Arturo Beltrán Leyva secuestró a García Luna, testifica ‘El Grande’
Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, secuestró a Genaro García Luna cuando el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública dejó de apoyarlo, según reveló Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, ex policía federal y ex lugarteniente del entonces líder del Cártel de los Beltrán Leyva.
Según el testimonio de Villarreal Barragán, que han dado a conocer periodistas que cubren el juicio de García Luna en Nueva York, “El Barbas” secuestró al entonces titular de la SSP Federal en una carretera de Morelos, rumbo a Cocoyoc, “porque estaba apoyando mucho al bando” de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y de Ismael Mario Zambada García, “El Mayo”, en el Cártel de Sinaloa, y “se lo llevaron a ver a Arturo a una oficina”.
“Esto lo hago para que veas que para mí no hay imposibles”, le habría dicho Beltrán Leyva a García Luna, según declaró “El Grande”, quien dijo que “El Barbas” lo devolvió a la carretera donde lo privaron ilegalmente de su libertad, junto a sus agentes de seguridad, a quienes quitaron todos los cargadores de sus armas.
Villarreal Barragán afirmó que los operativos contra los miembros de los Beltrán Leyva eran continuos, mientras que “eran mínimos” contra el grupo que lideraba “El Chapo”. Asimismo, relató que fue una traición dentro del Cártel de Sinaloa lo que comenzó la guerra entre Guzmán Loera y ”El Mayo” contra los hermanos.
Ello sucedió justo después de la detención de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, el 21 de enero de 2008, en Culiacán, Sinaloa, por elementos de la ahora extinta Procuraduría General de la República y de la Secretaría de la Defensa Nacional.
“El Grande” relató que cuando estalló el conflicto interno, “El Barbas” llamó a García Luna para preguntarle de qué parte estaba y este le dijo que permanecería neutral, algo que exacerbó los ánimos de Arturo Beltrán Leyva, aunque pese a ello siguió enviando sus pagos al entonces titular de la SSP federal.
Sin embargo, cuando percibió que las operaciones de seguridad aumentaban excesivamente, intentó llamar a García Luna y hablar con él a través de Luis Cárdenas Palomino, entonces director de División de Seguridad Regional de la Policía Federal, supuesto enlace entre el Cártel de Sinaloa y el funcionario mexicano, pero no fue posible.
“Ya habían capturado a Alfredo Beltrán Leyva, ‘El Mochomo’, y como cada que Arturo hablaba con ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’, nos caía el Ejército, es cuando nos dimos cuenta de la traición. Así es que se llevaron a García Luna a una casa de seguridad en Morelos donde le reclamaron sobre su preferencia sobre la fracción contraria, pues García Luna ya no nos quería responder las llamadas”, narró “El Grande”.
Villarreal Barragán refirió cómo en 2006 los cárteles hicieron una tregua “y nos repartieron el País trabajando muy bien y aumentando las ganancias”, pero luego, “El Grande” lamentó que dicho periodo de paz “no duró ni un año”.
Además, según Keeghan Hamilton, periodista del medio digital estadounidense Vice News, Sergio Villarreal Barragán testificó que García Luna le proporcionó al Cártel de Sinaloa equipos de vigilancia de “un tipo israelí”, en la Ciudad de México.
“Había inhibidores de llamadas, grabadoras, equipos de escuchas telefónicas. Eran muy avanzados. A Arturo le gustaba renovar estos equipos”, afirmó “El Grande” en su testimonio ante el jurado presente en la audiencia llevada a cabo en la Sala 8D-Sur de la Corte del Distrito Este de Nueva York.
Por otra parte, Villarreal Barragán aseguró que durante el operativo que detuvieron a Jesús Reynaldo Zambada García, mejor conocido como “El Rey Zambada” y hermano de “El Mayo”, líder del Cártel de Sinaloa, él y otros sicarios de los Beltrán Leyva participaron disfrazados de agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, de la ahora extinta Procuraduría General de la República; ellos lo atraparon y después lo entregaron a verdaderos agentes.
