En Catedral de Mazatlán celebran Resurrección de Jesucristo
La resurrección de Jesucristo al tercer día después de su muerte en la cruz, se celebra este día en todo el mundo, al igual que en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, en este puerto.
“El Señor resucitó el primer día de la semana después del descanso del sábado que vivían los israelitas, en el primer día laboral judío, Él resucitó glorioso de la tumba instaurando de manera definitiva la nueva y eterna alianza de amor entre Dios y los hombres y mujeres”, dijo el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, al encabezar la misa de las 9:00 horas de este domingo en dicho recinto religioso.
También recordó que desde el inicio del cristianismo los apóstoles y discípulos se reunían para celebrar la sagrada eucaristía, donde se come el pan y se toma el vino como símbolo del cuerpo y la sangre de Cristo, especialmente en el primer día de la semana que, con el correr del tiempo, fue algo tan extendido y fuerte que a este día se le dio el nombre de Domingo, haciendo referencia a Dóminos, que es el Día del Señor.
“El venturoso día en que Él resucitó, y con el transcurrir de los años se trasladó el día del descanso del sábado al domingo, de hecho en marzo del año 321 el emperador Constantino decretó que el domingo fuera el día festivo y de descanso semanal, la Providencia Divina ha querido que el domingo sea un día sagrado, por ello San Agustín nos afirma que el domingo es como el sacramento de la Pascua”, continuó en esta celebración donde se recuerda que Jesucristo venció las tinieblas tras su pasión y muerte y es la luz del mundo.
Ante religiosas, religiosos y decenas de fieles que se congregaron en la eucaristía, que también se transmitió vía radio y redes sociales, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa, agregó que el domingo es un signo lleno de la gracia de Dios, día sacro donde especialmente en la misa se hace la memoria y el memorial del triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado, donde se hace presente, actual y dinámica su admirable muerte y resurrección.
“Muy queridos hermanos y hermanas, bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo por su gran misericordia, porque el resucitar a Jesucristo de entre los muertos nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva que no puede corromperse ni mancharse y que nos tiene reservada como herencia en el cielo”, reiteró en su mensaje este domingo, que también pronunció la noche del Sábado de Gloria en la Vigilia de la Resurrección del Señor.
“Por el Padre y el Espíritu Santo Cristo ha resucitado venciendo el sepulcro, la corrupción y el mal, favoreciendo para cada uno de nosotros la vida nueva, la salvación, desde entonces es real que, con la gracia de Dios, no estamos solos y con su fuerza podemos vencer el mal y ser fieles al Señor, ser fieles a su plan, a su evangelio y a la misión que nos ha confiado en la vida”.
Por ello recalcó que los seres humanos siempre pueden estar serenos pues confían y saben que con Dios todo lo pueden vivir y sobrellevar, incluso las adversidades.
“Por esta razón alégrense, aun cuando ahora tengan qué sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe sometida a la prueba sea hallada digna de alabanza, honor y gloria el día de la manifestación de Cristo, porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro y el oro se acrisola por el fuego”, continuó.
“Esta salvación y vida nueva nuestro Dios uno y trino nos lo dona de varias maneras y formas y lo realiza bondadosamente en los sacramentos, particularmente en el sacramento de la eucaristía en su celebración dominical”.
Por ello también invitó a vivir el domingo con gozo y con alegría encontrándose con el Señor y con los demás y prodigando en favorecer a los que padecen y sufren, haciéndoles presente a través de las nuestras personas y ofrendas el bálsamo confortante de la providencia divina.