"Presenta Braulio Peralta ‘El clóset de cristal. Carlos Monsiváis’"

Es necesario gritar fuerte para que te escuchen y Braulio Peralta lo hizo para señalar que los derechos civiles de los homosexuales no son respetados en México, los asesinatos por odio contra los homosexuales siguen quedando impunes y son tratados en la nota roja.

El domingo por la noche se presentó una de las cartas fuertes de la Felimaz 2017, Braulio Peralta trajo para los mazatlecos su libro “El Clóset de Cristal. Carlos Monsiváis”,  y el texto “Lo que se ve no se pregunta”, una recopilación de artículos que reflexionan sobre la vida y las canciones que creó Juan Gabriel, un compositor a la altura de José Alfredo Jiménez y Agustín Lara.

Acompañaron al periodista y editor, el historiador Luis Antonio Martínez, que recordó la guardia de honor que le hicieron a Monsiváis, en el Museo de la Ciudad de México, en donde el flautista Horacio Franco extendió sobre el féretro la bandera arco iris, símbolo del movimiento gay en el mundo.

Recordó la primavera rosa de 1978, cuando un grupo de homosexuales salió a las calles por primera vez para exigir por sus derechos civiles, y cómo ese movimiento se trastocó a principios de los años 80 del Siglo 20 por la pandemia del sida.

Braulio Peralta dijo que no hay libertad política si no hay libertad sexual, Carlos Monsiváis fundó junto con Nancy Cárdenas el primer movimiento homosexual en México.

“Soy un periodista que quiere escribir una crónica de un movimiento de una minoría, en donde Carlos Monsiváis es el protagonista de la lucha por los derechos civiles de los homosexuales, eso es un hecho histórico”, compartió.

“Es una historia oculta de México que tenía que salir a la luz, por favor ya estamos en el Siglo 21, el gobierno no debe meterse en lo que sucede entre las sábanas de los individuos, eso es un asunto privado. Carlos Monsiváis no solo fundó el movimiento homosexual en México, escribió mucho sobre eso, dio mucho tiempo, dinero y esfuerzo para ayudar a los enfermos de sida”.

Mencionó que el círculo más íntimo, su familia, parejas y amigos cercanos sabía de su preferencia, igual que la comunidad gay.

“Él nunca dijo soy, pero sí dijo aquí estoy”.