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Bajo investigación

Andrés Roemer afirma estar ‘muerto en vida’ ante acusaciones de abuso sexual

El ex diplomático mexicano habla desde Tel Aviv, donde se encuentra en prisión domiciliaria, sobre su situación personal y legal, de la cual acusa irregularidades

Andrés Roemer Slomianski, ex diplomático mexicano que enfrenta acusaciones de abuso sexual y violación, dijo sentirse “muerto en vida” por vivir bajo el estigma de ser un “violador”.

Durante una entrevista realizada por la periodista Lourdes Munguía, transmitida este miércoles en el noticiero “Ciro por la mañana”, el escritor, de 60 años, también señaló que sabía que no se había escapado de la justica en México, sino de la injusticia, por lo que huyó a Israel entre marzo y abril de 2021.

Desde enero de 2024, Roemer cumple una prisión domiciliaria en un departamento ubicado en la ciudad israelí de Tel Aviv, tras pasar por una cárcel del país de Oriente Medio, después de que el 14 de junio de 2021, la la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México solicitó al Gobierno de Israel su detención con fines de extradición, bajo el principio de reciprocidad internacional, según informó la entonces titular de la institución, Ernestina Godoy.

Roemer Slomianski fue detenido el 2 de octubre de 2023 en Tel Aviv, pero le cambiaron la medida cautelar en diciembre del mismo año para llevar su proceso en un domicilio particular. Actualmente estaba en espera de que el Gobierno de Israel resolviera si lo regresaba a México o no para enfrentar cuatro acusaciones por abuso sexual y una por violación.

“Hubo una tormenta perfecta contra mi causa [...] fue horrible el poderme escapar [de México]. No me escapé de la justicia, sino de la injusticia. Llevo aquí tres años. No me permiten una evidencia, no reconocen a mi abogada, jurídicamente me deberían de dar el derecho. No es que me haya escapado de la justicia porque no había nada en contra mía, estaba previniendo que me metieran injustamente a la cárcel y que me destruyeran con lo que ya habían destruido”, expresó.

“No puedo rentar un departamento, no puedo abrir una cuenta de banco, no puedo tener un seguro social, he tenido que renovar mis visas de turista”, añadió Roemer Slomianski, quien también contó que pidió trabajo en tres universidades en Tel Aviv y se lo negaron, además de que intentó ser guía de turistas.

“Yo no estoy de vacaciones ni divirtiéndome [...] Hay una lepra que es peor que cualquier tatuaje y es la lepra de esta acusación, lo viví en la cárcel, el ser acusado de violador es un tatuaje que te sirve para ser atacado el resto de tu vida, es una sombra que te sigue, que te destruye”, enfatizó.

El ex diplomático insistió en que había irregularidades en su caso y acusó a las autoridades mexicanas de actuar de “una manera muy extraña”. También afirmó que se sostenía económicamente del apoyo que recibía de un amigo “que no tiene mucho dinero” y de sus ahorros.

“Vendí mi coche, vendí dos relojes que tenía. No soy ningún santo. No soy ninguna persona perfecta ni nadie lo es, pero yo hablo por mí asumo mucha responsabilidad, no soy una víctima mucho menos, pero sí he padecido muchas cosas inmerecidas”, expresó.

“Puedo asumir que le abrí la puerta de mi vida a mucha gente que no debería, que he sido demasiado confiado, que puedo pecar de extrovertido, que me importa mucho caer bien aunque a veces logro lo contrario, que puedo hacer muchas cosas.

“Si volviera a nacer sería mucho más precavido, mucho más desconfiado, mucho más prudente. Hubiera también generado menos expectativa en relaciones íntimas, hubiera tenido la valentía que sí yo salía con alguien tres meses y pues no me late, terminar y hacerlo más fácil, pero no puedo colgarme una medalla de algo que nunca he hecho y las barbaridades que me han adjudicado acaban con tu vida, estás hablando con un muerto en vida”.

Roemer Slomianski insistió en que no existía ni una sola querella que se presentara de forma voluntaria ante la FGJ-CDMX y que las cuatro denuncias que pesaban en su contra fueron interpuestas luego de que la institución invitó a las supuestas víctimas a presentarlas.

“Estas cuatro denuncias, no tenía acceso a eso. Todas son copias, están llenas de los mismos absurdos y de contradicciones [...] No hay una sola denuncia, primero me querían armar 12, de las 12 se fueron a cinco, ahorita hay cuatro, de las 12 no pudieron por más que quisieron, dejaron cinco, están hechas con las patas”, criticó el ex académico, quien, sin embargo, dijo tener esperanza en que las cosas se aclararían.

“No es por mí, no se trata de mí, se trata del mundo. Estamos viviendo en una cacería de brujas, en un macartismo, en una correctitud política, en una bipolarización, en un mundo que divide entre chairos y fifis, entre hombres y mujeres, entre verdes y rojos, entre oprimidos y opresores y sobre todo que está generando una deconstrucción equivoca donde destruye pero no está proponiendo una solución hacia el futuro y somos cientos de miles de personas que hemos sido acusados falsamente.

“Después de las falsas acusaciones que se me han hecho, después de las maquinaciones, de la manipulación, de la fabricación de delitos que se me ha hecho, mi vida ha sido otra, donde he encarnado a una persona que ha perdido casa, identidad, nombre, que ha visto doler el sufrimiento de sus familiares, que de un círculo de amigos termina con un punto, pero también he tenido una vida extraordinaria”.

No obstante, explicó que en las carpetas de investigación de las cinco denuncias en su contra había supuestas inconsistencias en las declaraciones de las mujeres con respecto a fechas, lugares y cómo sucedieron las presuntas agresiones, por lo que acusó que todo había sido manipulado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.