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Experto

Problema de violencia debe verse desde nivel más profundo: Michael Reed-Hurtado

Es a las autoridades a quienes se les debe exigir resolver los problemas con respecto a inseguridad, de manera transparente y sin opacidad, pero también se requiere una ciudadanía más robusta que participe y dialogue, afirma el especialista colombiano-estadounidense, quien alerta que no hay solución mágica ni inmediata
15/02/2025 07:11

MAZATLÁN._ En una plática con empresarios y activistas de Mazatlán, convocada por Noroeste, el académico colombiano-estadounidense Michael Reed-Hurtado compartió varias ideas con respecto al papel de la ciudadanía y las autoridades ante situaciones de violencia como la que se vive en Sinaloa y cómo poder afrontarlas, pero alertó que no hay “curas mágicas” ni soluciones a corto plazo.

Para el abogado y periodista, es importante dejar claro que son a las autoridades a quienes se les debe exigir resolver los problemas con respecto a inseguridad y violencia que se presentan, pero también se exige una ciudadanía más robusta que participe y dialogue.

A raíz de eso, es por esto que Reed-Hurtado comentó que la sociedad debe de poder comprender a fondo la problemática, para así saber qué es lo que queremos exigirle al Estado en cuestiones de seguridad, pues es un tema que abarca muchas vertientes.

“Siempre vamos a tener una cantidad de factores que promueven que esos problemas tengan lugar, y ahí necesitamos justamente ver cuáles son los factores que motivan, cuáles son los factores que proporcionan oportunidad... cuáles son los factores que controlan, cuáles son los consentimientos... pactos, silencios”, expresó.

“Es importante que al describir el problema lleguemos hasta el último nivel, que es justamente ese nivel del ámbito cultural, social, estructural...”.

Sin embargo, destacó que ante este tipo de temáticas complejas, desafortunadamente el Gobierno responde con opacidad, manejando las cosas con secretismo y el miedo ciudadano se lo permite.

“El miedo es el que permite que el ciudadano delegue todo su poder y les permita a unos profesionales que resuelvan esa cosa que produce miedo, que no entendemos bien qué es”, comentó.

“Creo que al Estado hay que exigirle todo. Pero esto va mejor cuando nuestras demandas están enraizadas y pueden tener una adecuación funcional para lograr lo que queremos”.

Y es que como lo señala el académico, es importante entender cuáles son las reglas que se están operando por parte del Estado y entenderlas, para así demandar la transparencia y que no se oculte información sobre lo que se está viviendo.

“Se piensa que son temas delicados, son complejos y por lo tanto le permitimos trabajar en secretismo. Le permite al estado que no lo diga todo, que no transparente las cosas”.

Reed-Hurtado destacó que otro de los principales problemas que se presentan en sociedades que viven situaciones de inseguridad y violencia, es querer adaptar sistemas que puedan estar funcionando en otros lugares que enfrentan circunstancias similares.

“Hay que recordar que las experiencias de otros sitios que nos provocan esperanzas y se consideran buenas experiencias son valiosísimas como conocimiento, pero si no hacemos un ejercicio de historización y contextualización, las reglas no pegan de la misma manera en ambientes divididos”, comentó.

Reiteró que el problema de la violencia se debe de abordar desde el nivel más profundo, siendo este el ámbito de lo cultural y social, pues la seguridad tiene que ver con todo, con la salud, con la educación, el trabajo, los espacios urbanos, y las acciones positivas en la comunidad, aún pequeñas, son las que pueden accionar soluciones.

Sin embargo, resaltó que este tipo de acciones no traerán soluciones de uno o dos años, sino que sería un proceso que podría alcanzarse en por lo menos dos décadas más, siempre y cuando se esté trabajando de forma constante, pues no es una labor sencilla.

“Con el narco han vivido hace mucho tiempo y ¿saben qué?, van a seguir viviendo con el narco mucho tiempo”, alertó.

En Colombia, la muerte de Pablo Escobar no acabó con el narco, ejemplificó, sin embargo sí se ha logrado sentar a dialogar a actores de la problemática, incluso criminales desde la cárcel.

“Aquí va a haber narco para largo y otras criminalidades”, expresó. “El problema por lo grande no lo van a resolver ni los militares ni aunque se hiciera una negociación con todos los narcos en una mesa y demás”.

Esto, añadió, es mucho más profundo, pues la violencia está enraizada como solución a cualquier conflicto.

“La ilicitud de muchos de nuestros sectores económicos,.. desafortunadamente sí tenemos una degradación y una incorporación de ilicitud cada vez más”, dijo.

“Pero es lo local, es lo pequeño, es lo chiquito, lo que puede provocar cambios increíbles, no sólo en las comunidades, sino también en funcionarios, sectores comunitarios, empresarios”.

No hay receta ni soluciones mágicas e inmediatas, insistió.

“Cuando todo es desesperanza y todo es tan lúgubre, me parece que trabajar para cosas positivas empieza a generar un ambiente distinto”, expresó.

“Reitero, no hay receta, esto es un recorrido de errores, pero me parece que es una buena manera de solucionar las cosas”.