Da Ismael Zambada su versión de cómo fue emboscado y detenido en Culiacán
Ismael ‘El Mayo” Zambada, el señalado líder del cártel de Sinaloa, aseguró en una carta difundida por su abogado que fue emboscado en Culiacán después de llegar a una reunión y saludar a Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y líder del Partido Sinaloense.
En la misiva, el capo sinaloense implica al Gobernador Rubén Rocha Moya, al afirmar que a él le informaron que en esa reunión también estaría el Mandatario y que sería para buscar resolver el conflicto entre la UAS y el Gobierno del Estado. Sin embargo la carta luego precisa que sólo vio a Cuén Ojeda, quien posteriormente fue asesinado ahí mismo.
A través de la carta difundida por su abogado defensor, Frank Pérez, “El Mayo” enfatizó que no se entregó voluntariamente al Gobierno de Estados Unidos, con el cual, según dijo, no tuvo ningún acuerdo.
Narró en su misiva que Joaquín Guzmán López, “El Güero Moreno”, le pidió que asistiera a una reunión “para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado”, entre Rocha Moya y Cuén Ojeda, misma en la que también asistiría Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Sin embargo, al llegar al rancho y centro de eventos llamado Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, donde supuestamente se llevaría a cabo la reunión, ya lo esperaba “una gran cantidad de hombres armados con uniformes militares verdes que supuse eran pistoleros de Joaquín Guzmán y sus hermanos.
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“Me acompañaban cuatro agentes de seguridad, de los cuales dos permanecían fuera del perímetro. Los dos que entraron conmigo fueron José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, miembro de mi equipo de seguridad desde hace mucho tiempo”, detalló “El Mayo”.
Confirmó que en la supuesta reunión estuvo presente Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien murió tras ser atacado a balazos, alrededor de las 22:00 horas, del 25 de julio de 2024, mientras circulaba en su vehículo particular, por la carretera Internacional México 15, a la altura de La Presita, comunidad ubicada al norte de Culiacán. Tras el atentado, fue trasladado a una clínica privada, donde falleció, media hora después, a los 68 años de edad.
“Tengo conocimiento que la versión oficial que dan las autoridades del estado de Sinaloa es que Héctor Cuen fue baleado la noche del 25 de julio en una gasolinera por dos hombres en motocicleta que querían robar su camioneta. Eso no es lo que pasó. A él lo mataron al mismo tiempo y en el mismo lugar donde a mí me secuestraron. Héctor Cuén era un viejo amigo mío y lamento profundamente su muerte, así como la desaparición de José Rosario Heras López y Rodolfo Chaidez, a quienes nadie ha vuelto a ver ni saber de ellos desde entonces”, explicó “El Mayo”.
“También hago un llamado al pueblo de Sinaloa a tener moderación y mantener la paz en nuestro estado. Nada se puede solucionar con la violencia. Hemos recorrido ese camino antes y todos pierden”, finalizó su carta “El Mayo”.
Un día antes, el Embajador Ken Salazar reveló durante una conferencia de prensa que Guzmán López se entregó de manera voluntaria y que “la evidencia al momento de llegar indica que ‘El Mayo’ fue llevado contra su voluntad”.
“No se utilizarán recursos estadounidenses en la rendición. No fue nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente. No se presentó ningún plan de vuelo ante las autoridades estadounidenses. Estamos en el entendido que el vuelo inició en Sinaloa y aterrizó en Santa Teresa, Nuevo México. El piloto no era un empleado ni fue contratado por el Gobierno de los Estados Unidos, ni algún ciudadano estadounidense”, enlistó el diplomático estadounidense, en un comunicado, emitido por la Embajada de EE. UU. en territorio mexicano.