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Pesca

Pescar en altamar, un trabajo de riesgo que vale la pena por la experiencia

Mario Alberto Armas visita el puerto de Mazatlán cada temporada para vivir la adrenalina que le deja el subirse a un barco camaronero

MAZATLÁN._ Mario Alberto Armas, pescador originario de Guadalajara, realiza un oficio que pocos de sus paisanos saben de qué se trata, sin embargo, él visita Mazatlán cada temporada para vivir la adrenalina que le deja el subirse a un barco camaronero.

El marinero dice que llegó al puerto por curiosidad al escuchar a dos primos que viven en Sinaloa, así que se embarcó y una vez que sintió lo que es salir a altamar, ya no lo pudo dejar.

“Mi familia en Guadalajara son mecánicos, nadie se dedica a esto más que yo y mi hermano, y la verdad me llamó la atención conocer este tipo de pesca para ver cómo era y que no me la contaran, saber qué hacen o cómo es, la adrenalina de estar en este trabajo que es fuera de lo cotidiano para los de la ciudad, es lo que me tiene aquí”, platica orgulloso.

“Así como yo de ciudad hemos de haber pocos, yo nada más vengo y me embarco, termina la temporada y me regreso a trabajar a Guadalajara; ya comienza (la temporada) y me vengo otra vez para acá a subirme a los barcos. El trabajo en un barco no es diario el mismo, las cosas que van saliendo día con día no son las mismas que un día antes”.

Mario señala que a él le ha tocado vivir varios fenómenos naturales en mar abierto, por lo que se considera afortunado de haber podido regresar a tierra.

“Agradezco que hoy estoy aquí porque muchos no llegaron con su familia a contárselos”.

$!Óscar Armando Ávila.
Óscar Armando Ávila. ( )

Por su parte, Óscar Armando Ávila, otro pescador con una nutrida experiencia en el mar y desagradables eventos climatológicos, asegura que pese a las malas vivencias, el trabajo le ha dado más que un sueldo, pues ha conocido hermosos paisajes y gente maravillosa en los puertos del Pacífico.

“Te pagan, te prestan una embarcación y te paseas, claro que trabajas, pero convives con la gente y conoces gente de otros estados, de otros puertos, vemos muchos atardeceres y amaneceres muy bonitos. Mucha gente no lo piensa así pero eso es lo que me gusta, tal vez yo no me puedo comparar con un magnate que anda en un yate, pero en cambio nosotros lo disfrutamos más porque estamos trabajando y a la vez disfrutándolo”.