AMLO pide frenar a la oposición y hacer que continúe ‘la transformación’
La noche del 1 de julio de 2018, después de que el Instituto Nacional Electoral anunciara que había ganado la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador salió al Zócalo capitalino para dar un mensaje a sus seguidores, a quienes prometió que desde el primer día de su gobierno trabajaría por “una transformación de la vida pública”. “No les voy a fallar”, dijo, y confesó su anhelo de despedirse del cargo en 2024 como “un buen Presidente”.
Cinco años después de ese discurso, el mandatario volvió a salir a la principal plaza pública de México —que él mismo ha convertido en símbolo de sus luchas políticas— no solamente para conmemorar el quinto aniversario de su triunfo, sino también para marcar el inicio del fin de su sexenio e insistir en que el proyecto que representa debe continuar y resistir a los actores políticos de oposición, que tachó de “supremo poder conservador”.
“Como es natural, el proceso de transformación del país ha creado una oposición conservadora, obcecada en regresar por sus fueros”, dijo el mandatario en la última parte de su discurso, cuando la lluvia ya empezaba a ahuyentar a algunos de los presentes y a hacer que otros sacaran capas y sombrillas para aguantar hasta el final.
Pero antes, López Obrador se tomó su tiempo para generar expectativa. A diferencia de otros mítines en el Zócalo, en esta ocasión no salió puntual, a las 17:00 horas previstas, sino casi 30 minutos después.
Tampoco tomó de inmediato el micrófono; en cambio, saludó a las personas que estaban en primera fila y dejó que el sonido local presentara a todo su gabinete, a los coordinadores parlamentarios de Morena y a los 23 gobernadores y gobernadoras en funciones y electa del bloque Morena-PT-PVEM.
Una de ellas, la futura Gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, todavía habló antes que el Presidente y llamó a continuar con la “cuarta transformación”. Minutos antes, la nueva secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, aseguró que la presencia de jóvenes como ella en el movimiento lopezobradorista es señal de que se buscan relevos generacionales que mantengan las acciones que están en marcha.
Exactamente a las 18:01, López Obrador se colocó frente al micrófono y comenzó un discurso de una hora con cuatro minutos, tiempo en el que repasó algunos de los que considera sus principales logros e insistió en los proyectos que quiere concluir antes de dejar Palacio Nacional.
La presentación de ayer probablemente haya sido la última que López Obrador encabeza como máximo representante único de la “cuarta transformación”, según lo ha reconocido él mismo, dado que para septiembre ya se habrá anunciado quién ocupará la candidatura presidencial del bloque Morena-PT-PVEM.
Acciones, promesas y pendientes de AMLO
Entre las acciones que López Obrador destacó, estuvieron el aumento a la pensión para personas adultas mayores, la recuperación económica después de la pandemia de COVID-19 —de 3%, dijo— y la venta del avión presidencial.
Frente a miles de personas, algunas de ellas movilizadas desde temprano desde alcaldías de la Ciudad de México gobernadas por Morena e incluso de estados como Guerrero, Puebla o Veracruz, el Presidente también insistió en compromisos que considera claves. Por ejemplo, que para el cierre del sexenio México deje de importar gasolinas y tenga autosuficiencia energética.
Además, se refirió a dos temas prioritarios para la ciudadanía, seguridad y salud, y aunque reconoció pendientes, aseguró que entregará buenas cuentas.
“Se avanza hacia la erradicación de la violencia”, dijo sobre la inseguridad, a pesar de que los informes diarios de su propio gobierno este sábado dieron cuenta de que junio cerró con 2 mil 303 homicidios dolosos, la segunda cifra más alta para un mes en lo que va del año. Hasta ahora, mayo tiene la primera posición con 2 mil 350 asesinatos.
En cuanto a salud, aseguró que al final de su mandato el sistema público será “uno de los mejores del mundo”, pese a que a lo largo del año ha habido continuos reportes de desabasto de medicamentos, cirugías retrasadas y mala atención en hospitales de todo el país.
‘Respaldarse con el pueblo’
De la hora con cuatro minutos que habló, López Obrador dedicó los últimos 10 a criticar a la oposición, defender su proyecto y llamar a establecer una alianza con “el pueblo”, sin aludir a quienes aspiran a la candidatura presidencial de Morena y a sucederlo en el cargo.
Esos seis aspirantes, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña, acudieron al mitin pero no subieron al templete; permanecieron entre el público y difundieron en redes sociales una foto juntos.
Durante el final de su intervención, el Presidente acusó al empresario y activista Claudio X. González de ser el líder del bloque opositor, al que insistió en tachar de “supremo poder conservador”, y subrayó que sus correligionarios deben estar cerca de la ciudadanía.
“Es necesario, por convicción y protección política, apoyar a los de abajo, aliarse siempre y sustentarse, respaldarse siempre con el pueblo”, dijo.
“Lo más humano y lo más eficaz es mirar siempre, atender siempre, caminar siempre acompañados de la gente”, remarcó.
Pasadas las 19:00 horas, cuando la lluvia empezaba a caer y amenazaba con dispersar a los asistentes, López Obrador apuró el final de su mensaje.
Rodeado de su gabinete, frente a Palacio Nacional —donde ha despachado desde el 1 de diciembre de 2018— y a 15 meses de que termine su gestión —el 30 de septiembre de 2024—, urgió a que sus correligionarios vuelvan a aliarse con “el pueblo” para que la “cuarta transformación” pueda continuar.
“Si nos preguntan quién es nuestro mejor aliado, ¿qué respondemos? ¡El pueblo! ¿Por quién estamos aquí? ¡Por el pueblo! ¿A quién hay que servirle primero? ¿Con quién transformar? ¿En quién confiar? ¿Quién nos protege? ¿Qué somos?”, arengó a la plaza, antes de concluir con un “¡Pueblo, pueblo, pueblo!”.