‘No hay nada qué festejar en Navidad y Año Nuevo’
MAZATLÁN._ Para las integrantes del colectivo de rastreadoras mazatleco Tesoros Perdidos, Hasta Encontrarlos es muy triste pasar la Navidad y la llegada del Año Nuevo sin saber dónde están o qué están haciendo sus seres queridos desaparecidos.
”La verdad sí es bies triste, es bien triste pasarla sin saber qué está haciendo tu hijo, qué hicieron con tu hijo, pues al menos en mi caso, aunque yo sé que mi hijo está muerto lo siento más por mi bebé (su nieto, hijo de su hijo que estuvo desaparecido por varios días) porque imagínate cinco años sin su papá, él tiene la imagen paterna de su abuelo”, expresó la presidenta de dicho colectivo, Irma Arellanes Hernández.
”Pues la verdad es bien difícil y hayan hecho lo que hayan hecho nuestros hijos pues son nuestros hijos, pero al menos el mío estaba estudiado, no tenía una vida de aquí para allá y aunque la tuviera no, yo lo buscaría, es bien triste, y es cierto, no tienes nada que festejar, no hay qué festejar porque al menos en mi caso yo lo enterré un 24 de diciembre, entonces para mí esas fechas son bien tristes”.
Recordó que su hijo Irving Alán Cortez Arellanes, de 24 años de edad, siempre creía en Santa Clos a pesar de que ya era mayor de edad, por eso actualmente su familia está poniendo el arbolito de Navidad por él.
”Como él siempre creía en Santa Clos a pesar de todo, siempre creía en Santa a pesar de estar viejo, a él siempre le inculcamos eso y ya estamos poniendo nuestro arbolito de Navidad por él, pero la verdad a mí no creas que me gustaría un arbolito, que la Navidad, porque fue el día que yo lo enterré”, reiteró en entrevista.
Arellanes Hernández precisó que su hijo estuvo desaparecido desde el 7 de junio del 2017 y se localizaron sus restos el 27 de ese mismo mes y año, a los 20 días de su desaparición.
”Pero yo no sabía que era mi hijo, yo no sabía nada de eso porque aquí en el estado no había genética (Laboratorio de Genética en Sinaloa)”, recordó.
Por ello las muestras de ADN tanto de Irving Alán como la de ella las mandaron a México o a Guadalajara para hacer la comparativa y determinar la identidad de su hijo.
”Y pues no, yo seguí buscando y seguí encontrando y pues pasaron seis meses para que me lo pudieran entregar y me lo entregaron en estas fechas (en vísperas de Navidad y Año Nuevo) y pues igual, son fechas inolvidables”, recordó Arellanes Hernández.
”Nada más por él he puesto los arbolitos, pero yo sinceramente pues no, porque igual mi bebé (Jesús Tadeo Cortez, de 5 años de edad e hijo de Irving Alán) es un niño con parálisis cerebral, no usa juguetes, no agarra juguetes, no juega, de hecho, el año pasado le compré su tablet, pero es lo único que ve, sus monitos, es muy inteligente, pero no puede jugar, no puede jugar, agarra muy poco las cosas, está en terapia y todo eso, pero igual es algo bien triste”.
Y sobre las demás integrantes de Tesoros Perdidos, Hasta Encontrarlos, dijo que como tienen a sus hijos u otros familiares desaparecidos, siguen en la búsqueda y tampoco tienen qué festejar.
”Pues andamos en la lucha, buscándolos, y pues te imaginas a una de las compañeras le dijeron que sus hijos están en cierta parte y fuimos y se dieron cuenta las gentes malas y se llevaron los cuerpos, ya te imaginarás cómo te sientes tú como mamá cuando te dicen en ese lugar está tu hijo y se da cuenta la gente y se los lleva y te quedas y dices yo soy de las mamás que nunca en la vida los voy a encontrar”, reiteró.
Arellanes Hernández informó que en el colectivo Tesoros Perdidos, Hasta Encontrarlos, las que siempre están en las labores son 75 personas, todas mujeres.
”El colectivo lo creé el junio del 2017 porque lo hice por mi hijo y por todos los desaparecidos, no nada más mi hijo, por todos los desaparecidos porque cuando nosotros vamos a buscar no sabemos a quién vamos a encontrar, no sabemos a quién estamos sacando y todo eso, para nosotros es todos los desaparecidos, no nada más el mío, todos”, recalcó.
”Hay una (integrante del colectivo) que busca a su hijo, a su hermano y a su esposo, hay otra que busca a su hermano y a su hermanastro, hay otra que busca a su papá y a su tío, ya las demás son una nada más, buscan a más de 75 personas en total y las que se acercan, pero nada más se acercan y nada más quieren (preguntan) qué puedo hacer, qué hago y pues ya dicen que vuelven, van una vez, dos veces y ya no vuelven a ir porque tienen trabajo y nosotros no, nosotros seguimos con la búsqueda”.
