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Tragedia

Incendio en El Rinconcito los dejó sin nada

Héctor, Eloy, Misael y José Alfredo, habitantes de una de las viviendas dañadas, buscan reconstruir su lugar

Braulio recordó cómo la madrugada del 25 de diciembre a las 2 de la madrugada él, Hector Eloy, Misael y José Alfredo, despertaron entre el incendio, que afortunadamente les dió tiempo de salir ilesos, pero dejando dentro todas sus pertenencias que con sacrificios habían logrado tener.

“Nomas nos quedamos con lo que traemos puesto y pues no tenemos más que las láminas y las cobijas, es todo lo que tenemos y un poco de despensa que nos trajeron”, mencionó Braulio.

”Perdí la papelería, acta de nacimiento, cobijas, la ropa que tenía, la cama, el ropero, lo básico que uno tiene para vivir”, enlistó.

Los cuatro diariamente salen a trabajar a la obra, en dónde gracias a lo sucedido no han podido asistir desde hace dos días y por lo tanto saben que al final de la semana, tristemente no tendrán ningún ingreso.

Después de la tragedia recibieron la visita del Alcalde Edgar Gonzalez, el cual se comprometió a darles apoyo y fue a través del DIF Municipal que se les hicieron llegar unas despensas, láminas, colchonetas y cobijas, sin embargo, Braulio expresó que su necesidad sería que les pudieran ayudar a retirar todo el material incendiado para limpiar el espacio y poder volver a levantar sus viviendas.

“Esto poco que nos trajeron, pero para uno es de gran bendición, para pasar la noche, el frío y eso, con la comida estamos al día, un pan, una leche, lo que sea comemos, en la mañana salimos a trabajar, pero ahorita ya tenemos dos días que no hemos trabajado, hemos estado aquí, pero que son días que no vamos a generar, pero como quiera aquí ya nos llegó algo”, lamentó.

“Prácticamente solo tenemos las láminas, faltan barrotes, esa lámina me alcanza para techar, pero no tengo ya absolutamente nada, más que eso, no podemos dejar las láminas a la intemperie, porque salimos a trabajar y se las pueden llevar, necesitamos hacer un jacal para poder tener ahí las cosas”, añadió.

Los días después de haberse quedado prácticamente sin nada han sido difíciles, dijo Braulio y ahora solo les queda empezar de cero, por lo que se han dedicado a trabajar en la limpieza del predio y de momento a construirse un pequeño espacio recubierto con cartón y lona para no dormir a la intemperie.

“Ahorita estamos bajando todo pero yo creo que si ocupamos un volteo para echar todo el escombro que va saliendo, los palos esos, porque no tenemos carretillas, no tenemos herramientas para trabajar”.

”Hicimos cómo un template con una lonita y a pasar la noche ahí, unos acá y otros allá y cuidando aquí, porque todo quedó prácticamente en cenizas y ahorita apenas vamos a empezar otra vez a levantar, hacer un jacalito y empezar de cero”.

La invasión en donde ocurrió el incendio de estas cuatro viviendas se llama El Rinconcito de Mazatlán, está ubicada atrás del fraccionamiento Rincón de Urias, justo en la calle Venus, pegadas al cerro de tierra en donde la maleza seca acabó con el único patrimonio que estos hombres tenían y que hoy buscan volver a edificar.

Ellos necesitan ropa y calzado, sus tallas de playera son mediana y grande; de pantalón 30-32 y 32-34; y su número de zapatos 6, 7 y 7.5, también requieren apoyo con alimentos, electrodomésticos para cocinar o conservar sus alimentos, por lo que puede hacer llegar su donación a las oficinas del periódico Noroeste, ubicadas en Río Amazonas 602-A, Fraccionamiento Campo Bello en Mazatlán, o puede comunicarse al teléfono 669 915 5200.