"Potabilizadora Miravalles de Mazatlán, proyecto de varias administraciones que por fin cristaliza"
MAZATLÁN._ En enero de 2001, Alejandro Higuera Osuna era Presidente Municipal de Mazatlán, y presentó por primera vez en un proyecto para la construcción de la Presa Picachos. Lo hizo en un foro de ciudades turísticas, donde Cancún y San Miguel de Allende llevaron proyectos de infraestructura sanitaria.
El argumento se lo ofreció la propia Comisión Nacional del Agua, Conagua: ningún asentamiento humano debe explotar los mantos acuíferos subterráneos si tiene disponible agua superficial, porque el agua subterránea es para las generaciones futuras.
El otro argumento fue que la carencia de agua potable de calidad estaba entorpeciendo el desarrollo turístico de Mazatlán. Sin agua, no hay posibilidad de crecimiento.
Era el año del fin de su primera administración y no se presupuestaron recursos para la Presa Picachos.
Fue en 2006, durante la segunda administración de Higuera Osuna en el gobierno de Mazatlán, cuando el Presidente de la República, Vicente Fox Quesada dio el banderazo para el inicio de la construcción de la Presa Picachos y concesionó 3 metros cúbicos de agua para consumo humano.
En 2010, durante el trienio de Jorge Abel López Sánchez, la Jumapam encargó al Colegio de México un estudio diagnóstico de la situación del agua potable, las redes de drenaje y el saneamiento en el Municipio. En este se sugería la construcción del Acueducto Picacho-Miravalles, a través de una Asociación Pública Privada, que no se aceptó por el alto costo que representaría para Mazatlán.
La propia Jumapam desarrolló un proyecto alterno, mientras se construía el acueducto, reconvirtiendo la Planta Potabilizadora Los Horcones para utilizar el agua de los canales de riego que se nutren de la Presa Picachos y creando módulos de floculación para el tratamiento, pero no aprovechaba toda el agua concesionada porque las líneas de conducción son obsoletas.
“Lo que sucede es que hay que hacer la segunda planta, que se llama Miravalles, porque somos la única ciudad que tiene garantizado el abasto, porque somos concesionarios por 40 años; cuando se te logre vencer lo vas a refrendar porque la presa se hizo para darle agua a Mazatlán, ése fue su objetivo, no hay otro, y gracias a esa presa se beneficiaron 22 mil hectáreas para regar”, declaró Alejandro Higuera Osuna en entrevista para Noroeste, en 2012.
Ese mismo año, en septiembre de 2012, la Comisión Nacional del Agua incluyó en su Memoria Documental “Programa para la Modernización de Organismos Operadores de Agua 2007-2012”, el Anexo VII.6. Acueducto Picachos-Mazatlán, en el que se especifican los componentes del proyecto.
“El proyecto consiste en la construcción de un Acueducto de 28 kilómetros, mediante dos líneas de alimentación eléctrica en media tensión, obra de toma, canal de llamada, cárcamo de bombeo, línea de conducción a presión, planta potabilizadora y un ramal de líneas de alimentación para entregar el agua a tres tanques que ya existen: Flores Magón, Valles del Ejido y Pacífico”, se anota.
En agosto de 2013, Higuera Osuna presentó el proyecto Acueducto Picachos Miravalles ante el Consejo para el Desarrollo de Sinaloa, Codesin, en donde informó que se ejercerían 497 millones 666 mil 116 para la obra, de los cuales 397 millones 666 mil 116 pesos los aportaría Conagua través del programa Agua Potable y Alcantarillado para Zonas Urbanas, APAZU.
“Si no hacemos esta obra, Mazatlán tendrá una crisis de agua, porque el desarrollo trae un ritmo muy acelerado y la hotelería es muy demandante de agua”, manifestó en ese entonces.
Pero la administración de Higuera Osuna se terminó y no se destinaron recursos federales para esa obra.
Fue hasta finales de 2016, el último de Carlos Felton González al frente del Gobierno Municipal, cuando se presupuestaron recursos para la obra, se empezó por la construcción de las líneas de presión y los tanques más alejados a la zona de la potabilizadora.
