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Día del Maestro

Lety comparte con sus alumnos su manera alegre de ver la vida

Leticia Astorga Barraza tiene casi cuatro décadas en la labor docente; como maestra del Colegio Begsu, en Mazatlán, ayuda a formar niños no solo en lo académico, sino en valores

MAZATLÁN._ Para Leticia Astorga Barraza, quien es maestra desde hace 37 años, es indispensable tener vocación para llevar a cabo la labor educativa.

“Si no tienes vocación, así sea en la escuela privada o en la escuela pública, si no te gusta pues no vas a lograr nada con los niños, tiene que gustarte la carrera”, señaló la profesora de sexto grado en el Colegio Begsu de Mazatlán.

Lety estudió en la Escuela Normal del Sur de Sinaloa y la Normal Superior en Ciencias Sociales, de donde egresó en 1982; le ofrecieron una plaza en Puebla y no quiso irse y decidió comenzar la docencia en escuela particular.

Su primer encuentro con alumnos de primaria fue hace 37 años en el Instituto Américas, donde trabajó cinco años, para después recibir una invitación a trabajar en Colegio Begsu, donde tiene ya 33 años y lo que más le gusta de ser maestra es el trato con los niños, con quienes se considera ser paciente pero también ruda.

En su camino por educar a las infancias, la maestra ha apostado no solo por lo académico sino también por lo formativo, el enseñarle a sus niños la importancia de tener valores, tanto en la escuela, como en casa, ser un buen ciudadano, ser un buen compañero y ser un buen hijo.

“Siempre hemos dicho que los niños son el futuro de nuestro México y si tú desde el momento que eres maestra estás con tus niños, les tienes que dar amor, paciencia, regaños a veces, y si tú no haces todo eso no logras nada con los niños”, sostuvo.

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En el colegio es fácil identificar a los alumnos de Lety, pues se caracterizan por sufrir cambios en su manera de ver la vida: ella les contagia de la alegría, les ayuda a salir del cascarón, a ser niños más seguros, pues aparte de los aprendizajes de los libros, a través de sus historias y anécdotas la maestra les va dando una enseñanza para la vida.

“Les digo yo a ellos hay que tomar lo bueno de la mamá, lo bueno del papá y lo que no me guste no lo voy a hacer yo de adulto, y entonces ¿qué hacemos? Formamos niños positivos, alegres, contentos, porque la mayoría de las personas siempre nos vamos con lo negativo y no, hay que tomar lo bueno de lo que tienen las personas y de ahí se forman”, dijo.

Su primera vez frente a grupo estaba muy nerviosa, contó la maestra Lety; le dolía el estómago cuando le dieron quinto año, pensaba qué iba a hacer, ella era chaparrita, mientras que sus alumnos eran niños de quinto, muy grandes, con pensamiento propio.

Lety cuenta como cuando se ausenta del salón, al regresar sus alumnos la reciben con gusto, y asegura que la clave para generar eso es brindarles confianza, apoyo moral, escucharlos cuando tienen un problema, platicar con ellos y darles muchos consejos.

Como maestra, una de las cosas que más la sorprende es encontrarse con ex alumnos suyos y verlos ya como todos unos profesionistas y que se acuerdan de ella y la saludan con mucho afecto, incluso hay a quienes inspiró a ser docentes.

“Ahorita la tecnología, yo como maestra reconozco que sí ha servido mucho, pero falta supervisión por parte de los padres de familia, estar al pendiente qué es lo que sus hijos están viendo, que están leyendo...La mente ahí se les va distorsionando a futuro porque están viendo cosas que todavía no les corresponde por su edad”, advirtió.

La niñez, comentó, actualmente se enfrenta a la soledad, en una era donde papá y mamá trabajan, a veces no le dedican tiempo a estar en comunicación con sus hijos, dando paso a este sentimiento.

“Lo más importante es lo emocional, si un niño emocionalmente está bien, va a ser un niño que va a responder en todos los ámbitos, en lo educativo, en lo social se va a relacionar bien pero si no tiene atención en su casa”, manifestó.

La educación planteada por el gobierno a nivel primaria tiene un enfoque como de antes, agregó Lety, donde se están incluyendo mucho los valores, lo emocional, lo social, dejando ver que no todo es académico tiene que ver mucho lo social y lo emocional.

Cuando hay situaciones que ameriten un llamado de atención, la maestra toma cartas en el asunto, así como el exigirles a los alumnos que den su mayor esfuerzo de acuerdo a sus capacidades cognitivas.

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Valorar cada día

La profesora Lety estuvo un año fuera de aulas debido a un padecimiento de salud, lo cual la hizo valorar cada día la oportunidad de levantarse por las mañanas para ir dar clases, pues durante ese tiempo no pudo hacerlo, lo pasó acostada, extrañando a sus alumnos , a sus compañeras y al colegio.

“Sentí mucha felicidad de que mi Dios me haya permitido regresar y me dicen que si cambié... ¿Sabes en qué cambié? Nada más en que le tome más importancia a las cosas naturales, porque nosotros como seres humanos lo damos por hecho, pero ya que estás en una etapa entre la vida y la muerte valoras la naturaleza y todo eso le transmito a mis alumnos, antes era positiva, pero ahora soy más”, expresó.

La maestra Lety narró que su oncóloga le dice que cree que Dios la dejó vivir para que transmita su experiencia a sus generaciones y así es como ella comparte con los niños sus anécdotas como maestra y como ser humano, ya que considera que lo principal es eso .