Madres rastreadoras de Mazatlán colocan ofrenda a hijos desaparecidos
MAZATLÁN._ Una ofrenda pequeña, con la foto de Irving, veladoras, fruta, flores de cempasúchil, refresco, agua y pan de muerto, bajo la imagen de cerámica de una Virgen de Guadalupe, fueron colocados por Irma Arellanes, la fundadora del colectivo de rastreadoras Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos.
Al pie del árbol adoptado por este colectivo, al cual llamaron “El árbol de los desaparecidos”, ubicado en la Plazuela Zaragoza, fue instalada desde el pasado martes 31 de octubre, esta pequeña ofrenda en memoria de Irving Alain Cortez Arellanes, que un día fueron separado de su familia y de quién fueron encontrados sus restos.
“Pues pusimos un altar pequeño, ese altar es para los que ya están en casa, la verdad, porque los que están desaparecidos, no sabemos si están muertos o vivos, pero les rezamos a los que ya están con Dios, que nos ayuden a encontrarlos”, expresó Irma.
El altar, dijo Arellanes, se creó para honrar a las víctimas de desaparición que ya han sido encontradas, que fallecieron lejos de sus familia y tras una incansable búsqueda, ahora tienen una tumba donde llorar y llevar flores, como es el caso de su hijo Irving.
Además de hacer oración en esta ofrenda por todos aquellos que aún no han sido encontrados, que aún tienen la esperanza de que aparezcan con vida, mencionó la líder del colectivo.
“Muchas nos negamos que están muertos otras nos resignamos cuando nos los entregan, hay muchas mentes diferentes”, comentó.