“El Grande” dijo que, incluso, antes de entregar a “El Rey Zambada” a las autoridades federales, tomaron fotos, temiendo que lo fueran a “intercambiar”, ya que “en México todo puede pasar, la corrupción es muy grande, y se cambian detenidos en los operativos”.
Por otra parte, según la versión de Villarreal Barragán, la división entre los cárteles también fraccionó a las instituciones mexicanas. Por ejemplo, la Policía Federal, y parte del Ejército, estaban con “El Chapo” y con “El Mayo”, mientras que la Agencia Federal de Investigación AFI, de la PGR, y otra parte de las Fuerzas Armadas, estaban con “El Barbas”.
Además, “El Grande” reveló algunos de los avisos que les enviaban comandantes de la AFI o de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, para evitar que fueran detenidos. “Un ejemplo fue en la boda de ‘La Barbie’ [Édgar Valdez Villarreal], en Acapulco [Guerrero]. Bayardo nos avisó que harían un operativo así es que, aunque la fiesta se hizo, no fue nadie, ni siquiera el novio”, se quejó.
Édgar Enrique Bayardo García, alias “El Tigre”, fue inspector de Operaciones de la Policía Federal Preventiva y posteriormente fue detenido por la Procuraduría General de la República, acusado de trabajar para “El Mayo”.
Asimismo, Villarreal Barragán afirmó, durante su testimonio, que el Cártel de Sinaloa intercambió cocaína falsa con la droga real incautada en la mayor redada del mundo, realizada en Manzanillo, Colima, en 2007, en la que se confiscaron 23 toneladas.
“Entonces en un rancho donde entrenábamos sicarios también preparamos cocaína falsa” dijo el testigo, quien detalló cómo hacían dicha mezcla con “harina y azúcar, humedecidas con acetona y éter, aplicándoles barniz para que brillara una vez ya seca”.
Dicho cargamento lo llevaron al Manzanillo para cambiarla por la cocaína verdadera. “Después de eso, Arturo [Beltrán Leyva] estaba muy contento pues había recuperado su cargamento casi sin pérdida”, recordó Villarreal Barragán.
“El Grande” recordó, también, que la orden dada por Arturo Beltrán Leyva de mandar matar a los comandantes que trabajaban para ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’, entre ellos, el coordinador general de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva (PFP). “Conseguimos las llaves de la casa de Edgar [Eusebio] Millán [Gómez] y un pistolero lo esperó dentro y lo mató”, en su domicilio particular de la Ciudad de México, el 8 de mayo de 2008, en venganza por el arresto de “El Mochomo”.
¿QUIÉN ERA ARTURO BELTRÁN LEYVA?
Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, nació en Badiraguato, Sinaloa, el 5 de febrero de 1958. Era considerado el hombre de confianza de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, de quien también era primo y compadre. Sin embargo, en 2007 rompió con el capo sinaloense y el Cártel de Sinaloa se dividió.
El Cártel de los Beltrán Leyva, que fue liderado por los hermanos Marcos Arturo, Alfredo, Héctor, Esaúl y Carlos, tuvo su origen en Sinaloa, pero llegó a operar también en Chiapas, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa y Tamaulipas.
En dichos estados, en especial en Guerrero y Morelos, llegaron a tener una pugna con su ex jefe de seguridad, Édgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, a quien las autoridades arrestaron en agosto de 2010. Como aliados tenían a “Los Zetas”, al igual que el brazo armado del Cártel de Juárez, un grupo de sicarios conocido como La Línea.
“El Barbas” fue asesinado a los 51 años de edad por infantes de élite de la Secretaría de Marina, el 16 de diciembre de 2009, en el condominio Altitude, también en Cuernavaca, Morelos.
Aproximadamente las 17:15 horas de ese día, unos 25 elementos de la Fuerzas Especiales de la Armada descendieron en soga desde helicópteros suspendidos sobre las torres del complejo de cinco edificios de más de 10 pisos de altura, dos amplias albercas y una cancha de tenis, donde el capo sinaloense tenía su residencia.