, la iniciativa para prohibir la siembra de maíz transgénico en México.

La propuesta, que fue publicada en la Gaceta Parlamentaria y que fue recibida por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, modificaría los artículos 4 y 27 de la Constitución, para establecer la obligación del Estado de garantizar el cultivo de maíz libre de transgénicos en el territorio nacional.

“Para efectos de interpretación del decreto, se entenderá por maíz transgénico aquel que ha sido modificado o alterado genéticamente mediante la introducción artificial de uno más secuencias de ácido desoxirribonucleico y/o ácido ribonucleico proveniente de otro organismo de otra especie usando tecnología recombinante”, explicó el proyecto, en sus artículos transitorios.

Además, la iniciativa enviada al Congreso de la Unión por la titular del Poder Ejecutivo Federal declararía dicho grano como un elemento de identidad nacional y establecería que en su cultivo debería priorizarse su manejo agroecológico.

“El maíz es un elemento de identidad nacional cuyo cultivo debe ser libre de transgénicos, priorizando su manejo agroecológico”, dice la propuesta enviada por Sheinbaum Pardo, cuya exposición de motivos indicó que México albergaba la más amplia diversidad en razas de maíces nativos y silvestres, que representaban un acervo genético invaluable. Asimismo, agregó que era un alimento básico y un elemento fundamental en la cocina mexicana.

“El consumo promedio diario de maíz por persona es de 328 gramos, lo que le aporta el 39 por ciento de las proteínas, el 45 por ciento de las calorías y el 49 por ciento del calcio diariamente requerido”, detalló.

El texto señaló que se estimaba que la producción de maíz generada por las personas productoras tendría el potencial de alimentar a 54.7 millones de personas, lo que resaltaría la importancia de la agricultura campesina.

Según la propuesta de Sheinbaum Pardo, era responsabilidad del Estado resguardar la diversidad con la que contaba México, para garantizar la permanencia de ésta para las generaciones futuras.

“México cuenta con la mayor diversidad genética de maíz conocida a nivel mundial, representada por los parientes silvestres presentes en su territorio, es decir, cuenta con la fuente de variabilidad genética más amplia de un cultivo de importancia estratégica. Y es responsabilidad del Estado resguardar si ha diversidad”, planteó la Presidenta.