Hace 8 años, ‘El Chapo’ Guzmán fue detenido en Mazatlán; así fue el operativo
Culiacán ya no era un lugar seguro para el hombre más buscado del mundo. Sus casas de seguridad y ranchos en la periferia de la capital sinaloense estaban expuestos y vigilados, así empezó la cacería de Joaquín Guzmán Loera en la Operación Gárgola.
El alto mando militar asignó a las fuerzas especiales de la Armada una misión de alta prioridad, la captura de “El Chapo”, en ese entonces líder del Cártel de Sinaloa, y por ende, el objetivo de más alto valor de la DEA.
Los infantes de Marina se trasladaron desde el sábado 15 de febrero de 2014 a Culiacán, en donde comenzaron con el despliegue de fuerzas en propiedades de sus familiares.
Tanto movimiento solo se explicaba por una cosa, buscaban a algún “pesado”, decía la gente en los barrios de Culiacán.
Y muchos pensaban que iban por “El Mayo” Zambada, el otro líder histórico del narcotráfico en México, de acuerdo con las autoridades.
Pero lo que el Gobierno mexicano no esperaba era que “El Chapo”, famoso por pasar droga a Estados Unidos a través de sistemas de túneles a lo largo de la frontera, aplicaría la misma táctica para evadir a las autoridades en Culiacán.
Así, en una casa de seguridad, Guzmán Loera pudo fugarse por túneles conectados con el sistema de alcantarillado de la ciudad y llegar al canal Recursos Hidráulicos, donde fue apoyado para emprender la fuga a Mazatlán, acompañado por dos de sus escoltas personales.
Con bajo perfil se mantuvo oculto durante días en un edificio de la Avenida del Mar, el Miramar, ubicado a cientos de metros de la base 38 de la entonces Policía Ministerial del Estado, junto con su esposa e hijas gemelas, un escolta y una mujer que era su cocinera.
A las 5:00 horas Mazatlán dormía, pero las hélices de dos helicópteros “Sea Hawk” (halcones marinos) acabaron con la calma de la Perla del Pacífico.
Para las personas que empezaban su rutina esa madrugada, el movimiento de aeronaves militares era muy inusual, por lo que algunas se asustaron, nunca habían visto a esas horas un despliegue similar.
Los marinos y presuntamente agentes de la DEA disfrazados de militares mexicanos irrumpieron en el condominio 401 por la fuerza, donde sometieron a “Cóndor”, escolta personal de “El Chapo”.
Ahí estaban con ellos Emma Coronel Aispuro, sus hijas gemelas, mientras Guzmán Loera, de acuerdo con la versión oficial, se ocultó en el baño, hasta donde llegaron los militares y le advirtieron que saliera con las manos en lo alto, que las mostrara.
Después de algunos segundos, “El Chapo” salía del baño para ser sometido y esposado, para protegidos por la madrugada dirigirse al aeropuerto mazatleco, subirlo a un avión de la Marina y trasladarlo a la Ciudad de México.
Para las 7:00 horas Mazatlán era noticia mundial, había caído el hombre más buscado en el planeta, el enemigo número 1 para el gobierno estadounidense, culpable de la alta tasa de mortalidad provocada por las drogas, País considerado el mayor consumidor de narcóticos del mundo.
Ese fin de semana los turistas se tomaban la foto del “recuerdo” a las afueras del Miramar, mientras el despliegue de fuerzas militares en la zona intimidaba a los transeúntes.
La prensa nacional acampó sobre la Avenida del Mar para documentar todo lo relacionado a la post captura del capo sinaloanese.
Fue así como Carlos Loret de Mola y otros desfilaron por Mazatlán con la protección de la Marina y con “recorridos a modo” en sus aeronaves para difundir en cadena nacional el operativo más importante del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Para muchos analistas, “El Chapo” era un comerciante que halló una oportunidad para cumplir con la ley de la “oferta y la demanda”.
A las 13:00 horas, tiempo del centro del País, todo México estuvo pendiente de la presentación del originario de La Tuna, Badiraguato.
La escena más reproducida, quizá, fue donde dos infantes de Marina lo llevan de la cabeza rumbo al un helicóptero en el que sería trasladado al penal de máxima seguridad El Altiplano en el Estado de México, de donde se fugó por un túnel conectado a su celda el 11 de julio de 2015.
“El Chapo” fue recapturado el 8 de enero de 2016 en Los Mochis, junto con Iván Orzo Gastélum, alias “El Cholo”.
El 19 de enero de 2017 Joaquín Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado en 2019 a cadena perpetua e ingresado a un penal de máxima seguridad en Colorado.