Mazatlán depende de sus atractivos naturales para el turismo y conservarlos era el propósito del patronato del Faro
Históricamente, Mazatlán es un desarrollo turístico de playa diferentes a otros por la relación que tiene con la naturaleza y uno de ellos ha sido el Cerro del Crestón, donde se encuentra el faro.
Y la ventaja de Mazatlan es que la sociedad se ha involucrado en su conservación y una parte de ella trabajaba en la institución de asistencia privada Parque Natural Faro Mazatlán.
Hay una identidad muy particular de los mazatlecos con sus recursos naturales y uno de ellos ha sido el faro Mazatlán, que se han interesado por conservar y mejorar, expresó Raquel Briseño Dueñas, presidenta del patronato.
Acompañada de otros integrantes de la institución de asistencia privada, recordó que esta organización se conformó después de que el Gobierno de Sinaloa invirtió en la remodelación del ascenso al faro y se construyó el mirador de cristal.
Y así como se hizo con el Parque Ciudades Hermanas, se invitó a ciudadanos a integrarse en organizaciones que coadyuvaran en su conservación. Solo el de faro prevaleció, hasta hace poco.
Y desde mayo de 2018, cuando quedó legalmente constituida como asociación civil y mayo de 2019, cuando fue reconocida como una institución de asistencia privada, hasta junio de 2024, Parque Natural Faro Mazatlán estuvo trabajando para la conservación y mantenimiento de este espacio natural.
Su salida, como lo hicieron público, fue porque los nuevos proyectos aprobados en el Cerro del Crestón se contraponían al objetivo de la institución, relacionada con la conservación de los recursos naturales que ahí se encuentran.
Desde su creación, la organización generó ingresos por el uso del mirador, también por los servicios sanitarios y por la venta de agua y bebidas , esto a sugerencia de Protección Civil.
Mariana Tovar, vicepresidenta de Parque Natural Faro Mazatlán, detalló los ingresos que se generaron en los años de operación, así como los egresos, principalmente en la nómina de quienes ahí trabajaban, además de los trabajos de mantenimiento, lo cual se encuentra documentado y respaldado contablemente.
El perfil de la institución es que no recibe donativos y opera solo con los ingresos que genera, por lo que además, debe pagar impuestos ante el SAT por IVA e ISR.
Y ahora, tras anunciar la suspensión de operaciones, deben encontrar a otra institución de asistencia privada a la que le puedan donar parte de sus bienes.
Además, quedó pendiente la instalación de nueva señalética que está por llegar y que explica la riqueza natural que se tiene en el cerro.
Área Protegida
Después de que se conformara el patronato del Parque Natural Faro Mazatlán, uno de los objetivos fue el Cerro del Crestón fuera declarado como un área natural protegida, independientemente de bajo qué entidad iba a estar administrada.
Y la administración del Cerro del Crestón fue asignado a la Administración del Sistema Portuario Nacional Mazatlán, quien entregó a un particular un espacio utilizado por los trabajadores del faro como comedor para un negocio de tiempos compartidos.
Desde ese momento, junto con la concesión a un particular para un proyecto privado en el cerro, se trastocaba el proceso de buscar convertir el espacio en área natural protegida, pues las intervenciones estaban fuera del plan de manejo, que era garantizar la conservación del cerro y las características que tiene.
“Te vas dando cuenta de que no encuentras eco y esta gobernanza participativa se va fracturando y se vio con pocas posibilidad de que se concretara la propuesta de ser área natural”, comentó Raquel Briseño.
Esto ha servido, dio, para que voces ciudadanas se estén manifestando y se esté creando una conciencia de que como ciudadanos hay que tener más cuidado del entorno, pero también, estar muy atentos a las decisiones que se tomen.
