Gobierno de Chihuahua y ONU-DH pidieron salida del Ejército: AMLO
El Presidente Andrés Manuel López Obrador acusó este viernes al Gobierno de Chihuahua, de pedir la salida del Ejército para localizar los cuerpos de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, de 79 y 80 años de edad, respectivamente, y del guía de turistas Pedro Palma Gutiérrez, asesinados el 20 de junio de 2022, al interior de la parroquia de San Francisco Javier, ubicada en la comunidad de Cerocahui, en el municipio chihuahuense de Urique, por José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.
El mandatario calificó la propuesta como “indecorosa”, ya que, según él, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional acudieron a la Sierra Tarahumara para localizar a las víctimas, pero también para detener a “El Chueco”.
“Era una gente ahí conocida [‘El Chueco’], ¿que hicimos? Pues, desde el primer momento actuamos, fue la Guardia Nacional, fueron elementos de la Defensa, se inició la búsqueda, nos mandaron a decir de que si salía el Ejército, iban a entregar los cuerpos y dijimos ‘no’”, indicó.
“Y de repente, ya se había buscado y no estaban los cuerpos, y de repente aparecieron los cuerpos, por donde ya se había buscado, o sea que cambiaron de parecer, porque la propuesta es ‘ya, entregamos los cuerpos y váyanse’ y dijimos no”, aseguró el Presidente de la República.
“¿Quién lo propuso?”, le preguntó un reportero, durante la conferencia de prensa matutina, llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional.
“Del Gobierno de Chihuahua”, contestó López Obrador, quien añadió que “aparecieron los cuerpos y no salió el Ejército, se mantuvo, y lo mismo la Guardia Nacional”.
A nueve meses del multihomicidio de los jesuitas y de dos civiles, “El Chueco” fue encontrado muerto en un camino de terracería en la sindicatura de Picachos, en Choix, Sinaloa, en los límites con el estado de Chihuahua.
Dijo que el líder criminal fue “ajusticiado”, posiblemente, con la intención de que el Ejército saliera de Urique, pero afirmó que tanto la Sedena como la GN permanecerían para resguardar la zona.
“No sabemos [quién lo mató], a lo mejor también pensando que con eso ya se iba a terminar la búsqueda, se iban ya a salir los elementos que están ahí desde el primer día [...] ¿Qué le digo a la gente de la sierra?, que va a seguir la protección, el tiempo que sea, es como el tiempo que ha estado la Guardia Nacional, cuidando el Metro [de la Ciudad de México]”, indicó.
“¿Va a seguir el Ejército en esa región?”, lo cuestionó un periodista.
“Eso es lo que nosotros queremos, acuérdense que antes de encontrar a esa persona asesinada [a ‘El Chueco’], ya se había llevado a cabo la detención de un número importante de integrantes de su grupo”, respondió el Presidente.
Por otra parte señaló que la negociación para retirar a los soldados decidió revelarla para mandar un mensaje a Guillermo Fernández-Maldonado Castro, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH México), el cual calificó, el 23 de marzo de 2023, como ilegal la ejecución de “El Chueco” y que su muerte no era una respuesta legítima de justicia.
“Esto que estoy diciendo ahora, que no podía yo decirlo por razones de seguridad, es también un informe para el Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, que solo se ha dedicado a acusarnos, ojalá y tome en cuenta el trabajo que se hizo por parte de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa”, señaló el titular del Poder Ejecutivo Federal mexicano.
“Y que reconozca de que ya no son los tiempos de antes, de que había impunidad, de que sucedían estos hechos lamentables, estos asesinatos y no se castigaba a los responsables, porque estoy seguro que este señor de Derechos Humanos de la ONU, si estaba aquí cuando desaparecieron los jóvenes de Ayotzinapa, no dijo nada”, acusó el mandatario mexicano.
“Ahora es que todas esas organizaciones, supuestamente no gubernamentales, independientes, de la llamada sociedad civil, están en contra de nosotros, casi todas financiadas por instituciones del extranjero”, argumentó.
MUERTE DE ‘EL CHUECO’ NO FRENA VIOLENCIA: DIÓCESIS DE LA SIERRA TARAHUMARA
El 23 de marzo, la Diócesis de la Sierra Tarahumara señaló que la muerte de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, no frena la violencia en la zona serrana de Chihuahua, ni en México.
Agregó que lo que anhelaban y querían todos los mexicanos es vida traducida en libertad, en mejores oportunidades para todos, así como respuesta ante tantas situaciones que vivía tanta gente pobre, además de justicia para quienes la reclamaban y paz ante tanta violencia.
“Con la muerte de una persona [‘El Chueco’], desgraciadamente no se frena el dolor por tantas víctimas de la violencia y la situación tan difícil y preocupante que estamos viviendo, donde no solamente en la Sierra, sino en todo el país, seguimos preocupados por la impunidad y por la falta del Estado de Derecho, en toda nuestra sociedad. Estamos tristes, porque ‘la violencia no se frena con violencia’”, recalcó en un comunicado que tituló “¡El espiral de violencia sigue su marcha!”, indicó la jurisdicción eclesiástica, en un comunicado,firmado por el Obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval.
“Como Iglesia de Tarahumara, no podemos callar o permanecer ajenos ante tanta desgracia y tanto dolor; ciertamente, reconocemos todo el esfuerzo que han hecho y hacen las autoridades por hacer justicia ante la muerte de nuestros Sacerdotes, de Don Pedro Palma y Paúl Berrelleza”, precisó la Diócesis.
“Sin embargo ¡Esto no es lo que nosotros esperábamos y menos, queríamos! que todo pareciera, como un ‘ajuste de cuentas’ o pensar, ‘que una persona estaba estorbando para otros intereses y por eso había que eliminarlo’”, expuso el obispo católico en el documento.
“Triste la situación que vivimos porque como decimos en la Sierra, el desastre que hay, no fue ni es provocado por una persona sino desgraciadamente existe toda una estructura de extorsión, soborno, cobro de piso, levantamientos, venta de alcohol clandestinamente, tala ilegal, etc. Estructura que todos, autoridades y ciudadanos tenemos que acabar, desde el compromiso de cumplir con nuestras propias responsabilidades, especialmente en el fortalecimiento de los valores familiares y comunitarios”, recalcó.
Mencionó que como Iglesia Particular de Tarahumara, seguirían uniéndose al dolor de tantas familias por la desaparición y muerte de sus seres queridos, además de comprometiéndose a seguir trabajando por la reestructuración de la familia y del tejido social. Sobre todo para que se recuperaran aquellos valores, humanos-cristianos, que se habían perdido y todo aquello en materia de prevención, que fuera en bien de la niñez, adolescencia y juventud.
“Para que en un futuro no muy lejano, se pueda construir la sociedad que queremos alcanzar”, agregó.
La Diócesis de la Tarahumara dijo que seguiría trabajando en la Evangelización, para que la Palabra de Dios llegara al corazón de tanta gente de buena voluntad, que sobre todo llevara a los que se dedicaban a hacer el mal, a una sincera y auténtica conversión.
“Sabiendo que todos somos hijos de Dios y por lo tanto, somos hermanos; que ninguno tiene el derecho a dar y quitar la vida (derecho que solamente le corresponde a Dios)”, finalizó.