Fallece Guillermo Fárber, escritor y periodista, colaborador de Noroeste
Escritor, ensayista, periodista y articulista de varios periódicos, entre ellos Noroeste, el mazatleco Guillermo Fárber falleció en la Ciudad de México.
Avecindado en la capital del País desde hace décadas, pero llevando allá y a sus artículos el Mazatlán de su infancia y su juventud, el columnista colaboró con Noroeste por más de dos décadas, hasta hace unos meses que su salud ya no se lo permitió.
Su columna diaria Buhedera se mantuvo en el gusto de lectores y suscriptores, al abordar en ella temas únicos, de interés general, a lo que daba un toque propio.
También abordaba temas económicos en su espacio denominado Hueconomía.
La Enciclopedia de la Literatura Mexicana, de la Fundación para las Letras Mexicanas, narra su perfil precisando que obtuvo la licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Información en la Universidad Iberoamericana, y la maestría en Administración en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Fue en 1969 cuando comenzó su labor periodística como reportero y redactor de la revista La Capital.
Fue colaborador en periódicos como Excélsior, Novedades, El Heraldo, El Economista, Unomásuno, y varios medios regionales como Noroeste, El Horizonte, El Sol de Acapulco, Por Esto!, entre otros.
En 1987 colaboró como articulista de humor en la revista Contenido
Su columna Buhedera se mantuvo por décadas en diversas publicaciones del País.
Guillermo Alfonso Fárber Bejarano nació en 1951 en Mazatlán y siempre mantuvo al puerto en sus textos y comentarios, incluso tenía un amplio círculo de amigos y simpatizantes que a través de correo electrónico mantenían una especie de chat para compartir y departir acerca de temas mazatlecos, pero también de interés nacional e internacional.
Su estilo lleno de humor e ironía era su característica en sus textos, pero también de crítica y cuestionamiento.
Así se describía en un texto autobiográfico:
“Nací en Mazatlán en 1951, a los 3 años de edad. Mi vocación, que obedezco rigurosamente, es la de aprendiz de todo y maestro de nada”.
“Tengo publicados 32 libros, de los cuales, con suma benevolencia y atenuada autocrítica, rescataría quizá dos o tres”, escribe con su humor característico.
En varios de sus artículos narró sus problemas de salud, los cuales desde este pasado verano ya no le permitieron mantener sus colaboraciones diarias.
Descanse en paz.