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Descuidar las emociones de los hijos podría provocar que se enlisten en las filas del crimen organizado: Iglesia

El sacerdote lamentó que muchos padres de familia consideran que su responsabilidad termina al proporcionarles techo y sustento a sus hijos, dejando de lado la supervisión y el diálogo necesario para su desarrollo integral

El descuido en el acompañamiento de los hijos y la falta de atención a sus necesidades emocionales y educativas pueden ser factores decisivos para que se enlisten en las filas del crimen organizado, declaró el padre Jaime Aguilar, párroco de Catedral de Mazatlán.

“Se ha descuidado la parte de acompañamiento. Se ha descuidado la parte de caminar con ellos. Se ha descuidado el estar atentos a las diferentes manifestaciones de los hijos, no para castigarlos, sino para cómo enmendar esos caminos”, subrayó el párroco.

El sacerdote lamentó que muchos padres consideran que su responsabilidad termina al proporcionarles techo y sustento a sus hijos, dejando de lado la supervisión y el diálogo necesarios para su desarrollo integral. Esto, según Aguilar, deja un vacío que puede ser llenado por el crimen.

“Es triste a veces que uno le pregunta a una mamá, oiga, ¿y no sabía que su hijo estaba en estas cosas? ‘Pues yo pensé que estaba bien porque me traía dinerito’. Entonces ahí hay un reflejo de esa cuestión”, ejemplificó.

Les falló el sistema educativo

El párroco también destacó la falta de progreso en el sistema educativo, lo cual limita las perspectivas de los jóvenes y los deja vulnerables a la atracción de alternativas ilegales.

“La cuestión de la educación se ha vuelto un poquito triste porque no ha habido muchos progresos ni mucho desarrollo”, expresó.

Señaló que la falta de educación y de acompañamiento en el hogar se convierten en un terreno fértil para que los jóvenes opten por caminos fuera de la ley, buscando lo que consideran “una salida rápida” a su situación económica.

”¿Cómo voy a tener perspectiva, cómo voy a tener ilusiones, cómo voy a tener una visión en la cual yo diga: ‘Aquí puedo hacer muchas cosas de una manera?”, cuestionó, al referirse a la falta de opciones legales para los jóvenes.

Les falló la Iglesia

Además, señaló que la Iglesia también ha fallado en su labor de acercar a la gente a la fe y a los valores.

“El Evangelio no ha penetrado tan bien en la familia, por eso a mucha gente no le interesan las cosas de Dios”, reconoció.

El sacerdote consideró que la desconexión entre la vida cotidiana y la experiencia religiosa contribuye a que muchas personas no vean en la fe una guía para sus decisiones diarias, dejándolas más expuestas a la influencia del entorno criminal.

Aguilar aseveró que la mayoría de los jóvenes “son motivados por situaciones de miseria”, lo que hace urgente un esfuerzo conjunto de la sociedad para revertir esta problemática y ofrecerles mejores oportunidades para su desarrollo.

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