Sinaloa está en una bomba de tiempo en materia de seguridad: Psicóloga
MAZATLÁN._ En Culiacán, Sinaloa, la violencia ha alcanzado niveles alarmantes, dejando un rastro de muerte, pérdidas económicas y daños profundos en la estructura psíquica de la población.
De acuerdo a la Psicóloga social Diana Margarita Bastidas López, los recientes eventos violentos han sumido a la ciudad en un estado de riesgo elevado.
“Ahorita hay contagio social, hay fobia, hay violencia donde estamos permeando como algo que es parte de nuestra vida cotidiana”, señaló.
“Hay personas que tienen pulsiones negativas, entonces quienes se vuelven los héroes o los villanos, depende del punto de vista, y el daño es permanente y está ahí”, reflexionó Bastidas López, en entrevista en las instalaciones de Noroeste, en Mazatlán.
Además, consideró que los efectos de la pandemia de Covid-19 y el consecuente aislamiento han contribuido a deshumanizar y desvincular a la sociedad, dejándola aún más vulnerable.
“Venimos de un aislamiento donde hubo un proceso de deshumanización y nuestra sociedad quedó desvinculada, súmale esto, es una bomba de tiempo, Sinaloa está en una bomba de tiempo”, advirtió Bastidas López.
Manifestó que los efectos del terrorismo se sienten de manera palpable en Culiacán.
“Esas explosiones de carros, esas balaceras constantes, ese cierre de la ciudad, es terrorismo. Es un acto terrorista, sí allá está viviendo actos terroristas”, afirmó.
Dañan la salud mental
Para la especialista, los impactos de estas acciones van más allá de la violencia física y repercuten en la salud mental de los ciudadanos.
La psicóloga enfatizó que el daño a la sociedad sinaloense es permanente y provoca un síndrome de estrés postraumático.
”La naturalización sí existe, sin embargo, no la minimizamos; estamos viviendo un síndrome de estrés postraumático después de estos sucesos”, explicó.
Este fenómeno se observa, según Bastidas López, tanto en la ansiedad, depresión y psicosis, como en la normalización de la violencia.
La actual violencia es más grave que los dos “culiacanazos”
En comparación con los dos anteriores “culiacanazos”, Bastidas López considera que la situación actual es aún más grave.
“En aquellos dos momentos, los dos ‘culiacanazos’ anteriores, fueron dos, un día y un día, y volvió la calma. Hoy tenemos varios días de violencia, según la experta.
Para Bastidas López esta exposición constante a imágenes y videos violentos ha erosionado la capacidad de manejar el impacto psicológico.
“El efecto de la estructura psíquica ya no es manejable, ya no nos pueden venir a decir cómo en el 68, de que fueron 15 muertos, no mentiras”, añadió, refiriéndose a cómo la verdad cruda se impone a la narrativa oficial.
La psicóloga advirtió que la sociedad está atrapada entre el estrés postraumático y la peligrosa aspiración a la violencia como fuente de poder.
También mostró su desacuerdo con las declaraciones del Gobernador del estado, Rubén Rocha Moya, quien ha instado a los comerciantes a abrir sus negocios.
“Lamento venir escuchando, lo que venía escuchando ahorita por parte del Gobernador, que los invita a abrir los comercios. No soy partidista, sin embargo, creo firmemente que los gobiernos tienen que entender que ya la información es cruda, deben de partir desde la verdad y la honestidad con los ciudadanos y no hay nadie que nos garantice que vamos a salir a la calle y las cosas van a estar bien”, puntualizó.
Prevención en situaciones de riesgo
Ante los recientes episodios de violencia en Culiacán, los mazatlecos deben ser cautelosos y actuar con responsabilidad para proteger su bienestar, así lo señaló Diana Margarita Bastidas López, psicóloga social, al compartir algunas recomendaciones clave.
”Yo recomendaría, uno, no difundir noticias falsas, eso no ayuda a nuestra propia calidad de vida. Si yo difundo un rumor o una noticia falsa no estoy haciendo que nuestra sociedad pueda vivir tranquila”, subrayó Bastidas López.
En tiempos de incertidumbre, la propagación de información no verificada solo aumenta el miedo y la desconfianza entre la población.
La psicóloga también enfatizó la importancia de limitar las salidas del hogar y solo realizar las actividades esenciales.
“Dos, hacer las vueltas necesarias, mantenerte fuera de tu casa lo indispensable, entender que estamos todavía los mazatlecos en un sitio seguro, afortunadamente, creo que esto ha quedado contenido en el centro-norte de Sinaloa, sin embargo, pues tomar las precauciones necesarias”, explicó.
Atender las secuelas psicológicas
Bastidas López resaltó la necesidad de abordar las secuelas psicológicas que estos eventos pueden dejar en la población.
”En Sinaloa va a ser indispensable, que se oferte, que se dé atención psicológica y psiquiátrica permanente a partir de estos hechos. Es indispensable que entendamos que las fobias sociales, que daños y el trauma posterior a toda esta situación van a quedar permanentes y va a ser indispensable la atención terapéutica”, indicó.
