"Cierra periódico Norte de Ciudad Juárez por inseguridad"
CIUDAD JUÁREZ, Chih._ El diario El Norte de Ciudad Juárez, Chihuahua, anunció el domingo, que tras 27 años ininterrumpidos dejará de publicar su edición impresa por “falta de garantías para ejercer un periodismo crítico”, además de que acusó haber sufrido “embates y castigos” por parte de particulares y gobiernos.
En este medio laboraba Miroslava Breach Velducea, de 54 años de edad, asesinada a balazos el pasado 23 de marzo, cuando estaba a bordo de su camioneta, afuera de su casa en la ciudad de Chihuahua, capital de la entidad. La periodista fungía como directora editorial y también publicaba una columna en el rotativo: “Don Mirone”.
A través de una editorial publicada en su primera plana, titulada “¡Adiós!”, el director y propietario del diario, Óscar Cantú Murguía, señaló que “Este ejemplar que tiene en sus manos será la última edición impresa que Norte de Ciudad Juárez publique”.
“Este día, estimado lector, me dirijo a usted para informarle que he tomado la decisión de cerrar este matutino debido a que, entre otras cosas, no existen las garantías ni la seguridad para ejercer el periodismo crítico, de contrapeso”, escribió Cantú Murguía.
“Las agresiones mortales, así como la impunidad contra los periodistas, han quedado en evidencia, impidiéndonos continuar libremente con nuestro trabajo”, publicó en su nota de ocho columnas El Norte de Ciudad Juárez, que emplea a casi mil personas.
“Todo en la vida tiene un principio y un fin, un precio que pagar. Y si éste es la vida, no estoy dispuesto a que lo pague ni uno más de mis colaboradores, tampoco con mi persona”, señaló el director del medio.
En el texto Cantú Murguía explica que “luchó contra corriente, recibiendo embates y castigos” de particulares y gobiernos por “haber evidenciado sus malas prácticas y actos de corrupción, que sólo jugaron en detrimento de nuestra ciudad y de quienes habitamos en ella”.
Además, agregó que el “irresponsable incumplimiento” de las administraciones públicas de los tres niveles de gobierno también lo orillaron a tomar la decisión de cerrar el periódico ante “la soberbia negativa” de pagar los adeudos contraídos por la prestación de servicios.
Cantú Murguía agregó que el homicidio de la periodista Miroslava Breach, de 54 años de edad, “lo hizo reflexionar sobre las adversas condiciones en que se desarrolla el ejercicio periodístico en la actualidad, lo que impide continuar con su trabajo informativo”.
Relaciones con el poder
En México, los contratos de publicidad con el gobierno son una fuente importante de ingresos para muchos medios de comunicación, y críticos de la prensa afirman que esta dependencia a menudo genera coberturas sosegadas y autocensuradas.
Al menos 38 periodistas han sido asesinados en México desde 1992 por motivos relacionados con su trabajo, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés). Esta organización, con sede en Nueva York, agrega que otros 50 periodistas fueron asesinados durante ese mismo periodo por motivos aún no esclarecidos.
“México está pasando claramente por una profunda crisis de libertad de expresión, que está en estado avanzado”, dijo Carlos Lauria, director de CPJ.
“Afecta a todos los mexicanos, no solo a los periodistas, porque el hecho de que un periódico cierre priva a las personas de información necesaria para tomar decisiones informadas”.
Durante el mes de marzo se registró un montón de ataques contra periodistas en el País.
Además de Breach, quien fue baleada el 23 de marzo al salir de su casa, otros dos periodistas fueron asesinados en Guerrero y Veracruz, estados con zonas de conflicto generadas por el narcotráfico.
Otro periodista fue baleado en Poza Rica, Veracruz, el 29 de marzo, y actualmente se encuentra en condición crítica. Otro ataque armado, en San José del Cabo, Baja California Sur, dejó muerto al guardaespaldas de otro periodista.
Texto íntegro del Norte de Ciudad Juárez a sus lectores
La trágica y sentida muerte de Miroslava Breach Velducea –colaboradora nuestra– el pasado 23 de marzo, me ha hecho reflexionar sobre las adversas condiciones en que se desarrolla el ejercicio del periodismo actualmente. El alto riesgo es el ingrediente principal.
Las agresiones mortales, así como la impunidad contra los periodistas, han quedado en evidencia, impidiéndonos continuar libremente con nuestro trabajo.
A lo largo de casi 40 años de promover la prensa libre, 27 de ellos desde Periódico NORTE de Ciudad Juárez, tratamos de informar con la mayor veracidad, objetividad, honestidad y transparencia.
Tomamos infinidad de causas, de riesgos que se convirtieron en batallas, unas más duras que otras, respetando siempre los valores de libertad, justicia y Estado de Derecho; movidos por la convicción y el amor a la ciudad y a sus ciudadanos, en la búsqueda incansable de la anhelada calidad de vida.
Este día, estimado lector, me dirijo a usted para informarle que he tomado la decisión de cerrar este matutino debido a que, entre otras cosas, no existen las garantías ni la seguridad para ejercer el periodismo crítico, de contrapeso.
Este ejemplar que tienen en sus manos será la última edición impresa que NORTE de Ciudad Juárez publique.
En estos 27 años, con sus muy honrosas excepciones, se nos dejó solos. Luchamos contra corriente, recibiendo embates y castigos de particulares y gobiernos por haber evidenciado sus malas prácticas y actos de corrupción, que solo jugaron en detrimento de nuestra ciudad y de quienes habitamos en ella.
El irresponsable incumplimiento de las administraciones públicas de los tres niveles de Gobierno también nos orilla a tomar esta decisión, ante la soberbia negativa de pagar los adeudos contraídos por la prestación de servicios.
Satisfecho me siento de haberle entregado a esta frontera cientos de empleos, de haber sido escuela y semillero de personalidades que se foguearon en este medio y que ahora ocupan puestos públicos o ejercen sus carreras profesionales con éxito.
Cumplí como ser humano, como ciudadano, como creí conveniente hacerlo, con convicción y amor por mi ciudad; luché acompañado de colaboradores leales hasta el final, a quienes les estoy infinitamente agradecido.
Todo en la vida tiene un principio y un fin, un precio que pagar. Y si este es la vida, no estoy dispuesto a que lo pague ni uno más de mis colaboradores, tampoco con mi persona.
Muy agradecido estoy con aquellos anunciantes y lectores que nos acompañaron a lo largo de este viaje.
Por mi parte, soy un hombre de combate que seguirá luchando desde otras trincheras, aportando siempre, siendo leal a mis ideales y a mi ciudad.
Gracias Lic. Oscar A. Cantú Murguía
(Con información de AP)