Caleta y Caletilla destruidas por ‘Otis’
Texto: Jesús Guerrero
De las tradicionales playas de Caleta y Caletilla nada quedó.
Hasta el martes 25 de octubre en la tarde, unas horas antes de que entrara de lleno el huracán Otis, en estas dos playas se escuchaba el bullicio de la gente que se divertía en el mar o sentado en las sillas con sombrilla escuchaba música, comía y bebía.
Pero todo se apagó.
Ahora estas dos playas lucen con sus restaurantes y fondas destruidas y con toneladas de basura tiradas en la arena.
Del zócalo hacia estas dos emblemáticas playas hay un recorrido de aproximadamente dos kilómetros en una vía en donde hay escombros, árboles y postes de luz eléctrica tirados sobre el pavimento o en las banquetas.
A siete días de la tragedia por el Otis, sigue el caos en esta zona de Acapulco. Los prestadores de servicios y dueños de restaurantes permanecen sentados en la banqueta afuera de la playa en espera de ayuda.
Aquí aún no se ha restablecido el servicio de luz eléctrica, aunque si en algunos puntos hay conectividad por internet.
“Aquí no hay luz pero esperamos que el presidente Andrés Manuel López Obrador cumpla con su promesa de que en estos días habrá el servicio”, dijo un lanchero.
En el recorrido para llegar a Caleta y Caletilla se observan a varias cuadrillas de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) levantando postes de luz.
Fernando Ruiz Hernández, mesero del restaurante Cocoluyo, es optimista y dice que en diciembre próximo este sitio otra vez estará lleno de turistas.
“Aquí en Caletilla se cayeron 22 restaurantes; nos quedamos sin nada, dice Fernando Ruiz quien recoge los escombros de su lugar de trabajo.
En estos restaurantes de Caletilla y Caleta, los turistas disfrutan la comida tradicional de este puerto; pescado a la talla, ceviche, pulpo enamorado, caldo de camarón, quesadillas.
“Vamos a salir adelante”, señala Fernando Ruiz quien insiste en que en unas semanas toda esta zona volverá a la normalidad.
El mesero del restaurante Cocoluyo camina entre los escombros y con sus manos recoge las ramas.
Afuera de las dos playas la gente que tiene una fonda o un pequeño negocio de ropa, que también fueron destruidos, hacen fila para que les den agua.
Pero también en la arena de las dos playas hay varias lanchas semi destruidas.
En un islote que separa a estos dos balnearios el Mundo Mágico Marino que es un espacio de diversión y que también quedó derruido por Otis aunque desde el 2012 está abandonado por las deudas que tenía con sus trabajadores que tienen una demanda laboral.
Este islote que está en medio de las dos playas era propiedad del general Maximino Ávila Camacho, pero en 1949, este espacio fue expropiado por el entonces presidente Miguel Alemán Valdez.
Otro de los emblemáticos lugares que tuvo destrozos es el hotel Boca Chica que está a un costado de la playa Caletilla. Todas las habitaciones tienen los vidrios rotos.
“Durante la pandemia del Covid-19, cerró y al parecer ya hasta estaban a punto de abrirlo otra vez”, dijo Fernando Ruiz al referirse al hotel Boca Chica que durante la época de bonanza de Acapulco del turismo nacional e internacional cobró fama porque aquí se hospedaban actores y actrices de gran prestigio como Germán Valdez Tintán.
A varias millas y de frente a Caleta y Caletilla la isla de La Roqueta luce sola.
“Desde las cinco de la tarde del martes 25 (de octubre), toda la gente que estaba en la Roqueta regresó en las lanchas. Nadie se quedó y no sabemos qué tan graves fueron los destrozos pero suponemos que el huracán lo arrasó todo”, dijo Fernando Ruiz.