Celebra comedor comunitario en Catedral de Mazatlán su aniversario con un banquete para los más necesitados
Con el propósito de conmemorar el cuarto aniversario de su proyecto altruista, Francisco Vega y su familia, organizadores del comedor comunitario que sábado a sábado busca apoyar un poco a las personas más necesitadas, realizaron un enorme banqueta en la explanada de la catedral basílica de Mazatlan el pasado fin de semana.
Con platillos como barbacoa, frijoles, pastel, pan dulce, agua de sabor y helados, más de 50 personas de bajos recursos y en situación de calle pudieron disfrutar de una comida; todo gracia a la generosidad de Francisco y su familia, quiénes intentan regresar un poco de lo que la vida les ha entregado.
Previo a entregar la comida a los presentes, la cual es conseguida por Vega y allegados y donada por algunos empresarios, se llevó a cabo una pequeña ceremonia para bendecir el esfuerzo de Francisco, su esposa Martha Carrillo y los demás colaboradores. Los párrocos Adán y Armando de la catedral dieron unas palabras a las personas necesitadas y pidieron una oración y la un fuerte aplauso para los organizadores por su gran labor.
UNA HISTORIA DE CARIDAD Y EMPATÍA
Fue en el año de 2020, durante la pandemia, que Francisco Vega tomó la decisión de aportar y mostrar su caridad para con aquellas personas que vivían momentos de tristeza y angustia por sus trabajos y necesidades, por lo que decidieron poner un comedor comunitario que les diera un poco de alegría a esa gente que incluso no tenía un hogar.
A lo largo de cuatro años, Francisco y su familia han conseguido ayuda de instituciones, empresas chicas y grandes, que les donan los alimentos con el único objetivo de ayudar a quien más lo necesita, así que por eso decidieron realizar un festejo de aniversario en grande.
“Nos sentimos la verdad muy agradecidos con Dios porque nos ha permitido servir y aportar un poquito de lo mucho que nos ha dado. Empezamos hace cuatro años, justamente en la mera pandemia, donde estaban las situaciones muy complicadas, y estas personas, la mayoría que ustedes ven aquí, son gente que vive en la calle y viven en la intemperie, no tienen un lugar donde reclinarse ni tampoco por supuesto de comer”, dijo Francisco Vega.
“Empezamos un proyecto mi esposa, mis hijos y yo, y hoy se han sumado mucha gente y pues bueno, estamos llevándoles alimento aquí y a sus lugares también diariamente por la avenida del Mar en el centro. Es una satisfacción muy grande, la verdad; nuestro objetivo es justamente dar o realizar el ejercicio por el cual estamos llamados a venir aquí a esta vida”.
“Tenemos que compartir lo poquito, lo mucho que tenemos, ya que solamente somos administradores y estamos obligados moralmente a repartirlos, a contribuir con la sociedad para ayudarlos, porque cada una de las personas que necesitan o tienen una necesidad son hermanos nuestros y son hijos de Dios”.
Cada sábado a las 10:30 de la mañana, el Comedor Comunitario ubicado en Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción invita a las personas a comer de forma gratuita y olvidarse de los pesares, sólo pidiendo que agradezcan a Dios por la posibilidad de seguir viviendo y luchando por mejorar sus vidas.