"IN MEMORIAM (1926-2020) Ricardo Lizárraga Granados, pionero y visionario de la industria del café"
Hay quienes consiguen transformar su vida, otros luchan para ayudar a su familia, pero hay personas, como Ricardo Lizárraga Granados, que consiguen ayudar a transformar una ciudad entera.
Mazatlán tendrá para siempre una deuda con un joven nacido en agosto de 1926, que junto a sus hermanos construyó de la nada una empresa emblemática en el puerto: Café El Marino.
“Un individuo cuando quiere puede llegar a donde él quiera cuando es fuerte su voluntad de hacer las cosas. Claro, pueden ser muchas circunstancias, dicen que hay suerte, pero hay que buscarla de todas maneras. Cuando uno se propone lograr las cosas y le pone ganas suficientes, creo que lo logra”, expresó en alguna ocasión Lizárraga Granados.
Y su historia es testimonio de sus palabras. Tenía apenas 5 años de edad cuando murió su madre, Amada Granados. Su padre, Juan Lizárraga Zataráin, viudo, quedó a cargo de sus hijos en El Verde, Concordia, de donde son originarios. Los hermanos mayores se van a trabajar en una mina a la sierra de Durango.
Muere Ricardo Lizárraga Granados, fundador de Café El Marino
Cuando tenía 14 años de edad y había terminado de cursar el cuarto año de primaria, el grado máximo en la escuela de El Verde, Ricardo se fue a la sierra con sus hermanos y como no podía todavía entrar en la mina, se quedó trabajando ayudando con los mandados en la tienda de raya.
Cuatro años más tarde decide trasladarse a Mazatlán, invitado por uno de sus tíos, quien además le ofrece en traspaso su tienda de abarrotes: La Gaceta Comercial, en el Centro de la Ciudad, luego compró La Faja de Oro.
Fue uno de sus proveedores, un español llamado José Montes, quien lo invitó a emprender un negocio de café: abre el primer expendio en octubre de 1950, en la Avenida Zaragoza, entre Damy y Corona, a un lado de la Cruz Roja Mexicana.
Así nace lo que hoy es Café Marino, con un pequeño molino tostador, en medio de una fuerte competencia que lo obligó a innovar en la distribución, desde una carretilla hasta una camioneta, para ofrecer su mercancía por los barrios y las rancherías cercanas.
De octubre de 1950 a mayo de 2020 muchas cosas se construyeron y aquel pequeño expendio tostador de café es, hoy en día es una industria que mueve millones de pesos y genera cientos de empleos, una industria que representa a Mazatlán y Sinaloa en el mundo.
Toda esa historia se cuenta en el sitio oficial de Café El Marino, y muchas más se tejieron a lo largo de los años.
Los inicios
En medio de la competencia, salir a ofrecer el producto a las comunidades cercanas fue un éxito que le permitió expandirse, primero a un local en Aquiles Serdán y luego a la Rosales, a la vez que adquirió, en 1951, un terreno en la Avenida Gabriel Leyva, donde está ahora la empresa. Fue entre 1957 y 1958 que hace la mudanza definitiva.
El nombre Café El Marino surge de las personas que más demandaban el producto, los marineros.
Justo al mudarse a las instalaciones que hoy los albergan, en 1957, nace una nueva empresa, El Verde, en honor al pueblo que los vio nacer, dedicada a la compra de materia prima, posteriormente esa empresa se convierte en Café Verde S. A.; con oficinas en la Ciudad de México y luego en las zonas cafetaleras del País, para facilitar la adquisición del producto.
No conocía los cafetales. Lo hizo en uno de sus viajes a Jalapa, Veracruz, y su nueva pasión fue catar las diferentes variedades y hacer sus propias mezclas.
Y en Mazatlán, lejos de las zonas cafetaleras pero casa de Café El Marino, nace la Asociación Nacional de Café, impulsada por Lizárraga Granados. Con ella nace también el deseo de exportar.
Primero lo hizo a Estados Unidos, específicamente a Houston, Texas, con CF Continental. Luego llegó a Canadá, Suiza, Francia e Islandia.
