Hay 211 colonias en Mazatlán en riesgo por inundaciones esta temporada de lluvias: Conselva
MAZATLÁN._ Con el inicio de la temporada de lluvias en Mazatlán, y de acuerdo a lo concluido durante el taller presencial de diagnóstico y validación de exposición y peligros climáticos de Mazatlán, realizado en días pasados, existen 211 colonias en el puerto en riesgo por inundaciones fluviales o pluviales, informó Luis Bojórquez Rodríguez, director de programas de Conselva, Costas y Comunidades, en entrevista con Noroeste.
“La temporada de lluvias nos coloca en alerta, pero sobre todo a estas zonas, se identificaron alrededor de 328 hectáreas que es área habitada dónde hay peligro potencial de inundación ya sea pluvial o fluvial, distribuida en alrededor de 211 colonias de Mazatlán”, señaló.
Estos más de 200 asentamientos son los que están en mayor peligro de inundaciones, ya sea por eventos de lluvia directa o por la inundación que provoca el desbordamiento de ríos y arroyos que también es una consecuencia de la lluvia, mencionó el director de programas de Conselva.
“Estamos hablando de que hay zonas más vulnerables que otras a los peligros, como las personas que están cerca del área de los esteros o aledañas al margen, por ejemplo del arroyo Jabalines, sabemos que hay puntos donde todos los años se inunda en la ciudad, son puntos focales que hay que tener cuidado colonias como Estero, Urías, Infiernillo e Insurgentes donde todos los años vemos inundaciones, es evidente que son de las zonas que están expuestas a estos peligros”, detalló.
La misma serie de estudios que arrojaron este diagnóstico, también contempla que si se suma a todas las personas que están expuestas a los peligros climáticos por inundación, por deslaves o por alguna afectación de este tipo, hay más de 100 mil habitantes. Estas personas viven en una situación de exposición, no tienen una alta capacidad de respuesta ante estos eventos.
“Viven en lugares donde les pegan estos fenómenos, pero además no tienen capacidad de recuperarse, o sea les afecta de una manera catastrófica en todos los sentidos y es ahí donde se tienen que impulsar acciones con Gobierno, con Protección Civil y con las diferentes dependencias para hacer algo por esta población”, propuso.
“La misma ciudadanía se movilice y también reconozca su vulnerabilidad, que está en una zona de peligro y tome las precauciones necesarias antes de los eventos y las medidas que se tengan que tomar”.
Mazatlán ha crecido ‘en contra de las leyes naturales’
Mazatlán que en los últimos años ha presentado un crecimiento inmobiliario desmedido, ha venido manejando un manejo de Obras Públicas y un Plan de Desarrollo Urbano contrario a la leyes naturales y a lo que debe considerarse basado en la calificación de sus ecosistemas, manifestó Luis Bojórquez.
“Las cosas se han venido haciendo de una manera que no obedece a las leyes naturales, y ahorita estamos haciendo un esfuerzo por capacitar y por concientizar también a los funcionarios públicos de entender que el principio de todo lo da la naturaleza, y por eso ahorita lo que tenemos que hacer es pensar en estas obras de adaptación basado en ecosistemas”
“Hay que recuperar la vegetación nativa en la ciudad, hay que recuperar áreas verdes de refugio de captación de agua, hay que impulsar sistemas de captación de agua de lluvia en las escuelas y en las viviendas. Hay que empezar a pensar de forma diferente y eso se va a lograr, uno con la voluntad del funcionario que lo entiende, lo adopta y lo implementa; y otro con la incidencia en instrumentos de planeación, que realmente ya venga en el reglamento de construcción Mazatán”, expuso.
Aclaró que si bien el Reglamento de Planeación acaba de sufrir modificaciones, por los tiempos necesarios para tener resultados de los estudios y las pautas para la publicación de los cambios no empatan para ser incluido totalmente, si se hicieron reuniones para incidir por medio de recomendaciones.
Destacó que la información arrojada por este diagnóstico también sirve para que la autoridad implemente medidas preventivas, la ubicación de albergues y refugios cuando viene un huracán o cuando hay una amenaza inundaciones, considerando las zonas más vulnerables donde las personas no tienen capacidad de irse a un hotel o no tienen otro lugar donde moverse, la capacidad económica es menor y también la exposición por el lugar donde viven es mayor.
“Entonces en lugar de echar andar 50 albergues en puntos donde no van a estar accesibles a la población que lo necesita, pues se ubiquen en los puntos que son más vulnerables, eso es información para la toma de decisiones que ahorita se puede tener a la mano”, dijo.
Acciones ciudadanas preventivas Bojórquez Rodríguez aseguró que los hallazgos en este estudio pueden sugerir acciones preventivas en caso de verse expuestos a este tipo de riesgos no solo al Gobierno Municipal sino también a los ciudadanos.
“De todos depende estar preparados para estos y tener una capacidad de respuesta mejor, ciudadanos y gobierno, cada uno tenemos que tomar nuestra responsabilidad ante esto. Si yo vivo en un lugar de riesgo donde estoy expuesto a inundaciones, a deslaves, primero debo reconocer esa vulnerabilidad, saber que soy vulnerable, que estoy en un lugar de riesgo y saber qué tengo que hacer para reducir esa vulnerabilidad, o sea para adaptarme”, explicó.
“Desde la organización en la comunidad desde establecer áreas que sean como de captación de agua, como humedales o jardines que ayuden a reducir el flujo de agua superficial que es el que inunda y captar o infiltrarlo y demás, eso se puede hacer en las comunidades, en las colonias más afectadas en donde el nivel del agua llega más alto, para reducir y con que el agua no suba lo suficiente para entrar a tu casa ya habremos logrado el objetivo”.
Reforestar zonas deforestadas, no es la solución
El director de programas de Conselva, Costas y Comunidades también advirtió que recurrir a la reforestación de zonas en las que se realizan desmontes para desarrollos inmobiliarios no soluciona el daño ambiental.
“No es la misma deforestar una zona para luego reintroducir con nuevas especies, esa no es la solución, es una barbaridad reforestar zonas que se desmontaron, porque el servicio ambiental no puede compararse. La capacidad de un árbol adulto a una planta pequeña de captar agua, de capturar dióxido de carbono y producir oxígeno, no es la misma”.
En el crecimiento de la ciudad, declaró Bojórquez Rodríguez, hay principios que hay que atender con el tema de adaptación basado en ecosistemas.
“Como recomendación para estos principios de construcción, siempre hay que respetar tanto las zonas donde hay vegetación primaria, donde están estas especies de selva, de bosque en estado de conservación, porque un bosque o una selva en estado primario, es decir que en realidad ha tenido el mejor menor impacto, la vegetación por deforestación provee la mayor cantidad de servicios ambientales”.