Área donde fallecieron migrantes en Ciudad Juárez estaba cerrada con llave
Por: Rocío Gallegos y Gabriela Minjáres / La Verdad
El área donde se registró el incendio en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, estaba cerrado con llave.
El video del inicio del incendio en el centro en mención fue filtrado. Ahí se observa que trabajadores de Migración no hicieron nada por dejar salir y rescatar a las personas migrantes encerradas mientras ocurría el siniestro.
El siniestro se generó en el área destinada a personas migrantes del sexo masculino mayores de edad, que se localiza en las instalaciones del Instituto ubicadas junto al puente internacional Lerdo-Stanton, frente a la Presidencia Municipal y a escasos metros del río Bravo, límite fronterizo con Estados Unidos.
En esa área, que se encontraba cerrada bajo llave, había 68 migrantes hombres de Centro y Sudamérica, algunos de ellos retornados por Estados Unidos a México bajo el Título 42 y otros que fueron asegurados este lunes por agentes del INM en un operativo especial realizado en la ciudad para retirarlos de los cruceros viales donde limpian vidrios, venden dulces o piden dinero.
Alrededor de las 21:00 horas los migrantes se empezaron a inconformar porque durante todo el día no les habían dado agua para beber y tenían sed, se informó.
Las quejas subieron de tono hasta que presuntamente a las 21:30 horas prendieron fuego en el lugar donde se encontraban recluidos, esperaban que les abrieran la puerta, pero se comenzaron a intoxicar y a quemar, de acuerdo con datos preliminares de las investigaciones.
“La culpa la tiene Migración, esto que está pasando es culpa de ellos”, dijo Vianey Infante, una migrante venezolana que esperaba la liberación de su esposo en el exterior de la estación migratoria cuando se desató el incendio.
La mujer contó que acudió al INM porque le dijeron que iba a soltar a su marido al comprobar ser parte de un núcleo familiar de migrante, pero pasadas las 9:30 de la noche vio salir mucho humo del centro migratorio y que se comenzó a desalojar a las mujeres recluidas, menos a los hombres.
“Me asomé y me puse a llorar” contó. Dejaron a los hombres encerrados en las celdas, nunca los sacaron, narró la mujer, quien por eso peleó con agentes del instituto. “Son unos inhumanos”.