Virgen de La Puntilla, la guardiana de los pescadores y la combatiente de los ciclones en Mazatlán
En Mazatlán existe una figura simbólica que es reverenciada por cientos y, se dice, es la guardiana de los pescadores y la responsable de defender a Mazatlán de los huracanes.
Mirando hacia el Océano Pacífico, la Virgen de La Puntilla llegó a Mazatlán en 1975, después del Huracán Olivia, considerado como el más terrible y devastador que ha tocado el puerto.
Fue colocada por la comunidad de pescadores con ayuda de la Diócesis de Mazatlán, aprovechando una remodelación de las áreas del recinto portuario, que fue cuando se hizo la popular explanada.
Se trata de la Virgen María del Mar, hoy en día cercada de flores que cada vez que se marchitan las mismas familias que las pusieron las hacen mudar, además de fotografías y nombres de pescadores que perdieron la vida en el mar.
Aquí cada inicio de temporada de pesca de camarón los familiares de los pescadores vienen a decirle “adiós” a sus esposos, a sus papás, sus abuelos o sus tíos, a quienes no volverán a verlos en dos o tres meses más.
Los fieles de la Iglesia Católica recuerdan que la virgen fue colocada en ese sitio por ser considerada como la patrona de los hombres de mar y sus familias, pero realmente, fue hasta 10 años después de su llegada cuando la creencia se volcó en las calles y la virgen se ganó la fama de milagrosa.
“Diez años después de esa desgracia, se abatió sobre Mazatlán una psicosis por un supuesto maremoto vaticinado en un programa de televisión”, recuerda el cronista de la ciudad, Enrique Vega Ayala.
Esa psicosis fue el resultado de distintos terremotos que aquel año llevaron al infortunio a muchas comunidades en el mundo, a muchas familias. Pero en Mazatlán no ocurrió ningún maremoto. De hecho, no ocurrió nada.
“Decían que un tsunami se abatiría sobre nosotros, pues no paraba de temblar en el mundo, luego de los terribles temblores que sufrió la Ciudad de México el 19 de septiembre de aquel año”, indica el cronista.
“Como resultado, en octubre, los medios de comunicación dieron cuenta de rumores de que la Virgen de La Puntilla había modificado la posición de sus manos o que había otras imágenes llorando ante la inminencia del cataclismo”.
Esos rumores más tarde se transformaron en fe, y más tarde todavía, en devoción.
Hoy en día la Virgen de La Puntilla “vigila” el Océano Pacífico y es a ella a quien los católicos agradecen cada vez que un huracán desvía su rumbo o cuya fuerza no es tan grande como para devastar Mazatlán, como lo hizo el inolvidable Huracán Olivia.
La virgen se ha “enfrentado” a terribles enemigos, como el Huracán Willa, en 2018, Odile en 2014, y el inolvidable Ismael, en 1995.
Al año se celebran dos misas en su honor: el 12 de septiembre en recuerdo de los pescadores que perdieron la vida con el Huracán Ismael, y el 12 de diciembre, Día de la Señora de Guadalupe en la religión católica.