‘Fue un circo’, reclaman familias buscadoras tras recorrido en rancho Izaguirre en Teuchitlán; Fiscal General no llega a encuentro
Afuera del rancho Izaguirre en Teuchitlán permanece un grupo de madres buscadoras. Asoleadas y cansadas, se mantienen de brazos cruzados mientras esperan que alguna autoridad se acerque y les dé explicaciones.
“Nuestra molestia es que nos trajeron a ver un circo y esto es una burla para nuestro dolor”, sentencia Patricia Sotelo, una madre buscadora del colectivo Huellas de Amor y quien busca a su hija Fanny Areli Quezada Sotelo desde 2021.
Las madres buscadoras fueron invitadas al rancho Izaguirre este jueves 20 de marzo tras un anuncio del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, de que el predio sería abierto para la visita de colectivos buscadores, organizaciones civiles y medios de comunicación. Sin embargo, ni él ni el Fiscal estatal acudieron al sitio. Tampoco hubo elementos que explicaran cuáles son los avances en el predio.
Las madres fueron citadas a las 11:00 de la mañana y llevadas por un autobús de la Fiscalía estatal hasta el rancho Izaguirre, ubicado en la delegación de la Estanzuela, a siete minutos de la cabecera de Teuchitlán. Desde que estaban por llegar tenían la ilusión de poder ver indicios como mochilas, ropa interior, calzado y prendas, para poder confirmar o descartar una posible evidencia de que ahí estuvo su familiar desaparecido.
“Pensamos que íbamos a entrar juntos, no, nos dividieron por grupos y nos dieron indicaciones que teníamos 15 minutos para ver y entrar. Yo no vengo a un museo, no vengo a un zoológico, de party, a divertirme, yo vengo a ver si encuentro a mi hija aquí, yo vengo a ver si aquí estuvo mi hija”, comenta Patricia.

“Nosotros queríamos encontrar evidencias que se hallaron desde que subieron los videos. Ya no hallamos nada, todo está tapado, todo está acordonado, ya no está como lo subieron en los videos”, agrega.
La madre buscadora señaló que de entre los mil 308 indicios documentados por la Fiscalía de Jalisco, hay una bolsa de dama que cree podría ser la de su hija Fanny.
Mary Vázquez, quien busca a su hijo Ángel de Jesús López Váquez, desaparecido en 2022, intenta ver una gorra negra con letras blancas que llevaba su hijo consigo al momento de su desaparición, cuando solo avisó que ya había conseguido una oferta laboral en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.
“Yo quería ver alguna evidencia, alguna prenda que me indicara que la trajera mi hijo, pero ya no hay nada”, indicó.
El predio del rancho Izaguirre, de más de una hectárea, solo puede ser recorrido en línea recta y no se permite llegar hasta el final, donde se encuentra una última construcción en la que se han localizado en las paredes indicios de uso de ácido. Las familias van y vienen, intentando descifrar en que zona están los crematorios clandestinos, mientras drones sobrevuelan de manera muy cercana a las personas para vigilar que ningún asistente sobrepase los cintillos amarillos de “prohibido el paso”.
A sus alrededores permanecen elementos de la Comisión Estatal de Búsqueda de Jalisco, la Guardia Nacional y la Fiscalía de Jalisco. Cuando se les pregunta qué se debe de hacer para poder ver los indicios en persona, solo apuntan a que las personas se deben dirigir con el agente del ministerio público que lleve el caso de su desaparecido.
Ante esta situación, Raúl Servín, integrante del colectivo Guerreros Buscadores, explicó que tienen presente que por los segmentos humanos calcinados y la falta de preservación de las prendas no pueden extraer muestras de ADN, por lo que el reconocimiento para las familias tendrá que ser presencial.
