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De luto

Fallece Rosario Ibarra, luchadora férrea por la paz y los desaparecidos

Rosario Ibarra de Piedra fue fundadora de una de las primeras organizaciones de madres, padres y familiares de desaparecidos en México
16/04/2022 12:50

MÉXICO (SinEmbargo).– Rosario Ibarra de Piedra, pionera en la defensa de los derechos humanos, falleció la mañana de este Sábado de Gloria en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a la edad de 95 años, informó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

“La CNDH lamenta el sensible fallecimiento de la luchadora social, Rosario Ibarra de Piedra, madre de nuestra presidenta, de Claudia, Carlos y Jesús esta mañana en la ciudad de Monterrey, Nuevo León”, señaló la dependencia en su cuenta oficial de Twitter.

En la misma red social, la Senadora Ifigenia Martínez lamentó el deceso de la luchadora social.

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“Me entero con tristeza del fallecimiento de mi entrañable amiga e incansable activista y luchadora social, Rosario Ibarra de Piedra, pionera en la defensa por los derechos humanos, la paz y democracia en México. Abrazo con afecto a sus hijas, familiares y amigos. Descanse en paz”, señaló.

María del Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como Rosario Ibarra de Piedra, nació en Saltillo, Coahuila en 1927. Fue una incansable activista, fundadora del Comité ¡Eureka!, una de las primeras organizaciones de madres, padres y familiares de desaparecidos.

A Rosario Ibarra de Piedra no se le podría describir con una sola escena, momento, acción o anécdota, ni se le podría reducir a una frase icónica. De Doña Rosario se tendría que decir que “toda su vida fue emblemática”.

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Así lo recalcaban y coincidían quienes la conocieron, quienes sabían de su lucha, trayectoria, activismo social y político que realizó junto con Las Doñas, madres de los desaparecidos de la Guerra Sucia.

Dos veces candidata a la Presidencia de México, en 1982 y 1988, Ibarra fue madre de Jesús Piedra, miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, un grupo armado clandestino, y quien fue capturado y desaparecido por la Dirección Federal de Seguridad en la década de 1970.

En su lucha por localizar a su hijo, se unió a otras mujeres con familiares desaparecidos y en 1977 fue fundadora del Comité Eureka en defensa de los desaparecidos, perseguidos y exiliados en México.

Ibarra también fue Senadora en 2006 por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En julio de 2019, la Cámara de Diputados le concedió la Medalla al Mérito Cívico “Eduardo Neri y Legisladores de 1913” que se otorga cada año a ciudadanos que se hayan distinguido sirviendo a la colectividad, a la República y a la humanidad, destacando por sus hechos cívicos, políticos o legislativos.

Ese mismo año, el Senado mexicano le otorgó la medalla Belisario Domínguez, el mayor reconocimiento civil de este país.

En esa ocasión Claudia Piedra Ibarra leyó unas palabras de su madre, quien pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador custodiar el galardón hasta que se esclarezca la desaparición “de nuestros queridos y añorados hijos y familiares”.

“Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia. No quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector”, dijo.

“Mientras la vida me lo permita, seguiré en mi empeño de encontrarlos. ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos! Y firma Rosario Ibarra”, añadió la hija de la activista social desde la Casona de Xicoténcatl.

Junto con el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador protagonizó distintas luchas sociales en diversos lugares del país, como el alzamiento zapatista de 1994, la exigencia de detener y esclarecer el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, y las matanzas de personas indígenas en Chiapas y Guerrero, durante el Gobierno del Presidente Ernesto Zedillo (1994-2000).

Fue candidata al Premio Nobel de la Paz en los años de 1986, 1987, 1989 y 2006.