Presbítero José de Jesús Aguilar, un hombre de Dios
Durante la misa de cuerpo presente, el Obispo Mario Espinosa Contreras leyó una semblanza del Padre José de Jesús Aguilar Enríquez, destacando su vida difundiendo la palabra de Dios.
Desde su nacimiento en el pueblo de Ahuacatlán, un municipio devoto de San Francisco de Asís, en donde culminó su educación básica y trabajó en los trapiches de Chapalilla y el molino de Santa Isabel.
Casi al final de su adolescencia, entrando a la adultez, surgió en él la vocación sacerdotal, pero como ya tenía cierta edad, entró al Seminario Interdiocesano de Guadalajara, donde entraban sin tener ninguna diócesis.
”Estando en ese seminario, iban los obispos o iba algún padre promotor vocacional de las diócesis, les presentaban las diócesis y los seminaristas iban escogiendo, cuenta el padre que la mayoría de su tiempo se iban a Tabasco, pero él escogió, estando allí, Mazatlán”, narró el Obispo.
”Aquí hizo la Filosofía y la Teología, ordenándose el 8 de diciembre de 1971, con Monseñor Flores, el Padre Filemón y Monseñor Arrieta y al término de sus estudios fue cinco años maestro y formador de los seminaristas y posteriormente empezó a desempeñar sus servicios especialmente en la Pastoral Juvenil”, añadió.
Fue en la Pastoral Juvenil donde hizo que se instituyeran las jornadas de Vida Cristiana, al mismo tiempo en la Catedral celebró durante 11 años la misa de jóvenes a las 11 de la mañana y fue construyendo en la colonia Montuosa el Santuario Santa María de América.
”Fue construyendo poco a poco ahí en la Montuosa originalmente el templo de Fátima, con las características artísticas y de buen gusto que él siempre tuvo, tenía la idea de que las cosas había que hacerlas con los mejores materiales, las imágenes religiosas fueron de los mejores materiales y todo allí en la Montuosa es de buen material”, destacó.
Las distintas advocaciones patronales de los países de América en este templo fueron traídas de los distintos lugares a los que el Padre José de Jesús Aguilar viajó, la única imagen que no pudo ser realizada en el país fue la de Cuba, Nuestra Señora del Rosario del Cobre, la cual se hizo en México con planos y diseños cubanos.
”La última imagen que trajo fue Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, del Santuario Nacional de Washington, porque es la patrona de los Estados Unidos de América, y ahí tenemos a todas las imágenes patronales marianas de toda la América, lo cual es algo único y él se propuso hacerlo”.
También la colocación del Cristo Monumental fue una obra impulsada por el sacerdote, así como hace 11 años la conversión del templo de Fátima en parroquia y posteriormente en Santuario.
Otras de las actividades promovidas por el padre fueron los retiros para personas de la tercera edad, los retiros para jóvenes y el proyecto con los muchachos grafiteros, a quienes a través de charlas los retiraba de esa afición y los reunía para blanquear bardas.
Por toda la obra artística y apostólica del Padre José de Jesús Aguilar Enríquez, Monseñor Espinosa Contreras pidió por su descanso eterno y la gloria de Dios para él.