El narcotráfico tiene un poder global y el poder es atractivo: Arturo Santamaria
MAZATLÁN._ Una investigación en donde se estudia el comportamiento social del ser humano, su forma estética y cultural en el uso de su vestir y comportamiento según el tiempo y su entorno, se podrá visualizar en el libro “Narcomoda y Juventudes”, escrito por Arturo Santamaría Gómez y Eric Vega Breceda.
En el libro se hace referencia a las marcas de ropa, accesorios, calzado, aromas, tipologías de cuerpo, cortes de cabello, música, entre otras manifestaciones o simbolismos, que se han convertido en modas después de ser utilizadas por narcotraficantes famosos.
Este tipo de simbolismos, una vez que son expuestos por personajes del narcotráfico, comentaron ambos autores, son imitadas por jóvenes que legitiman culturalmente la actividad.
En una charla que se celebró en Casa Haas, Santamaría Gómez y Vega Breceda, en compañía del maestro Pedro Brito, explicaron un poco al público el fenómeno cultural que pese a ser algo negativo en la sociedad cada vez ha tomado mayor fuerza entre los jóvenes.
El catedrático de la UAS y columnista de Noroeste informó que hace alrededor de 12 años había 67 países donde actuaba el Cártel de Sinaloa de diferentes maneras, actualmente tiene presencia en 104 países.
“Como todos sabemos el narcotráfico es un poder inmenso, sobre todo el narcotráfico sinaloense, sin duda, el más poderoso en el mundo. En este mismo trabajo, cuando lo inicié yo para un texto que no se publicó, que se llamó ‘Culiacán, Ciudad del crimen organizado’, le pedí a Eric, cuando todavía estudiaba en la UAS, que explorara en todos los medios de todos los países, en diferentes sitios, en donde estaba presente el Cártel de Sinaloa. En ese momento, hace 12 años, él encontró que el Cártel de Sinaloa estaba presente en 67 países. Actualmente está presente en 104 países, con diferentes actividades, no tan solo la venta, está presente en 104 naciones del mundo, en todos los continentes. Incluso controla la venta de cocaína en Australia, por ejemplo, bueno, su poder es inmenso”, explicó.
“Y todo poder, como el poder del Estado también, tiene diferentes maneras de constituirse y de reproducirse. Una, sin duda, es el poder de la coacción, no hay poder sin coacción. No hay poder sin uso de la fuerza, en algún momento, en alguna circunstancia. Pero al mismo tiempo, no hay poder sin cultura, sin búsqueda de legitimidad, de sí todo poder busca legitimarse, busca ser aceptado culturalmente. Poder político, poder económico, incluso poder paternal, y no sería el poder criminal. Y esto es muy claro en el caso de los cárteles de la droga”, comentó.
Señaló que no hay una estrategia para lograr un impacto social, solo se dan de acuerdo a lo que se ve.
“En Colombia se dio un poder, se pudo ver, se dio en Estados Unidos con la magia italiana, pero en el caso nuestro, probablemente, es una organización criminal que más impactos culturales ha creado. No de manera organizada, no hay un plan, no hay una estrategia para decir, vamos a crear una serie de productos culturales que nos justifiquen y que vayan impactando a un cierto sector de la fe y que nos acepten. Entonces, estos que crearon que la cultura, aunque puede ser planificada, sobre todo en el caso del Estado, en el caso del crimen organizado, no es así”, indicó.
“Se fue dando más bien desde afuera, evitándolos, que dirigidos por ellos. Entonces, lo que vemos es que las diferentes modas que se han dado, sobre todo a partir del 2008, vemos que han ayudado para que se justifique una actividad o para que se naturalice o se normalice en una sociedad y no se vea como algo externo a él”.
Señaló que todo poder es atractivo, por lo que los jóvenes buscan tener ese poder a través de este tipo de artículos o comportamientos.
“Todo poder es atractivo. El poder es siempre atractivo. Y el poder del dinero, el poder de la belleza, el poder político, el poder simbólico, son atractivos. Y sobre todo en una sociedad donde la máxima prueba de virtudes y eficacia en la sociedad es consumiendo los productos más básicos que hay en la sociedad. En la sociedad de consumo, los carros carísimos, la ropa carísima, y las mujeres carísimas, son un gran atractivo, y sobre todo para los jóvenes, porque en el caso de las mujeres sí les han de poder atraer a hombres de un alto poder adquisitivo a través de sus cuerpos de diseño, a través de la estética a un buchón, a través de la estética construida de un cuerpo”, dijo.
“Hemos sabido, por ejemplo, que Culiacán es la capital mexicana de la ciencia plástica, ¿por qué? Porque Culiacán es la capital mundial del narcotráfico, es el centro del poder del narcotráfico mundial. Bueno, entonces, esa es la relevancia de un estudio cultural de cómo se han desarrollado una serie de símbolos culturales que finalmente van legitimando, es decir, haciendo aceptable y reproduciendo el poder de una actividad que es creciente y que cada vez se extiende más, cada vez tiene más presencia en la sociedad. Y la cultura influye para legitimarlo, para que crezca la cultura de su uso”.
En la presentación, Vega Breceda explicó con una proyección los porcentajes de consumo de artículos que tienen que ver con un narcotraficante. Esto una vez que aparecen en los medios de comunicación su imagen al momento de ser aprendidos, incluso comentó que ha habido empresas que generan ese contenido para obtener un mayor consumo de ahí el que se ponga de moda alguna prenda, artículo e incluso corte de cabello.
“La construcción de la identidad de los jóvenes es lo que los ha llevado a sentirse atraídos por las redes tanto del narcotráfico como al interior y también a legitimarlo. Y legitimar una actividad ilícita es como la haces más poderosa. Como decía el doctor Arturo, todos buscamos la legitimación de ciertas áreas y legitimar de una forma el narcotráfico es darle poder, este posicionamiento tanto en la sociedad como en la cultura”, dijo por su parte Vega Breceda.
“Esa fue la inquietud, saber, sobre todo a los jóvenes. Hablaba de la generación Z, que son los que más consumen, actualmente más que un 80 por ciento en México. ¿Qué sigue para ellos? ¿Qué es lo que podemos ofrecer a la sociedad? Podemos ofrecer espacios de recreación, de construcción de identidades, de círculo de padres, para que se identifiquen no con el narcotráfico sino con otras artes”, comentó.