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Ceremonia

Reciben el Equinoccio de Otoño en el Parque Ciudades Hermanas, en Mazatlán

La ceremonia donde las personas conectaron con la naturaleza también incluyó diversas actividades además se congregaron alimentos para personas desplazadas por la violencia de la comunidad de El Palmito

MAZATLÁN._ Decenas de mazatlecos se reunieron este 22 de septiembre en el Parque Ciudades Hermanas para celebrar el Equinoccio de Otoño. El evento fue organizado por el colectivo Interacción Luciérnaga, encabezado por Fernando Manjarrez.

El equinoccio marca el cambio de estación, un momento de reflexión sobre la transformación que ocurre en el planeta y en la naturaleza. Manjarrez destacó la importancia de esta fecha para conectar con el entorno natural de Mazatlán.

“Hoy hacemos conciencia de que el Equinoccio de Otoño significa un cambio de estación”, explicó Fernando Manjarrez. “Es un cambio que no sólo se forma en el planeta, sino también en la naturaleza”.

El otoño en Mazatlán influye en la flora local. “Las hojas y flores de árboles nativos como la plumería rubra, conocida como sacnité, caen durante esta estación. Este proceso es parte del ciclo natural”, comentó Manjarrez.

El evento incluyó actividades para todos los asistentes. Entre ellas, la pintura de piedras que formarán parte de un sendero en el Santuario de Venados, en la playa Selva Sacnité. Este esfuerzo busca proteger y conservar este espacio.

“Estamos pintando piedras que volverán a la naturaleza, para marcar un sendero y proteger el Santuario de Venados, un lugar adoptado por la comunidad y jóvenes”, señaló el líder del colectivo.

Además, hubo una sesión de yoga guiada por Karen Sandoval. La práctica se realizó al aire libre, invitando a los presentes a reconectar con su ser interior y la naturaleza que los rodea.

Esta clase se dio a trueque por alimentos que serán donados a personas desplazadas por la violencia de la comunidad de El Palmito.

El evento fue un espacio de convivencia y reflexión. Los asistentes también pudieron degustar Real del Pulque, una bebida ancestral mexicana, compartiendo un momento de integración en el corazón de Mazatlán.

Manjarrez recalcó la importancia de este tipo de eventos para crear conciencia sobre la interconexión entre los humanos y su entorno. “Nosotros también somos la naturaleza y este cambio de estación nos influye a todos”, concluyó.

Interacción Luciérnaga continúa promoviendo la preservación de la biodiversidad local y la conexión espiritual con la naturaleza, invitando a la comunidad a participar activamente en estos eventos transformadores.