Caseta de Mármol se encuentra libre, pero con resguardo de elementos del Ejército
Luego de que la caseta de Mármol, ubicada en la autopista Mazatlán-Culiacán, aparentemente había sido tomada por civiles que tapaban el paso con camionetas e impedían a los conductores avanzar tanto de ida como de vuelta, elementos del Ejército Mexicano acudieron al lugar para tomar el control y permitir el paso vehicular.
La mañana de este miércoles se reportó en redes sociales que un grupo de carros había tomado la caseta de Mármol de la autopista Mazatlán-Culiacán.
En camino a la caseta, se pudo observar a varios tráileres que se detenían alrededor del kilómetro 19, quedando varados sin poder pasar y algunos dando en reversa; no obstante, después de unos minutos el tránsito siguió normalmente hasta la caseta.
Un chófer de un auto de carga informó que los soldados habían llegado a la caseta para regresar la normalidad.
Al llegar a la caseta del Mármol, varias camionetas del Ejército Mexicano ya se encontraban en el lugar y se encargaban de dar el pase gratuito a todos los automóviles, pues los trabajadores de la caseta ya no estaban, y eran militares quienes se hacían cargo de la situación.
Según algunos testimonios de la gente que pasaba por el lugar, al ver que los elementos del Ejército llegaban a la zona, los civiles que en un principio obstruían el paso se fueron de inmediato del lugar rumbo a Culiacán.
Desde ese momento el personal militar estuvo resguardando la caseta de Mármol para que los conductores avanzaran con normalidad a su destino.
Ante temor de violencia, servicios en caseta quedan desolados
Después de que los soldados del Ejército Mexicano tomaran la caseta de Mármol ante un bloqueo civil previo, los servicios que se ofrecían en el lugar quedaron abandonados y el personal que operaba ahí dejó la zona.
Tanto el mismo módulos de cobranza de la Caseta, como las oficinaz y tiendas de ventas de alimentos que están en el lugar, quedaron completamente abandonados después del primer bloqueo, mientras que al arribo del Ejército tampoco se reanudaron las actividades y todo quedó en mano de los mismos soldados.
Al quedar en completo desierto el lugar, el horizonte sólo permitía ver a los automóviles particulares, camiones y tráileres avanzar por la caseta con las indicaciones que les daban los militares, quienes con señas les indicaban avanzar sin detenerse, pues cabe recordar que no estaban cobrando la cuota que siempre se pagaba al cruzar la caseta.
Por otro lado, el baño y un sitio que da el servicio a los tráileres al arribar a la caseta, eran los únicos lugares que se encontraban abiertos después de las 11:30 horas, por lo que lo conductores si podían acceder para hacer sus necesidades o realizar un chequeo a sus vehículos más adelante.