Genaro García Luna conocerá este miércoles su sentencia
A dos meses de que se cumplan cinco años de su detención, este miércoles a las 4:30 de la tarde, tiempo del este de los Estados Unidos, el exsecretario de seguridad Genaro García Luna recibirá sentencia de parte del juez Brian Cogan quien estuvo asignado a su caso.
El pasado 19 de septiembre el fiscal General del distrito este de Nueva York, Breon Peace, pidió al juez que aplique cadena perpetua al secretario de seguridad pública del expresidente Felipe Calderón por haber “explotado su poder y autoridad al aceptar millones de dólares en sobornos de una organización de tráfico de drogas a la que juró perseguir”.
La respuesta llegó cinco días después por parte de su defensor en jefe Cesar de Castro, quien sugirió a Cogan que 20 años son suficientes para los delitos cometidos por su cliente.
“Ese tiempo es significativo, largo y equivaldría al tiempo que García Luna sirvió como funcionario del Gobierno de México”, insiste el defensor de Castro, quien agregó que su defendido “es una buena persona, un hombre devoto de su familia y que pasó la mayor parte de su carrera defendiendo los ideales de Estados Unidos”.
Aunque al momento de que arranque la audiencia el juez Cogan ya tendrá listo el número de años que aplicará al acusado, de cualquier modo, la fiscalía aún tiene derecho a llevar a uno o dos testigos más para reforzar sus argumentos.
Asimismo, Genaro García Luna, quien podrá vestir de traje —según aprobó este lunes el mismo Cogan—, tiene derecho a leer o improvisar un mensaje, antes de que el juez abra su carpeta y lea el resumen del caso que culminará con la sentencia.
Genaro García Luna ha adelantado que apelará todo su proceso
Cualquiera que sea la decisión de Cogan, el acusado ya adelantó que apelará todo el proceso, esperando que jueces de una corte distinta miren su proceso con otros ojos y traten de corregir lo que él reclama como “un juicio injusto”.
El martes 17 de septiembre García Luna envió a varios medios una carta en la que se etiquetó como “un hombre que respeta la ley” e insistió en declararse “inocente”. Señaló a los fiscales neoyorquinos de no “probarle ninguno de los cargos de su acusación” pues sólo presentaron “pruebas falsas” y “testigos criminales” además de que buscaron “crear un complot” con otros reos del Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, para grabarlo y tratar de incriminarlo en delitos.
En el memorándum de la sentencia del gobierno, el fiscal Peace sugirió además que se aplique una multa de cinco millones de dólares bajo el argumento de que García Luna sigue “teniendo acceso a la riqueza amasada durante su corrupta etapa en el cargo” (como secretario de Seguridad Pública).
Además, el fiscal Peace dice a Cogan que “no es fácil exagerar la magnitud de los crímenes del acusado, las muertes y la adicción que facilitó, y su traición al pueblo de México y los Estados Unidos: sus crímenes exigen justicia”.
“Él ha perdido todo lo que obtuvo trabajando” responde el defensor De Castro, en su propio memorándum, como sugiriendo que dicha multa millonaria no se pagará.
Genaro García Luna y los escenarios para su sentencia
La mala noticia para García Luna es que el cargo de Empresa Criminal Continua del cuál un jurado lo halló culpable en febrero del 2023, mandata la cadena perpetua. Sin contar los tres cargos de conspiración para introducir narcóticos a los Estados Unidos y el último por mentir a la autoridad.
Sin embargo, dos cosas pueden ayudar al también exdirector de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) a no ser condenado a morir en prisión: la primera son algunas de las casi 40 cartas enviadas por familiares conocidos y cercanos que lo retratan como un hombre recto y hogareño. Y aunque todo aquel que será sentenciados en Estados Unidos tiene derecho a enviar misivas al juez —tras haberse convertido García Luna en tutor de jóvenes dentro de la prisión— destacan las cartas enviadas por un funcionario de la penitenciaría, otra de una profesora de filosofía en la Universidad de Columbia y un puñado de misivas de algunos de sus alumnos a quienes ayudó con sus clases de inglés y para presentar el examen de titulación de preparatoria.
Por ejemplo, Christia Mercer, profesora de filosofía en Columbia, dice en su texto que García Luna “ha participado en cursos Just Ideas” donde leen a Sófocles, Platón, Virgilio, Camus y Shelly. Otra es del Consejero Penitenciario R Espinoza quien califica al mexicano como “un preso ejemplar” y revela que está “arrepentido y dispuesto a lo que sea para hacer reparaciones”, aunque el comentario contrasta con argumentos de su defensa y del mismo Genaro García Luna, quien insiste en defender su “inocencia”.
Anthony Pangallo, uno de sus alumnos, dice que “él no pertenece a la prisión” y pide a Cogan sentenciarlo “a lo menos posible”.
Otro de sus alumnos, José Facundo Zarate Morales, considera a García Luna como “un ser humano impresionante que da consejos positivos a todos y un amigo verdadero” y Shannon Chapelle, a quien el mexicano también ayudó en su examen para obtener diploma de high school, alega que es “simplemente un caballero, amable y considerado”.
Irónicamente, lo último que puede favorecer a García Luna es que Brian Cogan dicte una condena lejana a la cadena perpetua, si considera que los fiscales fallaron al comprobar el núcleo de la acusación: los sobornos que fueron “probados” con base en testimonios de testigos protegidos, sin que se presentaran fotos, videos, cuentas de banco o cualquier otro documento que certificara lo que los narcotraficantes presos y en busca de beneficios, relataron.
Aunque, es entendible que esa postura lo enfrentaría de algún modo con los fiscales y abriría una veta para criticar a una corte que es reconocida por llevar a juicio y encarcelar a muchos mexicanos.
A horas de que se conozca su decisión, es un misterio el camino que Brian Cogan decidió tomar.