Reciben 40 mujeres prótesis mamarias donadas por Fundación Letty Coppel
Desde hace ya tres años, la Fundación Letty Coppel se une a la lucha contra el cáncer de mama, al entregar prótesis mamarias a sobrevivientes del cáncer.
Este año las beneficiarias fueron 40 mujeres de Mazatlán.
Las sobrevivientes del cáncer de mama fueron recibidas en el hotel Pueblo Bonito por Conny Velarde, coordinadora de Fundación Lety Coppel, quien explicó que la mayoría de prótesis fueron donadas por la propia empresaria sinaloense.
“Cada octubre, ya con este tenemos tres años aproximadamente entregando prótesis de mama gracias a la señora Letty Coppel, cada año vamos aumentando, ahorita de ser 20, ya son 40, algunas afortunadas tuvieron la oportunidad de tener sus dos prótesis de mama, que no podemos dejar de apoyar, porque sabiendo que les faltan las dos, obviamente le vamos a entregar sus dos prótesis a las personas que lo requieran, y se anotaron con el debido tiempo y se les tomaron debidamente sus medidas”, explicó Velarde.
Esta actividad está dentro del programa de la Fundación aunque se entrega a personas diferentes.
“Esta actividad está dentro del programa, pero ellas cada año son diferentes, algunas si nos vuelven a pedir la oportunidad de darles otra prótesis porque se les desgasta, o se les ensucia y nos piden la oportunidad, este año son cuatro que se acercaron, nunca les negamos la oportunidad, entonces si se acercan y la requieren con mucho gusto de les da”, apuntó.
La prótesis entregada comentó que puede, bien cuidada, durar dos años a las beneficiarias.
“Esta prótesis alrededor de dos años bien cuidada, ahí la nutrióloga, que es la indicada, ella les da todas las indicaciones de cómo deben de cuidarla, lavarlas, limpiarlas, cómo ponerse, cómo quitarse, porque toda prótesis viene con sus brasier especial”, apuntó.
Las personas que necesiten pueden llamar a la Fundación, se inscriben y en cualquier oportunidad se realiza la entrega.
Además, dentro de la Fundación comentó existe el programa de Mujeres Guerreras, en la que se reúnen mujeres a hacer pulseras y collares, para luego venderlos y pagarle a una de ellas los estudios médicos de prevención del cáncer de mama.