Obispo de Mazatlán llama, en Domingo de Ramos, a evitar excesos en Semana Santa
Tras invitar a vivir de acuerdo con el Evangelio y las enseñanzas de Cristo, en la misa de Domingo de Ramos en Catedral, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, llamó a las personas a evitar los excesos en Semana Santa y a brindar un buen servicio y ser amables con quienes visiten este destino turístico.
“Pidiendo para que todos vivamos adecuadamente esta Semana Mayor y que quienes nos visitan también estén en paz y tranquilidad y serenidad, y que todos en lo que nos corresponde hagamos siempre con ellos un buen servicio, y la amabilidad para que se forme un ambiente propicio de alegría, y que se esté fomentando siempre la sana convivencia y el entendimiento”, añadió Monseñor Espinosa Contreras en su mensaje en la eucaristía celebrada a las 9:00 horas.
“Y que todos evitemos los excesos que nos perjudican en nuestro ser y en nuestro cuerpo, excesos de comida o excesos de bebida, que procedamos con moderación y especialmente fomentando los vínculos de la sana y fraterna relación entre todos, y que todos los que han venido gozando de la paz y del sano descanso regresen a sus hogares fortalecidos y llenos de un ánimo y dinamismo para proseguir sus vidas”.
Ante decenas de fieles que se congregaron en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción para celebrar la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, previo a su pasión, muerte y resurrección, el Obispo recordó que siempre en el Domingo de Ramos se pide por el Seminario Diocesano de Mazatlán y por todos sus bienhechores que ha tenido a lo largo de sus 63 años de existencia.
En la misa que también se transmitió por radio y redes sociales, Monseñor Espinosa Contreras recalcó que se bendice a Dios que ha permitido llegar a la Semana Santa, que comienza con el Domingo de Ramos.
“Hay momentos muy especiales en el año y un momento muy especial es la Semana Mayor, el culmen de la fidelidad de Jesús, la plenitud de su existencia terrena donde Él permaneció fiel a su misión, fiel al Padre, fiel a la redención y entrega su vida al Señor por nosotros”, precisó.
“Es una semana muy especial, con muchos signos, como vemos hoy las palmas por doquier que nos recuerdan la aclamación a Jesús y que nos recuerdan que siempre debemos aclamar a Cristo, bendecirlo, valorarlo por su obra magnífica de habernos salvado y darnos la vida eterna”, subrayó el Obispo.
“Las palmas siempre nos recuerdan que le debemos ofrecer a Cristo nuestra alabanza, y más que nuestra alabanza, nuestra libertad y nuestra voluntad de querer vivir de acuerdo a su Evangelio, de acuerdo a sus enseñanzas, porque Él nos enseñó cómo vivir mejor, cómo servir mejor, cómo morir mejor”.
Por ello pidió a Dios que todos los presentantes y fieles en general así procedan en la vida, siempre inspirados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y siempre contemplando a Jesús en su apasionante y heroica vida enseñando la verdad, la autenticidad y el camino al Padre.
Como ya es tradición, afuera de la Catedral y de parroquias de este puerto se venden palmas que van de los 20 a 30 pesos, entre otros precios, para ser bendecidas en las misas del Domingo de Ramos.