Feligreses viven con devoción la Procesión del Silencio en Mazatlán
MAZATLÁN._ El atardecer de este Viernes Santo se vistió de solemnidad cuando decenas de feligreses se congregaron para formar parte de la tradicional Procesión del Silencio, una ceremonia que forma parte de los rituales de Semana Santa.
El cortejo salió en punto de las 18:00 horas del arco del fraccionamiento El Cid avanzando lentamente, a lo largo de la avenida Camarón Sábalo, hasta llegar al templo de San Judas Tadeo, recorriendo distintas calles de la colonia Sábalo Country.
Al solemne ritmo del tambor que marcó sus pasos, los fieles católicos avanzaron en completo silencio, reflejando un rostro de serenidad y reflexión, con respecto a una jornada llena duelo por la pasión y muerte de Jesucristo.
Durante el trayecto, vecinos y transeúntes observaban con respecto al avance del contingente, integrado por miembros de esta parroquia y creyentes que por un año más mantienen vivo esta expresión de devoción en el puerto.
Al arribar al templo de San Judas Tadeo, los feligreses se reunieron para formar parte de una breve ceremonia religiosa de oración, como parte del luto por la muerte de Jesucristo.
Un ritual de solemnidad
La Procesión del Silencio es una manifestación religiosa que tiene lugar el Viernes Santo, en la cual los creyentes católicos recorren las calles en absoluto silencio para recordar la pasión y muerte de Jesucristo.
En esta ceremonia, el silencio representa un gesto solemne de duelo, respeto y meditación, ante el sacrificio de Jesucristo, por el perdón de los pecados de la humanidad, convirtiéndose así en una de las expresiones más sobrias y conmovedoras de la semana santa, particularmente en países de tradición hispánica, como lo es México y España.
Durante la procesión del silencio, los participantes suelen vestir de luto, portar, velas o cirios, e incluso en ocasiones, cargar con imágenes religiosas realizan en total silencio, simbolizando el dolor colectivo y respeto hacia la muerte del Salvador.
A diferencia de otros momentos de liturgia en la religión católica, durante los días viernes y sábado de Semana Santa, no se celebra ninguna misa al ser considerado un día de duelo y luto litúrgico.
Durante el Viernes Santo se acabó una liturgia especial en la cual se incluye la lectura de la pasión, la adoración y la distribución de la comunión con consagradas previamente el jueves Santo sin embargo, no se consagra el pan y el vino.
Posteriormente el Sábado Santo es un día de espera en el cual la iglesia permanece junto al sepulcro de Jesucristo reflexionando y aguardando por su resurrección, por lo que se celebra una misa hasta la durante la vigilia consideraba una de ya celebrando la Resurrección.