Llama Obispo de Mazatlán a dejar la violencia y dar paso a la paz
MAZATLÁN._ En México se necesita la pascua de dejar de ser violentos a ser pacíficos, pues la paz se ha deteriorado tanto que está hecha añicos, manifestó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.
“Necesitamos esa pascua en nuestra patria que se ha deteriorado tanto la paz. La paz está hecha añicos en México, por desgracia es de las realidades donde ha habido un proceso de retroceso grandísimo”, dijo al oficiar la misa del Domingo de Pascua en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción.
“Allá cuando nosotros estábamos en los años 60 era otro México: un servidor iba a la escuela de niño, no me pasaba nada; 7, 8 años caminando por las calles, me dejaban ir al cine solo, me iba yo en un camión a Guadalajara a los 14 años y no pasaba nada; llegaba, me movía en camiones, nada. Era un México seguro, se perdió por desgracia, de las pérdidas más grandes que ha tenido la cultura mexicana: haber perdido su ambiente de paz”.
El Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa, recordó que de niño veía las casas abiertas y nadie robaba, nadie se metía en ellas.
“Ocupamos esa pascua necesaria de la violencia (pasar) a la paz, de ser violentos a ser pacíficos y ahí también está la educación de los padres, la educación de los maestros, el Episcopado Mexicano para septiembre tienen convocado un gran Diálogo Nacional en la Ciudad de Puebla para estudiar esta realidad, se van a invitar personas especialistas en procesos de paz, que hay gente especialista en el mundo, nada más hay que invitarlos, escucharlos, oír sus sugerencias, con Colombia hay gente con gran experiencia en esa materia”, continuó.
Monseñor agregó que en muchos países hay especialistas en esa materia y se les debe escuchar a fin de tener más luz, más posibilidades y al Gobierno se le van a entregar los frutos de ese estudio que se realizará en el Diálogo Nacional por la Paz.
“Porque sabemos que tenemos una estrategia fallida, no funciona la estrategia, desde hace muchos años es fallida, fallida, fallida, y se profundiza más la violencia y hay más violencia y hay más desaparecidos; continuamente vemos que ya la muchacha de 23 años desapareció, que después la encontraron muerta, terrible, no se daba eso en la primera mitad del Siglo 20 y una partecita de la segunda mitad del Siglo 20 no existía para nada”, recalcó.
“Nadie desaparecía, los homicidios eran raros, los delitos eran pocos, las policías se dedicaban a meter borrachitos a la cárcel unos días, había uno que otro robo nada más... entonces, queridos hermanos ocupamos vivir la Pascua, la Pascua es muy concreta, la Pascua es muy realista y todos ocupamos una pascua en nuestra vida”.
Cada quien se conoce, sabe si es violento, rencoroso, del paso del rencor al perdón es otra pascua, si alguien es egoísta debe ser generoso, del odio al amor, añadió al recordar la Pascua de Jesús quien pasó de la muerte a la resurrección al tercer día y esa Pascua del Señor es actual.
“Y el resucitado y glorioso nos está diciendo que se puede (tener) una vida nueva y que Él ofrece con el amor del Padre y la fuerza del Espíritu Santo y su gracia las posibilidades para encaminarnos a la pascua de una vida nueva, de una vida mejor”, subrayó.
En su homilía, el Obispo reiteró que Cristo ha vivido la Pascua, la más grande, que es el paso de la muerte a la vida y Él ha destruido en la resurrección a la muerte y al pecado, venció el pecado y el mal en la cruz y justificó a la humanidad en la resurrección para que también viva una pascua en su vida, desde el bautismo se participa en la pascua del Señor, es decir, de esa vida potente, dinámica que es capaz de vencer el mal y vencer la muerte para hacer pascua en la vida.
“La pascua de pasar del egoísmo a la generosidad es una pascua dolorosa, sacrificante, porque las pascuas siempre conllevan sacrificio, donación, generosidad. La pascua, por ejemplo, de pasar del alcoholismo a la sobriedad es una pascua hermosa, difícil, dolorosa, hay hermanos que están ahí integrados en los AA que están viviendo esa pascua, se están ayudando a sostenerse en esos grupos tan favorables que hay en todas partes, a veces en los pueblos más pequeñitos tienen ahí sus centros de AA porque están haciendo la pascua del alcoholismo a la sobriedad”, expresó.
“También los jóvenes están haciendo la pascua, hay muchos integrantes en centros de la drogadicción a estar limpios, una pascua difícil, muy hermosa, muy positiva, pasar también de la envidia a ver con buenos ojos a los demás es una pascua hermosa, otra pascua hermosísima de la pereza a la diligencia y los padres deben invitar a sus hijos que no sean flojos, que no sean perezosos, contra pereza diligencia porque la pereza es muy negativa y es fuente de muchas otras realidades negativas”.
Reiteró que se requiere ser más diligentes, más activos, más trabajadores, más entregados, la pascua de ser irresponsables a ser responsables es hermosa.