Reiteró que como a las demás integrantes de este colectivo les falta una o más personas de su familia porque están desaparecidos no tienen qué festejar en estas fechas.
”Y hay otras, te voy a ser sincera, hay otras que dicen no puedo ir a buscar a mi hijo, pero sí pueden ir a pasear, sí pueden ir a fiestas, pero a buscar a sus hijos no, a mí eso me molesta la verdad, me molesta porque vienen a llorar, vienes a que las ayude y a última hora pues las veo, suben sus estados (en redes sociales), están en fiestas, están bailando, están pisteando, están en la playa moneándose, entonces dices qué hago”, expresó Arellanes Hernández.
Recordó que en el caso de ella y su familia, aunque ya encontraron a su hijo, sigue apoyando a las familias que aún no localizan a sus seres queridos.
”Pues la verdad al menos en mi caso yo ya lo tomé como si fuera una obligación, dices tú: tengo la obligación de ir a buscarlo porque hay veces me entra mi nostalgia y digo; qué tal si no es mi hijo el que encontré, por unas cosas que yo escuché, por una cosa que yo escuché, entonces digo yo y si no es él, ahí me entra mi desconfianza y sigo buscando, mi hijo siempre traía un hilito en su pantalón, ese hilito desde chiquito tenía una manía”, continuó.
”Él no se dormía si no tenía su, él le llamaba pilo, era un escapulario, cuando él empezó con esa manía era un escapulario que él lo usaba y se lo metía en la nariz, es como cuando los niños traen su cobijita jalando y sin esa cobija no se duermen, así era el mío, entonces yo siempre cuando encuentro personas que tienen pantalón de mezclilla yo siempre les reviso el pantalón si es que están los muchachos por fuera, o ya sacándolo vemos si tienen pantalón de mezclilla ya los revisamos la verdad porque traigo ese gusanito”.
Precisó que de esa manera manifiesta su creencia de que su hijo aún pudiera estar en algún lugar que ella no conoce y que no fue el cuerpo que sepultó en diciembre del 2017.
”Siempre le pedimos a Dios que aunque uno no esté, se encuentren o no se encuentren, que siempre los ilumine y nos los entregue, la verdad”, recalcó la presidenta del colectivo de rastreadoras mazatlecas Tesoros Perdidos, Hasta Encontrarlos.
También reiteró el llamado a la población en general que si quiere donarles agua, sueros, playeras de manga larga, gorras, sombreros, lo que pueda, que lo haga, pues siguen con la búsqueda como la que hicieron el pasado miércoles al fondo de Chametla, en el municipio de El Rosario, que resultó positiva, pues encontraron unos restos humanos.
El Árbol de la Esperanza, en la Plazuela Zaragoza
Manifestó que el colectivo que encabeza no participó en colocar fotos de sus familiares desaparecidos en un pino navideño en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado en Mazatlán, pues en el pliego petitorio que se le entregó al ahora Gobernador del estado, Rubén Rocha Moya, en una reunión al segundo día de su gestión le pidió un Árbol de la Esperanza y se designó para ello uno ubicado en la Plazuela Zaragoza, en este puerto.
”Un árbol por qué, porque muchos hijos de nosotros están abajo de un árbol, están bajo la sombra de un árbol, entonces yo le pedí que nos donara un árbol en un lugar que fuera visto por muchas personas, en un lugar concurrido, entonces me dijeron que dónde lo quería yo y yo fui a ver ahí en la Plazuela Zaragoza y en el Parque Lineal”, recordó.
“Pero me gustó más el de la Plazuela Zaragoza porque está céntrico y porque va mucha gente, por eso es que nosotros tenemos nuestro Árbol de la Esperanza como está en México la Glorieta de los Desaparecidos y nosotros invitamos a todas las personas que tengan familiar desaparecido, estén o no estén en un colectivo pueden ir a dejar la foto de sus hijos, yo los invito siempre a todos porque el lugar no es mío, es de los desaparecidos, yo nada más lo gestioné, yo nada más lo pedí para que ellos sean vistos por toda la ciudadanía”.
Es para que las fotografías sean vistas por todo lo que está pasando en Mazatlán y la zona sur del estado.
”Pueden ir a dejar sus fotos así sean del colectivo que sea, yo los invito, yo no soy la que va a Fiscalía allá, pues, porque todos tenemos derecho a ir a hacer lo que nosotros pensamos que está bien, si ellas quienes ir allá a hacer eso está bien, yo no digo que no”, manifestó la presidenta del Colectivo Tesoros Perdidos, Hasta Encontrarlos.