Por rechazo a la tirolesa, Patronato de El Faro Mazatlán deja de operar
El rechazo a la tirolesa por no ser compatible con el modelo de restauración y conservación por el que fue creada la IAP Parque Natural Faro Mazatlán, y calificando la obra como un proyecto turístico depredador y rapaz, fue el principal motivo que llevó al patronato a abandonar sus funciones y disolverse, informaron en rueda de prensa ante los medios de comunicación.
“Parque Natural Faro Mazatlán, Institución de Asistencia Privada (I.A.P) sin fines de lucro, tiene la misión de proteger y mantener este invaluable lugar. Profundamente consternadas por el avance de construcción de la tirolesa, con modos y formas omisas y carentes de respeto ambiental. Manifestamos y dejamos constancia de que nuestro modelo de restauración y conservación no es compatible con proyectos turísticos depredadores y rapaces como el de la tirolesa”, externaron por medio de un video proyectado titulado ‘Manifiesto por el Crestón’.
“Nuestro interés como área de conservación, como área de restauración, ya no podía ser compatible con el nuevo proyecto de Asipona, que en la primera entrevista nos comunicó que había ya un interés de parte de un particular por establecer en este sitio una tirolesa y que habiendo registrado la documentación que se requería para dar esta autorización concedió una cesión parcial de derechos y que eso se haría donde se está construyendo ahora la tirolesa”, declaró Raquel Briseño Dueñas, presidenta del patronato de la IAP.
La presidenta del patronato expresó que revisando su objeto social señalaron que no es compatible el proyecto público de Parque Natural Faro Mazatlán, que luchaba por crear un Área Natural Protegida con un proyecto privado y económico como lo es la tirolesa y no hubo manera de que aún con el deseo de permanecer y a expensas de irregularidades encontradas en el proyecto de la tirolesa, la institución siguiera operando.
“Con todo el interés de seguir en este lugar y después de haber revisado los permisos, haber encontrado omisiones en los permisos de Impacto Ambiental principalmente, haber hecho denuncias ante las autoridades con la competencia en el caso, pero con la lentitud con la que se atienden estas situaciones, nosotros no podemos permanecer y ser testigos y estar en un lugar a donde nuestro proyecto de El Faro Mazatlán no es compatible con el proyecto de tirolesa”, reiteró Briseño Dueñas.
También señaló que el interés de la IAP porque el Cerro del Crestón se convirtiera en una Área Natural Protegida, motivó que se invirtiera en estudios académicos y la restauración de la zona, sin embargo el propósito cambió cuando la autoridad concesionó a un ente particular un área para la construcción de un atractivo turístico, incluso el año pasado Asipona les notificó que no podían operar en el área.
“El propósito se dio un giro cuando una autoridad federal que es la encargada del Recinto Fiscal adquiere los derechos de la ampliación del Recinto Portuario del Cerro del Crestón, entonces una inversión estatal concedida al Municipio y que el Municipio de manera muy generosa dio la administración y la operación a un patronato, que es la base por la cual se pudieron empezar a consolidar las acciones de esta duo gobernanza participativa”, precisó.
“Al cambiar este estatus entonces nosotros quedamos en una situación de indefinición sobre la cual sería nuestro rol porque el convenio lo teníamos con el Ayuntamiento, luego al entrevistarnos con Asipona, nos informa con una actitud de respeto por parte del director de Asipona que una IAP no podía estar trabajando dentro del nuevo Recinto Portuario y esto apenas fue el año pasado que se dio este nuevo acuerdo”, expresó.
Briseño Dueñas manifestó que en los seis años que operó la IAP Parque Natural Faro Mazatlán, demostraron que si hay voluntad y compromiso se pueden seguir haciendo las cosas que se tienen en mente y que en esta etapa decidieron cerrar un círculo como una institución de asistencia privada, pero el interés y el compromiso de seguir caminando junto a voces ciudadanas que exijan que se respeten los derechos y la Constitución deben continuar.
Este martes 18 de junio, en las instalaciones del Cerro del Crestón, en donde se ubica El Faro, ya no hay presencia de personal, las vallas metálicas en donde se controlaba el ascenso de los visitantes fueron retiradas y según declaraciones de la presidenta del patronato representantes tanto de Hipona como de la IAP realizaron el proceso de entrega y recepción de las instalaciones.
Por lo que a partir de este día la autoridad federal se convertirá en responsable del área, desconociéndose aún si retomará los servicios que brindaba el anterior personal o el acceso quedará restringido temporalmente.
