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Emprendimiento

‘Las Noreñitas’ que han viajado desde La Noria hasta París y China

Dolores Peraza, mejor conocida como “Dolo de La Noria” es una emprendedora que ha logrado que sus productos vayan a lugares tan lejanos como China y París

Dolores Peraza, conocida cariñosamente como “Dolo de La Noria”, es una emprendedora apasionada que ha llevado el arte del tejido a otro nivel con su marca “Las Noreñitas”. Los productos de esta marca han viajado lejos, encontrando admiradores en lugares tan lejanos como China y París.

“Gente de otros países que visitan La Noria, me llevan mucho, de hecho son los que más aprecian mi trabajo, la verdad. Yo encantada, imagínate han venido de China, se las han llevado muchas personas, se han llevado cosas a París”, contó Dolores.

“Tenemos 6 años aquí, pero cuando recién inició pues manejé ‘Las Noreñitas’. Estas son para mí ‘Las Noreñitas’, estas muñecas hechas con telares, pero pues yo sé manejar agujas, sé manejar ganchos, sé manejar telares, lo que sea”, presumió.

Originaria del Pueblo de La Noria, Dolores ha dedicado los últimos años a la creación de muñecas de telar y artesanías en crochet, combinando tradición y creatividad en cada pieza que realiza. Desde pequeña, aprendió a tejer bajo la guía de su madre, quien le enseñó a manejar agujas y telares desde los 10 años, lo que sentó las bases para su emprendimiento artesanal.

Las muñecas que elabora bajo la marca “Las Noreñitas” han capturado la atención no solo de los locales, sino también de turistas internacionales que visitan La Noria. Dolores explica que sus productos, como los llaveros, tortuguitas, puerquitos y ratoncitos de los dientes, han ganado popularidad entre los visitantes debido a su detallada confección y originalidad.

Cada pieza, desde los pequeños pollitos hasta las elaboradas muñecas de cuento, requiere un trabajo minucioso, ya que cada puntada y detalle deben ser ejecutados con precisión.

Dolores se enorgullece de ofrecer una amplia gama de productos únicos que van desde los 40 hasta los 500 pesos, destacando que cada uno de ellos tiene su “chistecito” y requiere un esfuerzo significativo para lograr un acabado perfecto. Además de muñecas, ha diversificado su arte hacia figuritas de yeso y otros accesorios, siempre pensando en los gustos de sus clientes, especialmente los niños.

“Les gusta mucho, la verdad no es tan fácil hacer todo ese tipo de cositas, todo tiene su chistecito, cada vuelta es diferente. Yo siempre les digo, lo ven como algo sencillito pero no, cada puntada tiene que estar exactamente como debe de ser para que te salga la figura”, mencionó.

“Hay veces que ves un dibujo chiquito, por ejemplo hay unos pollitos que tengo ahí que se ven que no tienen nada de chiste, que están bien sencillitos, pero hay que ponerle ojitos, patitas, piquitos y me tardo un buen ratito haciéndolos, todos tienen su detallito”.

La habilidad de Dolores para tejer ha sido heredada de su madre, quien también es reconocida por su destreza en este arte. A diferencia de sus hermanas, a quienes no les interesó tanto el tejido, Dolores encontró en esta tradición un camino para expresar su creatividad.

La confección de nuevos diseños es uno de sus pasatiempos favoritos, desde vestidos detallados para sus muñecas hasta miniaturas que fascinan por su precisión. Recientemente, compartió con entusiasmo la creación de un periquito, un trabajo que involucra un alto nivel de detalle, desde los huevitos hasta el nido.

El éxito de “Las Noreñitas” no solo radica en la calidad de sus productos, sino también en la calidez y la atención personalizada que Dolores ofrece a cada cliente. “Las Noreñitas” no es solo un negocio; es una extensión de la pasión de Dolores por el tejido y un ejemplo de cómo una tradición puede transformarse en un medio de vida sostenible.

Dolores invita a todos a visitar el tianguis de La Noria y explorar las creaciones únicas que ofrece. “Aquí siempre hay novedades”, asegura, y está abierta a realizar encargos personalizados, demostrando así su compromiso con sus clientes y su amor por el arte que practica.