Exponen en panel la ola de violencia que se vive en Sinaloa y el impacto en la sociedad
MAZATLÁN._ La ola de violencia que se vive principalmente en Culiacán, pero que ha afectado a los diferentes sectores de la sociedad en Sinaloa no solamente con homicidios, desaparición forzada de personas o robo violento de vehículos, sino también con daños económicos y pérdida de empleos, entre otros, fue expuesta en panel sobre este tema en la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS, en este puerto.
En el panel “Narcopandemia: Pertinencia de un concepto sociológico a partir del resurgimiento de la violencia en Sinaloa”, los participantes pidieron a la sociedad que no normalice estos hechos, que tenga empatía con quienes tienen a algún familiar desaparecido y exijan a la autoridad que cumpla con su deber de brindar seguridad a toda la población.
“Esta nueva idea de ‘narcopandemia’ de alguna manera busca darle un sentido a toda esta pérdida de lazo social que se da en esta relación que se da entre violencia y sociedad y por otro lado la inacción de la autoridad”, manifestó Jorge Albel Guerrero Velasco, profesor del Seminario Sociedad y Violencia del cuarto año de la carrera de Sociología al moderar el panel realizado la tarde noche del jueves en el auditorio Gustavo Lozano de la Faciso.
Los panelistas Sheila del Carmen Arias Martínez, Ana Colio Auzeta, y Alejandro Rendón Valdez y Jesús Alejandro Solís Martínez, manifestaron que al igual que en la pandemia del Covid-19 en el 2020 a sociedad se tuvo que resguardar en sus casas, en la del covid para protegerse de un virus y en la actual de violencia para no estar expuestos a que le toque una bala o que queden en medio de un enfrentamiento armado, además en ambas los negocios, principalmente en Culiacán han cerrado sus puertas o la gente se autoimpone sus propias reglas y en esta ocasión en lugar de vacunas los aviones de la Fuerza Aérea Mexicana traen soldados para contrarrestar la violencia.
“Podemos decir que los medios de comunicación traen el concepto (de ‘narcopandemia’) a lo que está pasando en Sinaloa, en esta ocasión es muy interesante porque lo que estuvo pasando en el covid fue para no contagiarnos y en esta ocasión la ciudadanía volvió a encerrarse, no por el virus, sino por el miedo a ser alcanzado por las balas, en ese contexto podemos decir dos cosas, la primera es que en 2020 tuvimos una instrucción institucional y tuvimos una instrucción de autoridades sanitarias a nivel global de resguardarnos en casa”, dijo Arias Martínez.
“En Sinaloa no tuvimos ninguna instrucción, la propia ciudadanía se autoimpuso sus propias reglas de supervivencia, esa es la gran diferencia y esa es la relación que se hace en la ‘narcopandemia’, cómo la propia ciudadanía y la propia sociedad civil se autoimpuso acciones de supervivencia”.
Informó que al cumplirse 81 días de violencia principalmente en el centro del estado, del 9 de septiembre al 24 de noviembre se tenían 504 personas desaparecidas, un promedio de 38 por día y una persona desaparece en la entidad cada 50 minutos.
“Tenemos también mil 323 vehículos robados, 17 vehículos diarios que son robados, y también tenemos 6 homicidios por día, es decir, 425 hasta el 24 de noviembre. Hoy la Coparmex hace una conferencia pública donde dice: para finales del año habrá una perdida de 18 mil millones de pesos en Sinaloa y 26 mil empleos afectados, esto pone en riesgo a las pequeñas y medianas empresas que generan el 62 por ciento de los ingresos en el estado, ese es el tamaño y esa es la dimensión de la ‘narcopandemia’ en Sinaloa”, enfatizó.
“Tuvimos recientemente el impacto y el daño a 35 cámaras de seguridad, lo que también tiene que ser un mensaje muy desafiante para nuestras autoridades, sin embargo, el concepto es mucho más profundo, pero también tenemos que comenzar a hablar y mucho más profundo que hoy tenemos, porque así lo informaron antier, han acordado con las autoridades ya no decir cuánto se ha perdido en Sinaloa y la autocensura nunca tiene que ser opción”, recalcó Arias Martínez.
Tras proyectarse videos de entrevistas con familiares de personas desaparecidas, Colio Auzeta dijo que este problema refleja profundas dimensiones sociales que trascienden lo individual y evidencian problemas estructurales, las madres víctimas de desaparición forzada representan un espejo de todas estas faltas estructurales del Estado y de la sociedad, pero también un ejemplo de poder colectivo para generar estrategias de readaptación.
“Su testimonio evidencia las consecuencias del delito, también interpreta a las instituciones y a la sociedad al reconocer su responsabilidad en esta construcción de una memoria colectiva que ayude a evitar estos crímenes y que no sólo aprendamos a sobrevivir a ellos”, añadió Colio Auzeta.
Mientras que Rendón Valdez recalcó que le parece apremiante considerar a la sociología como una forma muy pertinente de acercarse a la sociedad, de hablar más de la misma, de explicarla a pie de calle.
“El tema de la violencia es complejo y tiene raíces muy profundas en la educación, en la manera en la que se la ha tratado sobre todo como un problema de seguridad cuando implica otras áreas”, enfatizó.
En tanto que Solís Martínez manifestó que apenas va iniciando a a darle forma al significado de ‘narcopandemia’, pero en Sinaloa ya se ha presenciado y se ha vivido lo que es estar encerados en las casas por causas y consecuencias de la violencia.
“Sería una buena forma de reflexionar de lo que está pasando aquí en Sinaloa y lo que puede pasar en todo el país”, dijo.
En el evento también se pidió ser empáticos con las familias de las personas privadas de la libertad de manera forzada o desaparecida y no juzgar diciendo que si se las llevaron posiblemente andaban en cosas malas, pues se han llevado a mucha gente inocente, debe ser sensibles con las familias que lo único que quieren es encontrar a sus seres queridos desaparecidos y no buscan culpables.