En alianza con CF Continental crean Café Continental de México para incursionar en el mercado del café soluble a nivel institucional. Es la primera de muchas alianzas que hasta hoy persisten: Sugar Foods de México y Massimo Zanetti Beverage México.
Fue un largo proceso, el paso de generaciones comandadas por el propio Lizárraga Granados, de su medio hermano Faustino Lizárraga García, quien entre las décadas de 1960 y 1980 logró meter a la empresa en la era de la modernidad administrativa; y finalmente la era de los hijos de Ricardo y Enrique Lizárraga Granados, quienes han comandado y potenciado la empresa.
Hoy, son portadores de los galardones Empresa Socialmente Responsable, Responsabilidad Social Empresarial, Empresa Familiarmente Responsable, México sin Trabajo Infantil, y los certificados KA Kosher, Certificado Café Orgánico Europa, SQF Institute, USDA Organic, UTZ Certified.
Tiene un catálogo de 202 productos, de las marcas Café El Marino, Cereales Post, Alimentos en Polvo, Sugar Foods de México, Té Bigelow, Massimo Zanetti, Mariscos Enlatados, Latas, Frascos, Bolsas y Cereales Malt Meal.
Ricardo Lizárraga Granados supo transmitir, sembrar y cosechar: Coparmex
Una empresa sólida, una familia sólida
En el área personal, Ricardo Lizárraga Granados también fijó cimientos firmes. Se casó a los 30 años de edad con Yolanda Mercado Escutia y procrearon a Carmen Yolanda, Juan Carlos, Arturo, Javier y Ricardo, más un hijo que no sobrevivió.
Javier Lizárraga Mercado estuvo al frente de la empresa hasta 2017, cuando se convirtió en Secretario de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado; y dejó la estafeta a su hermano Juan Carlos.
Si su padre solo pudo llegar hasta el cuarto grado de primaria, los hijos tuvieron educación privilegiada en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, y son ellos los que, siguiendo la línea de su padre, sostienen a Café El Marino y a todas las empresas creadas a su alrededor, con los estándares de calidad que lo caracterizan desde siempre.
“La satisfacción de haber trabajado en un ambiente de una gran familia, comunicación y atención de las necesidades del personal. Agradece profundamente la entrega y esfuerzo de todas las personas que conforman esta gran familia Marino cuyos miembros siempre estuvieron en sus prioridades: su salud, educación, su estabilidad económica”, se señala en un boletín de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Don Ricardo murió ayer a los 93 años, tuvo una larga y fructífera vida que hoy los mazatlecos honramos.
PERFIL
Ricardo Lizárraga Granados
- Nace en agosto de 1926 en El Verde, Concordia.
- De adolescente trabajó en la zona minera de la sierra de Durango, junto con sus hermanos.
- A los 18 años de edad llega a vivir a Mazatlán, y toma el traspaso de una tienda de abarrotes en el Centro, La Gaceta Comercial.
- Posteriormente compra otra tienda, La Faja de Oro.
- En octubre de 1950 abre el primer expendio de café, en la calle Zaragoza, entre Damy y Corona.
- Se expande a un local en la calle Aquiles Serdán y luego a la Rosales.
- En 1951 adquiere, un terreno en la Avenida Gabriel Leyva y es a ese lote donde la empresa se muda entre 1957 y 1958, dando paso así a la sede definitiva y actual de Café El Marino.
- En 1957 funda una nueva empresa, El Verde, dedicada a la compra de materia prima.
- Esa empresa se convierte después en Café Verde S. A.; con oficinas en la Ciudad de México y en las zonas cafetaleras del País.
- Fundó la Asociación Nacional de Café.
- Inició exportaciones primero a Houston, Texas, y luego a Canadá, Suiza, Francia e Islandia.
- Actualmente, la empresa cuenta con un catálogo de 202 productos, de las marcas Café El Marino, Cereales Post, Alimentos en Polvo, Sugar Foods de México, Té Bigelow, Massimo Zanetti, Mariscos Enlatados, Latas, Frascos, Bolsas y Cereales Malt Meal.
FAMILIA
- Esposa: Yolanda Mercado Escutia
- Hijos: Carmen Yolanda, Juan Carlos, Arturo, Javier y Ricardo.