"Van 9 lobos marinos muertos en playas de Mazatlán en este año que apenas empezó"
SIBELY CAÑEDO
En menos de 24 horas dos lobos marinos aparecieron muertos en playas de Mazatlán, por lo que suman nueve ejemplares sin vida en lo que va del año, sin que se conozcan las causas de la mortandad.
Por la mañana del domingo se reportó que uno de estos mamíferos flotaba sin vida junto a la Casa del Marino, por el Paseo Claussen.
En poco tiempo, la marea arrojó el cuerpo hacia los arrecifes.
La Profepa activó el protocolo de Varamiento de Especies Marinas y le dio sepultura.
Como en los casos anteriores, se trató de un macho en edad adulta sin aparentes golpes, ni daños por redes o artes de pesca. Medía dos metros y tenía partes de su piel desprendida, por lo que pudo haber fallecido hace varios días.
A la altura de la Glorieta del Corazón, situada en el Paseo del Centenario, se registró el hallazgo de otro lobo marino en condiciones similares.
Este ejemplar fue dejado en la zona, ya que se encontró en un lugar de difícil acceso, y el artículo 57 de la Ley de Varamientos de Especies Marinas permite esta acción.
Este último presentó la piel totalmente desprendida y despedía olores fétidos.
El viernes 2 de febrero, la Procuraduría Ambiental informó que habían atendido siete varamientos de lobos marinos en Mazatlán durante enero. En todos se cumplió el protocolo de darles un destino final, enterrándolos en la arena.
De acuerdo con el comunicado, esto se hizo “en estricto apego a lo señalado en el Protocolo de Atención para Varamientos de Mamíferos Marinos publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 17 de junio de 2014.”
En un inicio, se pensó que el mismo lobo marino habría sido cambiado de lugar por las mareas, pero después se verificó que se trataba de dos ejemplares diferentes.
Aunque no está confirmado, una hipótesis del múltiple deceso es la actividad pesquera, por lo que ya se giraron recomendaciones a las cooperativas pesqueras.
“Hasta el momento son puras hipótesis, puede ser desde causas naturales, una enfermedad o actividades antropogénicas, como la pesca, lo que sigue son los protocolos, escuchar las opiniones técnicas de los investigadores y comenzar a descartar posibles causas”, expresó Tesemi Avendaño, delegado de Profepa en Sinaloa.