Recuerdan en misa dominical en Mazatlán la importancia de la familia
Como es tradición cada domingo después de Navidad, este 26 de diciembre se conmemoró el Día de la Sagrada Familia en la Catedral de Mazatlán.
Ahí, el padre Jaime Aguilar Martínez, vicario general de la Diócesis de Mazatlán, quien ofició misa de las 9:00 horas, recordó la relación que existe entre la familia, y cómo es que de ahí surge todo acto de amor entre las personas.
Señaló que el proyecto que Dios tiene para la familia, es contemplar y amar a todos su integrantes que juntos forman una sola unión como la Sagrada Familia, sobre todo hacia los hijos, pues es ahí donde nacen los valores, miedos y alegrías de personas que en el futuro tendrán un papel en la sociedad.
“Hay que descubrir eso tan amravilloso y no puede haber otra cosa más que la experiencia de que ahí hay verdaderamente alguien que ame, alguien que es amado y que esa experiencia de relación está limpia, el papá que ama a la esposa, la esposa que ama al papá y que de ellos surge otra experiencia de la descendencia a través de los hijos”.
“Y que el hijo es un vínculo tan profundo no nada más de la vida, sino sobre todas aquellas cosas que implican el egoísmo, la responsabilidad y crítican al fin de cuentas la formación de una excelente conciencia en un corazón que pueda realizar grandes obras”, pronunció.
Señaló que el mayor ejemplo es el de María y José, quienes tomaron la responsabilidar de criar al hijo de Dios para salvar a todos del pecado, por ello dijo que no es correcto que los padres no reconozan los errores de los hijos como propios, pues juntos deben asumirlos”.
“Es decir, ellos (María y José) no son al estilo a veces como nuestros papás que son alcahuetes, que uno y otro se echa la culpa respecto de los hijos o qué se le encarga uno y otro, son los dos”.
Recordó que por medio de Adán y Eva, Dios creó la familia para contemplar el amor puro y limpio que pueden tener entre pareja y los hijos.
Añadió que los hijos son prestados y que gracias a esta encarnación de los primeros humanos ahora es posible contemplar a la descendencia y vivir esa experiencia de amor.