"Libia Gavica Farriols es coronada como Reina del Carnaval de Mazatlán 2020"

"El estadio Teodoro Mariscal se encuentra a su máxima capacidad para rendirle culto a la soberana de la máxima fiesta"

MAZATLÁN._ Medio siglo después, Libia Zulema Gavica Fa­rriols refuerza una tradición familiar en la historia del Carnaval Internacional de Mazatlán.

Fue una fiesta de contrastes, pues al igual que aplausos para la soberana, hubo rechiflas para el Alcalde Luis Guillermo “El Quí­mico” Benítez Torres al ingresar al estadio.

Este sábado Libia II fue coro­nada como Reina del Carnaval 2020, que este año tiene el lema “Somos América...”, ceremonia en la que también se homenajeó a su abuela materna, Libia Zulema López Montemayor, a 50 años de su reinado, y a Lizzy Bernal, por su reinado de 25 años.

Así, desfilaron las 30 embajadoras representantes de 20 países de América.

En el escenario aparecieron sus hijas, quienes la represen­taron y recordaron con cariño.

Libia Zulema Farriols López, ex Reina de los Juegos Florales y mamá de Libia II, soltó en llanto por este homenaje a López Mon­temayor, ya fallecida, y estuvo acompañada por sus hermanas Pamela y Daniela.

En el escenario se le rinde homenaje al Carnaval de Barranquilla, Colombia.

El Gobernador Quirino Or­daz Coppel y el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, acom­pañados por sus esposas, coro­naron a Libia II.

El remodelado estadio de beis­bol “Teodoro Mariscal” lució un lleno total, donde miles de mazat­lecos y turistas disfrutaron de un espectáculo de baile y cultura, con representaciones de varios países latinoamericanos, como Colom­bia, Ecuador, Venezuela, entre va­rios más, así como embajadoras de carnavales de esas naciones, que engalanaron la pasarela.

Lissy Bernal fue homenajeada por 25 años de haber sido coronada como Reina del Carnaval de 1995. Ella dijo lo orgullosa que es ser originaria de Mazatlán.

Durante la ceremonia se re­cordó a los ecosistemas y sitios paradisiacos de América Latina, donde imágenes de diferentes países atraparon a los especta­dores.

Luego de un receso de 45 mi­nutos, apareció en el escenario la cantante Yuri, quien deleitó al público mazatleco con sus éxitos.

Y por 50 años se homenajeó a Libia Zulema López Montemayor, Reina del Carnaval de 1970, abuela de la actual Reina.

La veracruzana arrancó el concierto con la canción “Hola”, para seguir con “Este amor no se toca”.

Al cantar “Detrás de mi ven­tana”, el público la coreó e ilumi­nó el recinto beisbolero con las luces de teléfono.

En el escenario aparecieron sus hijas, quienes la representan y la recuerdan.

Paso seguido, se tomó la foto con el Rey del Carnaval, Paco Vazga, y con su corte real.

Yuri dijo que los artistas de­ben ser terrenales, no sangrones,

con lo que arrancó la ovación del público.

Libia Zulema Farriols López soltó el llanto en el escenario por este homenaje a su mamá ya fallecida, y estuvo acompañada por sus hermanas Pamela y Daniela.

Además, le enseñó a la Reina Infantil y a su corte real cómo saludar, con lo que terminó por ganarse al público.

Y hasta se dio tiempo de bro­mear con las mujeres, a quienes pidió dedicarles a sus maridos

y/o parejas la canción “Una men­tira más”.

Una hora más tarde hizo su aparición en el escenario el can­tante Carlos Rivera, quien inició con “Soy aquel”.

El juvenil intérprete cautivó a las mujeres, quienes corearon sus éxitos.

 

 Luego de un receso de 45 minutos, aparecieron en el escenario los cantantes Yuri y Carlos Rivera, quienes deleitaron al público mazatleco con sus éxitos.

 La veracruzana arrancó el concierto con la canción Hola, para seguir con Este amor no se toca.

Al cantar Detrás de mi ventana, el público la coreó e iluminó el recinto beisbolero con las luces de teléfono.

Paso seguido, se tomó la foto con el Rey del Carnaval, Paco Vazga, y con su corte real.

Yuri dijo que los artistas deben ser terrenales, no sangrones, con lo que arrancó la ovación del público.

Además, le enseñó a la Reina Infantil y a su corte real cómo saludar, con lo que terminó por ganarse al público.

Y hasta se dio tiempo de bromear con las mujeres, a quienes pidió dedicarles a sus maridos y/o parejas la canción Una mentira más.