La intervención de instituciones educativas y gubernamentales, así como de organizaciones paraestatales, será crucial en este proceso.
”Ahí vamos a entrar universidades, cuestiones gubernamentales, para gubernamentales, para ofrecer servicio a la población sea gratuito, que sea a bajo costo, porque es caro. Tenemos que entrar todos a esta batalla, como fue con el Covid, que muchos psicólogos nos preparamos para poder atender pacientes e incorporarlos a la sociedad”, afirmó la experta.
Propuso que se desarrolle un programa de salud específico para atender las secuelas psicológicas que están surgiendo.
“En Sinaloa es necesario ya ir pensando en un programa de salud para atender esta secuela”, concluyó.
Los síntomas del trauma
En los últimos días, Culiacán ha sido escenario de actos de violencia que han dejado huella en sus habitantes.
Según la psicóloga social Diana Margarita Bastidas López, estas situaciones pueden desencadenar una serie de síntomas que indican la presencia de un trauma.
”La sintomatología puede ser muy variada”, explicó⁸ Bastidas López.
“Desde que una persona no quiera salir a la calle, hasta sentir desesperación o ansiedad en lugares públicos”.
Estas sensaciones son cada vez más comunes en la población afectada por la violencia reciente.
Una de las patologías más frecuentes en estos contextos es la fobia social.
La especialista comentó que esta se manifiesta cuando “se empiezan a sentir temores al estar en lugares públicos, algo que antes no ocurría”.
Esto, “ya es un foco rojo” que requiere atención.
Entre otros síntomas, se presentan “falta de respiración, sudoración, irritabilidad, cambios de humor repentinos, insomnio, dolores de cabeza y pérdida de apetito”, detalló la psicóloga.
“Creo que son síntomas de un estrés postraumático”, añadió.
Los niños también son vulnerables.
“Se aíslan, no quieren salir o convivir, presentan pérdida de sueño o pesadillas”, comentó.
“Hay una línea muy delgada; el niño no distingue entre la realidad y la ficción, por eso no es recomendable que vean ciertas películas o jueguen ciertos videojuegos”.
Una manifestación constante en los menores es “la falta de control de esfínteres durante la noche, lo que habla de un terror nocturno”, indica la psicóloga.
Además, aquí hay que, en situaciones de peligro como un fuego cruzado, “no levanten la cabeza para exponerlos lo menos posible” y, posteriormente, “hablarles con la verdad, a su altura y a su nivel”.
En Mazatlán, se están tomando medidas para brindar apoyo psicológico.
“Hay un programa, una asociación civil que está dando apoyo psicológico; nosotros, como universidad, tenemos varios practicantes con proyectos”, explicó.
Qué hacer en caso de balaceras durante las clases
En casos de balaceras durante horarios de clases, la experta en salud mental enfatizó que “al maestro le toca mantener la calma, tener la cabeza fría, anteponer la salud de sus alumnos antes de la propia, y tratar de distraer la atención del hecho violento”.
“Es fundamental llevar a los niños a algún juego o distractor para que el recuerdo quede lo menos posible”, enfatizó.
El ‘jueves negro’
El jueves se ha convertido en un día que resuena con un doloroso anclaje emocional para los sinaloenses.
“Estamos hablando del ‘culiacanazo 1’, ‘culiacanazo 2’ y tentativamente estar predispuestos pensando que la violencia tendría que haberse exacerbado el día de hoy”, señala Diana Margarita Bastidas López, psicóloga social.
Los sucesos violentos que han ocurrido en los últimos años en Culiacán, específicamente los llamados “culiacanazos”, han generado una sensación de alerta y temor en los ciudadanos.
“Decir una frase como hace un rato, ‘todavía no acaba el día, hay que ver qué pasa alrededor del día de hoy’, refleja los efectos psicológicos de esos momentos violentos en nuestra historia”, añade Bastidas.
La psicóloga explica que esta percepción no es casual. “Antropológicamente, esto tiene un efecto histórico, psicosocial, cultural, religioso”, asegura.
En varias culturas, el jueves ha sido un día vinculado a energías intensas y conflictivas.
“El jueves es el día tristemente o históricamente marcado como un día oscuro, de grandes energías, es el día dedicado a Júpiter y a Thor, los dioses de la guerra, de la parte bélica”, detalla Bastidas.
A nivel energético y espiritual, algunas personas también consideran el jueves como un día reservado para rituales oscuros.
“Si vas y platicas con las personas que hacen cierto tipo de rituales o cierto tipo de situaciones a nivel religioso, los días jueves energéticamente son días oscuros, son días dedicados a los rituales de la oscuridad”, explica la psicóloga.
Finalmente, Bastidas subraya que no cree en las coincidencias, sino en la influencia de los eventos históricos sobre la psique colectiva.
“Pienso que no hay coincidencias, creo que todo tiene un anclaje histórico. Estamos hablando de dos ‘culiacanazos’, y hoy Culiacán y Mazatlán están esperando que hoy pase algo fuerte, porque tenemos predisposición en nuestra estructura y psique como ciudadanos”, concluye.