"CRÓNICAS DE MAZATLÁN Calles y rumbos de nuestra ciudad"
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Uno de los paseos más famosos y de mayor tradición en nuestra ciudad es el Paseo del Centenario.
Llamado “paseo” por el circuito que forma alrededor del Cerro del Vigía, un circuito en el que podemos disfrutar de su lado poniente la esplendorosa presencia del Océano Pacífico y sus bellos atardeceres; al sur el Cerro del Crestón y su faro, además del embarcadero de la flota de lanchas de pesca deportiva, y por el oriente la vista de los muelles pesquero, mercante y turístico en el canal de navegación, estero de Urías y en contra costa la Isla de la Piedra con alargada línea de playa y abundantes cocoteros.
Admirado por propios y extraños el Paseo del Centenario es una de las maravillas de nuestra ciudad consignadas en el corrido compuesto a Mazatlán por el gran compositor mexicano José Alfredo Jiménez.
Ya desde la tercera década del Siglo 19 con la construcción del edificio de la Aduana Marítima, cobertizos y muelle, la zona conocida como Cerro de la Cruz se había convertido en un poblado de trazo irregular con laberínticos callejones que aún podemos recorrer.
La zona de la aduana.
En aquel tiempo la mayoría de sus habitantes eran personas relacionadas con las actividades marinas y del trabajo de alije en el muelle.
Junto a la Aduana Marítima también se construyó una fortaleza para la custodia militar de los muelles conocida con el nombre de Fuerte de la Paz, Fuerte 22 de Diciembre y posteriormente de La Batería.
En el Cerro del Vigía se encuentra el primer observatorio meteorológico de Mazatlán edificación que data de 1874. En 1893 se llevaron a cabo labores de limpieza y de construcción de un mirador en la cumbre del Cerro del Vigía y que junto al Fuerte de La Batería y al Fuerte 31 de Marzo se les dotó de tres cañones donados por la Armada Nacional y que fueron desmontados del cañonero El Demócrata, quedando para siempre como piezas de ornato y formando parte de nuestra historia.
El año y acontecimiento crucial para el despliegue de fuerzas creativas en pro del crecimiento y desarrollo material de la ciudad se da en 1910 con motivo de la celebración del Centenario de Inicio de la Guerra de Independencia.
La autoridad municipal era encabezada por el Regidor Presidente José S. Berúmen y junto a él participaban los regidores Francisco Urriolagoitia, Natividad González, Guillermo Haas, Eduardo Padilla, Antonio Díaz de León, Enrique Aldana, Francisco Alcalde (h) y Arnulfo M. Fernández.
En emblemático Cerro de la Cruz.
En sesión ordinaria del 6 de abril de 1910 el Ingeniero Natividad González, Regidor encargado de la Comisión de Ornato y Comodidad, dio a conocer una solicitud vecinal de abrir un camino que circundara por sus faldas el Cerro del Vigía.
Comentó que había vecinos interesados en ceder parte de sus terrenos con el fin de contar con esa calle, pero que se considerara por el Ayuntamiento la faculta de expropiar por causa de utilidad pública algunas fracciones de terreno que sus propietarios no quisieran ceder.
También solicita un fondo de 300 pesos con el fin de levantar cercos que se tuvieran que reponer; finalmente propone que este paseo se le imponga el nombre de Paseo del Centenario y que fuera parte de las obras a inaugurarse en septiembre en el marco de las fiestas de la patria.
La solicitud del Ing. González fue aceptada, pero en la siguiente sesión de cabildo celebrada el 20 de abril el regidor Lic. Luis Peña solicitó el levantamiento y elaboración de un plano contemplando los terrenos que serían afectados por la obra, tanto de las extensiones donadas como de las que serían expropiadas para poder emitir el decreto municipal correspondiente.
La obra fue iniciada y contó no sólo con la aprobación del Cabildo sino con el entusiasmo ciudadano que se manifestó a través de la influyente Colonia Alemana asentada en Mazatlán.
Sus representantes los señores Jorge G. Claussen, Carlos Volquardsen, Enrique Schmidt, Víctor Minoprio y Otto Meyer acudieron a la sesión ordinaria del cabildo celebrada el 4 de agosto e hicieron el ofrecimiento verbal de construir y hacer donación de una terraza o mirador con vista al mar en el Paseo del Centenario y que estaría ubicada en el punto conocido como Loma del Gato.
La propuesta fue aceptada y se agradeció verbalmente la buena disposición y espíritu altruista de la colonia alemana. La terraza o mirador pasa a la historia de la ciudad con el nombre de “Glorieta Germania”.
Puntualmente en el mes de septiembre de 1910 se llevaron a cabo las fiestas de la patria en conmemoración del Centenario de Inicio de la Guerra de Independencia y las obras del camino proyectado en el Cerro del Vigía se habían culminado.
Correspondió al Gobernador Diego Redo, al prefecto Dr. Enrique González Martínez y al Presidente Municipal suplente C. Guillermo Haas llevar a cabo el ceremonial de inauguraciones y festejos.
En sesión ordinaria del 21 de septiembre de 1910 el Ing. Natividad González solicitó al Ayuntamiento expedir el decreto número 19 con el cual el Paseo situado entre el Fuerte 22 de Diciembre y la extremidad sur del malecón de Olas Altas, circundando el Cerro del Vigía, se denominará Paseo del Centenario.
Tal y como hasta hoy lo conocemos y lo disfrutamos nacionales y extranjeros.