Piden proteger ecosistemas de Mazatlán ante crecimiento inmobiliario
Ante el boom inmobiliario de Mazatlán deben protegerse los ecosistemas, recomendó investigadora del CIAD.
De acuerdo con la Ley General de Equilibrio Ecológico y del Medio Ambiente, derivado del mal manejo de los recursos naturales, generan impactos a zonas en su biodiversidad, en áreas inundables y se detonan enfermedades por no respetarse, cuando llegan desarrollos inmobiliarios, explicó la bióloga Eunice Murúa Figueroa.
La recomendación, dijo, es que toda actividad que se genere como ciudadanos, como empresarios, inversionistas es apegarse a la normatividad ambiental vigente y escuchar a los científicos en la toma de decisiones para evitar inundaciones, pérdida de biodiversidad y enfermedades.

La investigadora y ambientalista del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo confió en que se respete la Ley y las autoridades vigilen el cumplimiento, pero en caso de que no se haga, se debe denunciar o protestar contra cuando se agrede al medio ambiente.
“Si nosotros cuidamos una reserva y vemos que alguien está agrediendo o talando de manera inmoderada o que hay proyectos que afectan a esteros, ríos, arroyos o lagos o que si alguna empresa contamina, el camino debe ser denunciar por no apegarse a la normatividad ambiental”, consideró
Bajo esa línea normativa, agregó que el boom inmobiliario debe obedecer a la Ley de Equilibrio Ecológico, sobre todo si el desarrollo está impactando los servicios, expresó.

Todo proyecto de desarrollo, argumentó, debe estar acompañado de estudios de impacto ambiental, porque deben manifestar el impacto que van a provocar y a la par deben proponer las medidas de mitigación, sea el caso de que tengan sustituir en agua, el suelo, la cobertura vegetal o la belleza escénica.
“Al manifestar los impactos negativos debo manifestar las medidas de mitigación que voy a proponer y la autoridad del medio ambiente debe definir, en desarrollos frente al mar, si realmente compensarán el daño que se esté generando”, abundó.
En Mazatlán, añadió, siempre se han tenido actividades cercanas a la naturaleza, como la agricultura, ganadería y pesca, pero con la construcción de presas los riesgos se incrementaron.
“El principal enemigo de los bosques son las presas porque se talan los bosques para las actividades productivas, además del sobre aprovechamiento del agua y suelo”.
“Nuestra cultura en Mazatlán, además de la agricultura, la pesca y la ganadería ha sido cercana pero todavía nos falta mucho aprender cómo funcionan los ciclos de la naturaleza y saber en qué momento dejarla descansar”, asentó.
La concientización
Por este motivo, Crisantema Hernández González, coordinadora del CIAD Mazatlán, informó que la educación al aire libre forma ciudadanos sensibles en materias medioambientales, a través de visitas escolares a la reserva ecológica del Estero del Yugo.

En los recorridos por la zona de reserva natural de selva y estero, se les habla de temas que van desde, diversidad de plantas y animales de los ambientes terrestres y acuáticos de la localidad, cambios en el entorno, deterioro ambiental y sus consecuencias, redes y cadenas alimenticias, influencia de la sociedad en la naturaleza, contaminación, deforestación y otros cambios, hasta temas más complejos para niveles de licenciaturas, como ciencia, ética y valores ambientales, ecoturismo e interpretación ambiental, desarrollo sustentable, consumo sustentable, sistemas de producción y consumo, y disposición final de residuos, y su impacto en la salud y en el ambiente.

Este miércoles un grupo de más de 60 alumnos en formación del nivel universitario, recorrieron la zona del Estero del Yugo como parte del programa de concientización como clave para fortalecer la Educación Ambiental y el Desarrollo Sostenible.
De hecho, el CIAD cuenta con una generación a la que se le ha dado seguimiento por casos exitosos de jóvenes y adultos trabajando en la conservación de la naturaleza y el resto crecieron con una conciencia de proteger a la naturaleza.
