Evitan parroquias de la Diócesis de Mazatlán actividades nocturnas para resguardar a sus fieles
MAZATLÁN._ A raíz de la ola de violencia e inseguridad que se ha vivido en los últimos meses, la mayor parte de las parroquias de la Diócesis de Mazatlán suspendieron actividades nocturnas como medida para no exponer a sus feligreses al peligro, informó el Obispo Mario Espinosa Contreras.
Han sido ya un alto número de templos mazatlecos los que han optado por interrumpir asambleas que comúnmente tienen lugar por la noche, como lo puede ser la enseñanza de la doctrina católica.
“En algunas parroquias en semanas pasadas se suspendieron algunas reuniones que tenían en la noche. Entonces, en lo que se celebra en la noche o reuniones de catequesis o de formación nocturna”, dijo Espinosa Contreras.
Sin embargo, la respuesta por parte de los feligreses con respecto a la celebración de actividades que se realizan en el transcurso de la mañana y la tarde sigue siendo activa, especialmente en la asistencia a misa, donde la asistencia se aprecia de manera regular.
“Lo que es la Sagrada Eucaristía o Santa Misa, en general no ha visto un decremento mayor (de asistencia), como lo pudimos apreciar hace un momento aquí en Catedral. Estaba básicamente como todos los domingos, con lleno total”, declaró.
“Aquí las ocho misas que hay, todas están, gracias a Dios con buen número, considerando que no solamente son personas de aquí del puerto, sino que a Catedral suelen venir muchos de los turistas los domingos a vivir la Santa Misa”.
Espinosa Contreras comentó que en días anteriores, como la celebración a San Judas Tadeo, la Diócesis de Mazatlán tenía contemplada una posible disminución de asistentes por los hechos violentos que se vivieron en el puerto un día anterior, pero no fue así.
“La semana pasada estuve en San Judas Tadeo y hubo lleno total. Ahí el rector de ese templo pensaba que iba ser menos, y no, fue como todos los años. No había un lugar donde sentarse, entonces la gente se llena de fortaleza, pone en Dios su confianza y sigue su vida ordinaria”.
Durante su sermón en la santa misa dominical, el Obispo compartió una reflexión con respecto a la celebración dentro del contexto cultural de la festividad del tradicional Día de Muertos.
“Nos encontramos en el mes de noviembre, que es un mes que tiene sentido escatológico. Nos habla de las realidades futuras y este mes que cierra el año litúrgico, nos habla del final, del final de la humanidad y del cosmos”.
“Debemos tomar siempre las enseñanzas de este mes pensando que nosotros vamos a morir. Es saludable pensarlo y siempre estar uno dispuesto a la muerte, que no sabe uno cuando va a suceder”.