Diana desapareció en una discoteca en Quintana Roo, donde se registra un alza en estos casos a partir de 2022
Por: Marcela Nochebuena
Diana García Rivera es originaria de Balancán, Tabasco. Desde que tenía 4 años, se mudó con su mamá a Cancún, Quintana Roo, donde buscaban un trabajo y una mejor vida. Hoy, Romana, su madre, tiene ya 17 años viviendo en ese municipio. Los últimos cuatro los ha dedicado a la búsqueda de su hija, ahora desaparecida.
La única mujer y la más chica de los dos hijos que tuvo Romana, luego de cursar hasta el primer semestre de preparatoria, Diana dejó sus estudios por una situación de salud. Luego, el hermano de Diana falleció tres años antes de que ella desapareciera.
La joven estaba por cumplir 21 años de edad, el siguiente 17 de julio, cuando desapareció, el 22 de febrero de 2020. Había acudido a la discoteca Imperio, en la zona hotelera de Cancún, acompañada de Jorge Armando, un joven conocido.
Ahora se sabe que un grupo armado entró al lugar, se llevaron a ambos jóvenes de manera violenta y los subieron a un vehículo. Desde entonces, no hay noticia de ellos. Romana puso una denuncia al día siguiente, el 23 de febrero, junto con los padres de Jorge Armando, lo que dio lugar a la carpeta de investigación 3808/2020 radicada en la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas en el municipio de Benito Juárez.
“A la fecha, a través de las investigaciones hay una persona detenida por información que vertieron testigos de parte de la familia del joven, lo que llevó a la detención de una persona que es exministerial, Jorge Fonseca, que está vinculado a proceso”, cuenta Romana.
No hay ningún otro avance. Para la mamá de Diana la detención de esa persona no significa justicia, o siquiera que él sea responsable, pues aún hay un proceso de investigación, además de que se ha reservado su derecho a dar declaración alguna. No existe más información sobre el destino de Jorge o de Diana.
“Mi lucha ha sido por encontrar a mi hija, y en la carpeta de investigación desde el primer momento hubo dilación, omisión, entorpecimiento de muchas diligencias que no se llevaron a tiempo, y que eso hizo pérdida de indicios, pérdida de información, como fueron las cámaras.
“También hubo diligencias que no se practicaron a tiempo, y que a la fecha muchos de los que participaron y que se consideraban responsables de estos hechos, ya perdieron la vida por formar parte del crimen organizado”, acusa Romana.
Eso ha hecho perdediza –califica– una investigación que realmente apunte a los responsables. La lucha de Romana para encontrar a su hija sigue, sostiene, y su exigencia a la fiscalía es la presentación con vida de Diana García y Jorge Armando.
Más de cuatro años después, ya como fundadora del colectivo Verdad, Memoria y Justicia, Romana dio a conocer la mañana de este martes, junto con otros familiares, el hallazgo de un posible crematorio clandestino en el municipio de Benito Juárez, Cancún, sobre la autopista a Mérida, y exigió a las autoridades que hagan un procesamiento exhaustivo de la evidencia que ahí se encuentra.
Contexto e incremento de desapariciones en Quintana Roo
Desde 2020, cuando comenzó a acompañar a otras víctimas, Romana ha identificado que sobre todo en los últimos dos años ha habido un incremento de desapariciones en Quintana Roo.
Mientras que entre ese año y el 2022 la problemática ya existía y era latente, describe, entre 2023 y 2024 comenzaron a conocer hasta cinco fichas de personas desaparecidas solo en los municipios de Chetumal, Cancún y Felipe Carrillo Puerto, en alerta roja en el estado.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), entre 2019 y 2024 han desaparecido 1 mil 90 personas en Quintana Roo, la mayor parte (494) en el municipio de Benito Juárez, donde fue hallado un presunto crematorio clandestino el pasado 10 de septiembre.
Mientras que durante 2019 se contabilizaron 110 personas desaparecidas en la entidad, y 115 en 2021, para 2022 –año en el que se registra el mayor número– ascendieron a 218, mientras que para 2023 totalizaron 189, pero en lo que va del 2024 ya suman 165. Aunque hay una alta proporción de hombres y mujeres jóvenes desaparecidos de entre 15 y 19 años, la mayor parte del total de registros corresponde a hombres de entre 20 y 39 años.
“En el colectivo tenemos víctimas que fueron desaparecidas en 2019, 2020, e incluso 2018, que fueron víctimas de desaparición justamente en discotecas en la zona hotelera”, puntualiza Romana en referencia al contexto en el que desapareció su hija Diana.
Además del incremento que su colectivo atribuye en parte a la pugna entre grupos del crimen organizado por venta y consumo de drogas, el colectivo también ha registrado otras, por lo menos siete, en las que las víctimas han sido familiares, principalmente hombres de entre 20 y 25 años de edad, de trabajadores de la ruta del Tren Maya.
Muchas otras, precisa Romana, se han registrado a partir de la privación de la libertad en establecimientos mercantiles, o incluso sustracción de domicilios o áreas de trabajo. “Esto hace también que incluso hasta las personas que no tienen nada que ver sean víctimas de una desaparición por estar a veces en lugares equivocados”, añade.
Hay familias en el colectivo Verdad, Memoria y Justicia que están en búsqueda desde 2017, recuerda, aunque después del 2022 se ha dado el incremento más importante de casos. Las edades de los casos agrupados en el colectivo son varias, pero principalmente van de los 19 a los 25 años de edad.
“¿Qué ha acrecentado las desapariciones, que es un contexto bastante fuerte que tenemos? El que es un lugar de mucha movilidad de personas por cuestiones de trabajo, es una zona turística y además de la construcción del Tren Maya, principalmente en los municipios de Cancún, Playa del Carmen, Puerto Morelos, Tulum, Felipe Carrillo Puerto y toda la zona sur de Quintana Roo”, explica.