Al 31 de diciembre de 2017, la Subdirección General de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento del Organismo de Cuenca del Pacífico Norte de la Conagua, emitió el Anexo de Ejecución Original I-AU-01/17, en el que asienta que ese año se destinaron 293 millones 762 mil 265 pesos para tres diferentes conceptos: construcción de la primera etapa de la Planta Potabilizadora Miravalles, consistente en la construcción del edificio central, edificio de cloración, edificio de sulfato de aluminio, construcción de caseta de polímeros, caseta de sopladores, espesador y barda perimetral del Acueducto Picachos Mazatlán.
La construcción de la línea de conducción de la Planta Potabilizadora a la Derivación de los tanques Pacífico, Flores Magón, Valles del Ejido y piezas especiales de Acueducto Picachos Mazatlán, en su segunda etapa; y, construcción de una línea de conducción de planta de bombeo a potabilizadora y construcción de tanque unidireccional y tanque de cambio de régimen del Acueducto Picachos Mazatlán, en su segunda etapa.
En agosto de 2018, el director general de Conagua, Roberto Ramírez de la Parra, realizó una visita de supervisión en la Potabilizadora Miravalles.
“El proyecto integral del acueducto está conformado por el cárcamo de bombeo, la planta potabilizadora y las líneas a presión. En estos momentos ya están construidas las líneas de conducción, las líneas de presión a los tanques y los dos tanques que tenemos en Cerritos”, explicó Adalberto Becerra, entonces gerente general de Jumapam.
Ahí se anunció que la obra quedaría terminada en diciembre de 2018, pero nuevamente el plazo no se cumplió.
Al arribar Luis Guillermo Benítez Torres a la alcaldía, encontró una planta y un acueducto a punto de terminarse. Según la Jumapam, el avance de la obra de la potabilizadora estaba en un 95 por ciento, y faltaba conectar la obra de toma a la energía eléctrica.
“Las líneas ya están conectadas, la obra de toma ya está terminada también, lo único que nos falta es terminar la obra de la planta potabilizadora, ya todas las líneas que vienen a la plata y de la planta hacia los tanques que están en cerritos ya están completamente terminadas”, declaró el entonces gerente general de Jumapam, Ismael Tiznado Ontiveros. La promesa fue terminarla en diciembre de 2019.
En abril de 2020, la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno del Estado emitió la convocatoria para la Licitación Pública Nacional Estatal 002/2020, con el número de concurso OPPU-EST-LP-015-2020 para la terminación de la planta potabilizadora de mil litros por segundo del Acueducto Picachos Mazatlán, tercera etapa, en el Municipio de Mazatlán, Estado de Sinaloa, mismo que ganó la empresa Constructora y Cribados Almoza, S.A. de C.V; con una propuesta económica de 41 millones 511 mil 430.73 pesos, el inicio de los trabajos serían el 29 de abril de 2020 y el término de los mismos el 29 de octubre del mismo año, a más tardar.
Hace unos días, Benítez Torres realizó un recorrido de supervisión a la potabilizadora.
“La Potabilizadora Miravalles es un proyecto que viene a resolver el problema del suministro de agua que ha sufrido Mazatlán por muchísimos años; esta agua viene hacia acá desde El Tecomate de Siqueros, es una potabilizadora moderna, mucho mejor que la de Los Horcones”, comentó Benítez Torres.
Finalmente, la Potabilizadora Miravalles tiene la capacidad de tratar mil litros de agua por segundo, mismos que recorren 11 kilómetros desde la obra de toma ubicada en El Tecomate de Siqueros y luego van a surtir del líquido a los tanques Flores Magón, Valles del Ejido y Pacífico, que ya existían, y a los tanques del Nuevo Mazatlán.
Benítez Torres aseguró que la primera etapa la nueva potabilizadora dará abasto suficiente para 250 mil mazatlecos, en su segunda etapa va a suministrar agua para medio millón de personas.