Gran parte de Mazatlán sigue sufriendo el desabasto de agua
Aunque este lunes el suministro de agua ya empezó a fluir en Mazatlán, la mayor parte de la ciudad padece la escasez del servicio luego de los daños causados a la infraestructura hidráulica por el paso el Huracán Nora.
Micronegocios como fonditas de comida, lavanderías, purificadoras, entre otros, no han podido abrir por la falta de agua.
Las pipas de agua han tenido una gran demanda desde el miércoles pasado, cuando el suministro de agua comenzó a escasear en la ciudad.
En otros casos, como en el Fraccionamiento Real Pacífico, el agua llegó durante la madrugada de este día, y en algunas casas se logró llenar los tinacos.
En otras, la gente seguía llenando baldes de las llaves de la calle luego de no tener servicio desde el viernes o de días antes tras el paso del Huracán Nora, dependiendo de cómo se les fuera terminando en los tinacos.
Del fin de semana a la fecha en los fraccionamientos Real Pacífico, Prados del Sol y Terranova tampoco se tuvo distribución de agua purificada en garrafones, y esta mañana ya se vio que en una tienda estaban descargando garrafones llenos.
En el Fraccionamiento Valles del Sol, al noreste de Mazatlán, durante la madrugada llegó un poco de agua con poca presión, por lo que la gente aprovechó para llenar baldes o cubetas de la llave frente a su casa y almacenar el líquido para las necesidades básicas.
Durante estos días en diferentes asentamientos humanos de la ciudad la población ha tenido que comprar garrafones o galones de agua purificada para consumo humano o para hacer la comida.
Este domingo la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán informó que se prevé que el suministro de agua potable se normalice hasta el próximo viernes, pero se espera que este lunes ya aumente el nivel del suministro.
En el Infonavit Alarcón el abasto ha sido constante, pero sin la presión requerida para que suba a los tinacos, es decir, la gente batalla hasta para lavarse los dientes.
No se ven personas llenando baldes, pues ante la escasez que se padeció años atrás, las familias optaron por meter tubería directa desde la calle hasta sus patios o cocinas, en la planta baja, por lo que el agua ingresa a sus casas, aunque no llene tinacos.